Descubre cómo la nutrigenética puede revolucionar tu salud alimentaria
Intolerancias alimentarias: el papel de la genética en tu dieta. Epigenética y alimentación: claves para una vida saludable
La nutrigenética está emergiendo como una herramienta clave en la lucha contra las enfermedades alimentarias e intolerancias, proporcionando respuestas personalizadas para mejorar la salud de los pacientes. La creciente conciencia sobre la influencia de la epigenética en nuestra salud ha puesto a la comida en el centro de la atención. Cómo estas condiciones, que afectan a millones de personas en todo el mundo, pueden impactar la calidad de vida y qué hacer para prevenirlas, según el médico genetista Jorge Dotto.
La comida como motor del genoma
La comida no es solo una fuente de energía, sino un motor del genoma. Puede "encender" o "apagar" distintos genes que pueden ser beneficiosos o perjudiciales para nuestra calidad de vida. En los últimos años, la idea de que lo que consumimos es más que simple comida ha ganado terreno en la conciencia colectiva. Con el avance de la tecnología, la mayor longevidad y la búsqueda de una vida saludable, términos como gluten, lactosa, fructosa y más complejos como histamina, se han vuelto comunes.
La epigenética y su impacto en la salud
La epigenética, según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos, se centra en los cambios en el ADN que no implican alteraciones de la secuencia subyacente. El entorno es el factor que desencadena la activación o desactivación de ciertos genes presentes en el ADN sin alterar su secuencia. Para ilustrarlo, el ADN es como las luces de un árbol de Navidad, y el entorno decide cuáles están encendidas o apagadas.
Aunque no podemos modificar el genoma, podemos realizar acciones para extender la expectativa de vida de manera saludable. Aquí entra en juego la nutrigenética, que permite diseñar dietas personalizadas basadas en el perfil genético individual, mejorando así la salud y la longevidad.
Enfermedades alimentarias y sus diagnósticos
La celiaquía y la intolerancia a la lactosa son las patologías más comunes entre las enfermedades digestivas, pero existen muchos otros trastornos derivados del consumo de determinados alimentos. Según el destacado médico genetista Jorge Dotto, "debemos pensar que lo que comemos y bebemos son sustancias químicas, igual que los medicamentos, y cada uno tolera dosis diferentes". Ahora, la gente está empezando a conocer más sobre este mundo.
Tipos de reacciones adversas a los alimentos
Existen tres grupos principales de comportamientos adversos del organismo ante los alimentos: alergias, intolerancias y trastornos autoinmunes.
Alergia alimentaria: Es una reacción exagerada del sistema inmunitario a la ingestión de un alimento, que se manifiesta de inmediato y afecta principalmente la piel, mucosas y vías respiratorias. Las reacciones más comunes son a los frutos secos, mariscos y huevos, donde incluso trazas mínimas pueden desencadenar síntomas.
Intolerancia alimentaria: No está relacionada con una respuesta del sistema inmunitario y los síntomas suelen aparecer varias horas después del consumo. Se presenta principalmente como molestias gastrointestinales y está vinculada con la carencia de enzimas necesarias para digerir ciertos componentes alimenticios, como la lactosa.
Trastorno autoinmune: Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error las células sanas del cuerpo, causando daño a los tejidos. Un ejemplo común es la diabetes tipo 1. En el caso de la celiaquía, el sistema inmunitario ataca y destruye el tejido del páncreas, impidiendo la producción de insulina.
Diagnóstico de enfermedades alimentarias
Los diagnósticos de enfermedades alimentarias incluyen pruebas de anticuerpos y biopsias para confirmar condiciones como la celiaquía. Según Dotto, existen anticuerpos específicos que los expertos buscan para brindar un diagnóstico. Por ejemplo, se requiere una biopsia del duodeno para ver patrones sospechosos que indican celiaquía.
La celiaquía: una enfermedad autoinmune
La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo produce anticuerpos contra proteínas presentes en alimentos como el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Esta enfermedad afecta al 35-40% de la población con predisposición genética y se caracteriza por una respuesta inflamatoria que daña el intestino delgado.
Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa ocurre cuando las personas no pueden digerir el azúcar presente en la leche debido a niveles bajos de lactasa. Esto provoca síntomas como diarrea, gases e hinchazón después de ingerir productos lácteos. La prevalencia de esta condición varía geográficamente y tiene una base genética.
Intolerancia a la histamina
Jorge Dotto ha investigado la intolerancia a la histamina, una condición en la que el cuerpo no puede descomponer adecuadamente esta amina biogénica. Sus manifestaciones incluyen migrañas, problemas digestivos y reacciones alérgicas. Según estudios, esta intolerancia se manifiesta a través de la activación de diversos receptores en el cuerpo, lo que requiere un diagnóstico cuidadoso.
SIBO y su relación con la histamina
El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) se caracteriza por un exceso de bacterias en el intestino delgado, causando síntomas gastrointestinales y sistémicos. La alimentación baja en FODMAPs puede mejorar estos síntomas, pero algunas personas pueden beneficiarse de una intervención baja en histamina.
El papel de la nutrigenética
La nutrigenética es una rama de la ciencia que estudia cómo los genes individuales afectan la respuesta del cuerpo a los nutrientes y alimentos. Esta disciplina permite diseñar dietas personalizadas basadas en el perfil genético de cada persona, mejorando así la salud y la longevidad. Identificar y evitar alimentos problemáticos basados en la predisposición genética es un avance significativo en la medicina personalizada.
Avances en medicina personalizada
La epigenética, que estudia cómo los cambios en el entorno pueden activar o desactivar genes sin alterar la secuencia del ADN, es fundamental para entender cómo mejorar la calidad de vida y la longevidad. Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, esta área de estudio es clave para diseñar intervenciones nutricionales personalizadas.
Jorge Dotto destaca que la evolución en la medicina y la genética está permitiendo un mejor entendimiento y manejo de las intolerancias y enfermedades alimentarias. Con más tecnología e información, se espera que los avances continúen, ofreciendo mejores diagnósticos y tratamientos personalizados en el futuro.