Té de Kombucha: la bebida fermentada con sorprendentes beneficios para la salud
Aunque la ciencia aún está explorando muchas de sus propiedades, es indudable que se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan alternativas naturales y saludables.
El té de kombucha es una bebida fermentada que ha ganado popularidad en los últimos años gracias a los supuestos beneficios que aporta a la salud. Esta bebida, originada hace miles de años, sigue siendo objeto de controversia, ya que aún no existen suficientes estudios científicos que confirmen sus propiedades curativas.
¿Qué es la kombucha?
La kombucha es una infusión fermentada que comenzó a consumirse hace miles de años, más específicamente desde el año 200 a. C. Su preparación implica la fermentación de bacterias y levaduras añadidas a un té endulzado con azúcar, que se deja reposar desde una semana hasta un mes. Durante este tiempo, la combinación produce una variedad de compuestos como ácidos orgánicos, vitaminas, enzimas y probióticos. El resultado es una bebida efervescente con un sabor ácido característico parecido al vinagre, que también contiene pequeñas cantidades de alcohol, lo suficiente para ser considerada una bebida no alcohólica.
Un pasado lleno de leyendas
Una de las hipótesis de su origen sostiene que la kombucha se originó en China, atribuida al emperador Qin Shi Huang, quien se dice fue el primero en crear y consumir este té. Según una leyenda, dos siglos después de su creación, un monje chino llamado Kombu presentó la bebida al emperador japonés Inkio para tratar una enfermedad. La conexión con este monje dio origen al nombre “kombucha”. Se cree que los efectos curativos de la kombucha fueron efectivos, lo que llevó a su popularidad en Asia y posteriormente a su expansión por Europa y el resto del mundo.
Beneficios del té de kombucha para la salud
El té de kombucha ofrece múltiples beneficios para la salud, aunque muchos de ellos aún están en fase de investigación. Entre los principales beneficios que se le atribuyen se encuentran:
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Mejora de la salud intestinal: La kombucha contiene probióticos que pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, mejorando la digestión y previniendo el estreñimiento.
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Fortalecimiento del sistema inmunológico: Los probióticos y los antioxidantes presentes en la kombucha pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la absorción de nutrientes.
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Propiedades antioxidantes: Según expertos de Cleveland Clinic, la kombucha podría contener antioxidantes que combaten la oxidación causada por radicales libres y vitamina B que beneficia al sistema inmune.
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Control del peso: La kombucha puede ser utilizada como un sustituto saludable para bebidas azucaradas, lo que podría ayudar en el control del peso.
Aspectos científicos y precauciones
Aunque la kombucha tiene muchos seguidores que aseguran beneficiarse de sus propiedades, es importante tener en cuenta que muchos de estos efectos no han sido científicamente confirmados para la mayoría de las personas. La Mayo Clinic subraya la necesidad de más estudios para verificar sus beneficios. Además, se han identificado casos de malestar estomacal, infecciones y reacciones alérgicas relacionados con la ingestión de kombucha. Estos problemas a menudo surgen debido a condiciones de preparación poco higiénicas. Por ello, se recomienda consumir kombucha únicamente de fuentes seguras y desalienta su consumo por parte de embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Cómo hacer té de kombucha en casa
Para preparar té de kombucha en casa, es esencial crear una colonia simbiótica de bacterias y levaduras (SCOBY). Este se puede generar a partir de kombucha sin saborizantes ni pasteurizar, añadiéndola a té endulzado con azúcar y dejándola reposar en un frasco limpio y cerrado herméticamente durante una semana en un lugar fresco. El resultado será una capa gelatinosa que contiene los microorganismos necesarios para la fermentación.
Proceso de fermentación:
- Una vez obtenido el SCOBY, se añade a más té endulzado y se deja fermentar durante cinco días aproximadamente en condiciones higiénicas similares.
- El líquido resultante es la kombucha, que puede ser saborizada con jugos, frutas, hierbas o especias.
Para preparar kombucha en casa, es crucial mantener condiciones higiénicas óptimas para evitar el desarrollo de patógenos. También es necesario evitar recipientes que contengan plomo, dado que este puede filtrarse en la bebida, causando intoxicación. Por tanto, siempre es recomendable optar por kombucha de fuentes confiables.