La dieta que puede salvar tu vida

Los alimentos que debes sumar y los que debes evitar para una vida más saludable. Secretos de la alimentación que puede salvar tu corazón

Imágenes Ilustrativas (Freepik)

La alimentación es un pilar fundamental para la salud, y los hábitos alimenticios que adoptamos pueden marcar la diferencia entre una vida plena o una plagada de enfermedades. Lo que comemos no solo nos da energía, sino que también influye directamente en la prevención de enfermedades, especialmente las cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en el mundo. Con la información correcta, podemos hacer cambios simples que transformarán nuestra salud y, quizás, salvarán nuestras vidas.

Las enfermedades cardiovasculares: una amenaza silenciosa

Aunque muchas mujeres temen al cáncer de mama, las estadísticas muestran que las enfermedades cardiovasculares son la causa de muerte más común entre ellas. En Argentina, por ejemplo, las enfermedades del corazón representan más de la mitad de las muertes femeninas relacionadas con la salud, superando significativamente al cáncer de mama. Según el Ministerio de Salud de la Nación, en 2012 murieron 71,426 personas por problemas cardiovasculares, y 35,806 de ellas fueron mujeres. Esta situación es similar en gran parte del mundo.

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Lo alarmante es que el desconocimiento juega un papel importante en la alta mortalidad por estas afecciones. Como explica la doctora Cecilia Zeballos, jefa de Rehabilitación Cardiovascular del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, las mujeres suelen llegar más tarde a la consulta médica, y sus síntomas son más difíciles de identificar. "Mientras que los hombres pueden experimentar dolor en el pecho o en el brazo, las mujeres a menudo se sienten simplemente más cansadas o con menos energía, lo que lleva a minimizar los síntomas y retrasar el diagnóstico", comenta Zeballos.

La buena noticia es que prevenir las enfermedades cardiovasculares no requiere de esfuerzos titánicos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales causas de cardiopatías son una dieta poco saludable, la falta de actividad física, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Todos estos son factores de riesgo modificables, responsables de aproximadamente el 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular.

Para combatir estas estadísticas, la Fundación Favaloro y la Sociedad Argentina de Cardiología recomiendan estar al tanto de los antecedentes familiares de salud, así como realizar controles periódicos de glucemia, presión arterial y colesterol. Sin embargo, uno de los cambios más efectivos que podemos hacer es a través de una alimentación saludable. Según el doctor Rodrigo Valenzuela Báez, experto en nutrición, "una dieta balanceada y variada, acompañada de ejercicio, mantiene el cuerpo sano y con vitalidad".

Alimentos que debes sumar a tu dieta

Un cambio en la dieta no significa necesariamente dejar de disfrutar de la comida. De hecho, existen muchos alimentos deliciosos que puedes incorporar y que harán una gran diferencia en tu salud cardiovascular.

1. Pescados: Los pescados, como el atún y el salmón, son una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico y contienen omega 3, un tipo de grasa saludable que reduce la inflamación de las arterias. Consumir estos pescados al menos dos veces por semana es clave para una buena salud del corazón.

2. Carnes blancas: Las carnes como el pollo y el pavo, al ser bajas en grasa, son una opción saludable para consumir proteínas. Es ideal comer carnes blancas al menos dos veces por semana.

3. Aceite de oliva extra virgen: Rico en antioxidantes como los polifenoles, el aceite de oliva extra virgen ayuda a aumentar el colesterol bueno (HDL) y reduce el estrés oxidativo, protegiendo así el sistema cardiovascular. Se recomienda usarlo como parte de las comidas diarias, por ejemplo, en ensaladas o para cocinar.

4. Frutos secos: Nueces, almendras y otros frutos secos contienen grasas saludables como los ácidos grasos omega 3 y oleicos, que son esenciales para reducir los triglicéridos y controlar el colesterol. Además, aportan vitaminas E y C, potentes antioxidantes que combaten los radicales libres. Incorporar una porción de frutos secos como snack tres o cuatro veces por semana puede marcar la diferencia.

5. Cereales integrales: Los cereales como la avena y el centeno son ricos en fibra, lo que ayuda a disminuir la absorción del colesterol malo y promueve su eliminación del cuerpo. Es ideal consumir panes integrales o productos a base de cereales diariamente.

6. Legumbres naturales: Los garbanzos y los porotos son una excelente fuente de proteínas vegetales y fibra. Consumir legumbres al menos dos veces por semana no solo favorece la digestión, sino que también contribuye a la salud cardiovascular.

7. Frutas y verduras: Las frutas como los berries (frutillas, arándanos, cerezas) y el tomate, con su alto contenido de vitamina C, no solo fortalecen el sistema inmunológico, sino que también son cardioprotectores y anticancerígenos. Se recomienda consumir al menos cinco porciones al día, con una proporción de tres frutas y dos verduras.

8. Agua: Mantener una buena hidratación es esencial para que las células del cuerpo funcionen correctamente. El agua es fundamental para un buen funcionamiento metabólico, digestivo y circulatorio. Beber suficiente agua a diario es clave para la salud general.

Alimentos que debes reducir

Si bien hay muchos alimentos beneficiosos para sumar, también hay algunos que deben consumirse con moderación para proteger la salud.

1. Vino tinto: Aunque una copa de vino tinto, especialmente un buen Malbec, puede ser beneficioso gracias a sus propiedades antioxidantes, es crucial no excederse. El consumo moderado de vino puede prevenir la formación de placas en las arterias, pero en exceso, puede causar daño al sistema nervioso central y al hígado.

2. Embutidos: Los embutidos, como el salami o las salchichas, son ricos en grasas saturadas y aumentan los niveles de triglicéridos, incrementando el riesgo de enfermedades cardíacas. Se recomienda limitar su consumo a ocasiones especiales, no más de una vez al mes.

3. Carnes rojas: Las carnes rojas deben consumirse con moderación, preferiblemente bajas en grasa. Lo ideal es consumirlas una vez por semana, para evitar el exceso de grasas saturadas que pueden afectar la salud del corazón.

El poder de la prevención

El mensaje clave de los expertos es claro: prevenir es mucho más fácil que tratar una enfermedad avanzada. La alimentación juega un papel fundamental en esta prevención, y hacer pequeños cambios en la dieta puede tener un impacto significativo en la salud a largo plazo. Desde sumar más frutas y verduras hasta reducir el consumo de alimentos procesados y grasas saturadas, cada decisión cuenta para proteger el corazón y mejorar la calidad de vida.

Adoptar una dieta equilibrada, como la descrita por el doctor Valenzuela Báez, no solo mantiene el cuerpo sano, sino que también ayuda a prevenir enfermedades que podrían resultar fatales si no se detectan a tiempo. Acompañar la dieta con ejercicio regular y controles médicos periódicos es una combinación ganadora para una vida larga y saludable.

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Redacción Vida Positiva