¿Es cierto que cocinar en el microondas elimina todas las bacterias?

Increíble hallazgo de científicos españoles. Consejos para mantener la seguridad e higiene de los alimentos que consumimos y que calentamos o cocinamos en horno a microondas.

Científicos españoles han puesto de manifiesto un hallazgo sorprendente: el microbioma del microondas está lleno de vida, a pesar de la creencia popular de que la radiación de estos electrodomésticos mata todos los microorganismos. Este descubrimiento, que desafía ideas preconcebidas sobre la seguridad de los microondas, subraya la importancia de mantener una limpieza regular en estos aparatos, y también abre la puerta a aplicaciones biotecnológicas interesantes.

El microondas como hábitat de microorganismos

Desde los vertederos de petróleo hasta la Estación Espacial Internacional, los microbios han demostrado una capacidad impresionante para colonizar entornos extremos. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de Valencia ha revelado que estos diminutos organismos también han encontrado un hogar en un lugar más cercano y común: el microondas de nuestras casas, oficinas y laboratorios.

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En su investigación, publicada en la revista Frontiers in Microbiology, el equipo liderado por Manuel Porcar, microbiólogo de la Universidad de Valencia, exploró el microbioma de los microondas y descubrió que, a pesar de la radiación que genera calor, no todos los microbios son eliminados por completo. Esto no solo desafía las creencias populares, sino que también tiene implicaciones importantes para la higiene y posibles aplicaciones biotecnológicas.

La resistencia de los extremófilos en los microondas

Entre las cepas bacterianas identificadas, varias pertenecen al grupo de los extremófilos, organismos que prosperan en condiciones que serían letales para la mayoría de las formas de vida. Estos extremófilos no solo sobreviven en los microondas, sino que también pueden tener un potencial uso industrial. En particular, podrían aprovecharse en procesos que requieren bacterias con una resistencia extraordinaria, como la biorremediación de residuos tóxicos.

El estudio reveló que los microondas, al igual que otros electrodomésticos de cocina como lavavajillas y cafeteras, tienen su propio microbioma. La diferencia radica en que los microbios que sobreviven en los microondas son particularmente resistentes al calor y la radiación, lo que podría abrir nuevas posibilidades en la biotecnología.

Desafiando las creencias populares sobre la seguridad de los microondas

Jason Tetro, conocido como “el hombre de los gérmenes”, y microbiólogo autónomo en Edmonton, Canadá, destacó la importancia de este estudio. Según Tetro, el hallazgo ilumina la realidad de que los microondas, especialmente aquellos compartidos, pueden albergar patógenos potenciales. Durante décadas, se ha enseñado que los microondas calientan y matan todo a su paso. Sin embargo, este nuevo estudio revela que esto no es del todo cierto, y que algunas bacterias pueden sobrevivir e incluso prosperar dentro de estos electrodomésticos.

La diversidad microbiana en los microondas

El estudio de la Universidad de Valencia analizó un total de 30 hornos microondas, que incluían unidades domésticas, de oficinas y de laboratorios. Al cultivar las muestras recolectadas en placas de Petri, el equipo encontró un total de 101 cepas bacterianas. Los géneros bacterianos dominantes fueron Bacillus, Micrococcus y Staphylococcus, todos ellos comunes en la piel humana y en superficies frecuentemente tocadas.

En particular, las bacterias de la piel humana eran más abundantes en los microondas de uso doméstico y compartido, mientras que en los hornos microondas de laboratorio se encontró la mayor diversidad genética de bacterias. Estos hallazgos demuestran que los microondas no son ambientes estériles, como se podría suponer, sino que son entornos dinámicos en los que prosperan diferentes microorganismos, algunos de ellos con potencial para aplicaciones industriales.

Implicaciones prácticas para la limpieza del microondas

Para el público en general, este descubrimiento tiene una implicación sencilla pero importante: el microondas no es un lugar completamente limpio. Aunque no es un reservorio de patógenos peligrosos que deba causar alarma, es esencial mantenerlo limpio para prevenir la proliferación de bacterias que podrían potencialmente causar enfermedades transmitidas por los alimentos.

Los científicos recomiendan desinfectar regularmente los microondas con soluciones de lavandina diluida o sprays desinfectantes comerciales. Además, es crucial limpiar las superficies interiores con un paño húmedo después de cada uso y atender de inmediato los derrames para evitar la acumulación de residuos y la proliferación de bacterias.

Aplicaciones potenciales de las bacterias encontradas

Más allá de las consideraciones de higiene, el descubrimiento de bacterias extremófilas en los microondas abre nuevas posibilidades en el campo de la biotecnología. Estas bacterias, que han sido "seleccionadas" evolutivamente para sobrevivir a repetidas rondas de radiación y altas temperaturas, podrían ser utilizadas en procesos industriales que requieren organismos altamente resistentes.

En particular, la biorremediación de residuos tóxicos es un área en la que estas bacterias podrían ser especialmente útiles. Al poder sobrevivir en condiciones extremas, podrían ser utilizadas para descomponer sustancias peligrosas en entornos donde otras formas de vida no podrían hacerlo. Este potencial uso biotecnológico convierte a los microondas en algo más que simples electrodomésticos de cocina; podrían ser vistos como pequeñas incubadoras de organismos con aplicaciones industriales valiosas.

El futuro de la investigación sobre microbios en electrodomésticos

El equipo de investigadores espera continuar estudiando cómo el uso de microondas afecta a las bacterias a lo largo del tiempo. Comprender mejor la interacción entre la radiación del microondas y los microorganismos podría llevar a nuevas formas de controlar estos microbios y aprovechar sus capacidades únicas para aplicaciones prácticas.

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Redacción Vida Positiva