Soledad Pastorutti, una voz para los sueños

No casualmente la llaman el “Huracán de Arequito” su pasión, fuerza y convicción por renovar y revitalizar el folklore argentino, es el sello de una artista que desde su más temprana infancia , acompañada por músicos y amigos de su pueblo, se presentó en distintos escenarios del interior del país con el sueño de trascender fronteras con su voz
  29 de junio 2013.

Sus utopías se materializaron con tan sólo 15 años cuando en el Festival de Cosquín empuñó su poncho y al ritmo del folklore desató la alegría y la pasión del público del evento folklórico más importante a nivel nacional.Aquel día su vida cambió para siempre. Soledad Pastoruti fue condecorada con el Premio Revelación Cosquín 1996 y firmó un contrato con una importante discográfica a través de la cual editó su primer disco, “Poncho al viento”. En tan sólo algunas semanas el álbum alcanzó un récord de ventas, reuniendo las 800 mil unidades. Su carisma, talento y juventud aceraron a las nuevas generaciones al folklore. Soledad es una referente y una artista capaz de transmitir con su fuerza y su voz aquellas letras que hoy identifican a los más jóvenes.

Hoy ya vendió más de 4 millones de discos y realizó más de 1500 shows en Argentina y en el mundo. Pero sus virtudes, no sólo se cuantifican a partir de los números que muestran su éxito profesional ya que Soledad es una artista que supo encontrar en la solidaridad una vocación firme y sostenida.Su pasión por la ayuda al prójimo tuvo un gran reconocimiento. El Papa Francisco la eligió como la artista argentina que brindará un concierto durante la Jornada Mundial de la Juventud que se llevará a cabo en Río de Janeiro, entre el 23 y el 28 de julio. La noticia fue confirmada por AICA (Agencia Informativa Católica Argentina) y junto a Soledad también se encontrará el cantante Axel quienes juntos serán protagonistas de este mega encuentro internacional, al cual se espera la asistencia de más de tres millones de jóvenes que llegarán desde diferentes partes del mundo.

Una fundación que cree en los niños y jóvenes

La infancia de Soledad en su hogar de Arequito, provincia de Santa Fé, estuvo signada por un sueño: que crean en ella y que algún día su voz suene en las casas de todo el país. Soledad entiende de sueños y por ello, es una persona capaz de ponerse en el lugar de millones de niños que aspiran a ser “grandes”, que desde sus casas y escuelas piensan en crecer, progresar y concretar sus metas.La iniciativa y la pasión de Soledad no sólo vive arriba del escenario, su convicción por ser empática y solidaria con los niños y jóvenes que quieren crecer en un mundo con mayores oportunidades, es su sueño de hoy.La Fundación Soledad Pastoruti es su mayor logro. A través de esta organización, se realizan planes concretos en las áreas de educación, salud y trabajo para mejorar la calidad de vida de niños y adolescentes de todo el país.

Además en cada una de las acciones que la fundación emprende en la inclusión educativa y sanitaria, existe una iniciativa cuyo impacto emociona por su capacidad para cumplir los sueños de los niños y su fuerza transformadora de su realidad presente y futura.La Fundación Soledad Pastorutti lanzó un programa llamado Banco de Instrumentos Musicales, una iniciativa que incentiva la formación musical como un vehiculo para fortalecer los niveles de educación, incentivar la autoestima y desarrollar valores como la disciplina y responsabilidad. El principal objetivo de Soledad es darle la oportunidad a todos los niños de acercarse a la formación musical como una oportunidad para despertar una vocación o bien como un método eficaz para materializar sus sentimientos, incentivar sus capacidades y adquirir el sentido del esfuerzo. El Banco de Instrumentos Musicales se encuentra destinado a niños y jóvenes entre 5 y 18 años que desean aprender a tocar un instrumento y no poseen los recursos o posibilidades de poder adquirirlo.

La Fundación Soledad Pastoruti otorga en préstamo el instrumento deseado durante 3 meses ¿Por qué por ese lapso de tiempo? El plazo es un incentivo. Es decir, el niño o joven debe estudiar, esforzarse o mostrar interés por seguir aprendiendo para renovar su contrato con el instrumento, que siempre se adquiere de forma libre y gratuita. Si los chicos muestran su voluntad de seguir estudiando, el préstamo se renueva automáticamente. La disciplina, la responsabilidad y el compromiso, luego tienen una enorme recompensa. Al finalizar el año, la fundación realiza un encuentro musical con todos los niños que hayan recibido un instrumento. Soledad es quien junto a los pequeños artistas realiza un concierto en el cual cada uno de ellos interpreta una canción. Incentivando la educación y el aprendizaje y estimulando las virtudes, Soledad Pastorutti es una artista que hoy se dedica a cumplir sueños.

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Eugenia Plano | www.vidapositiva.com