¿Quieres innovación? Trabaja la cultura
Quieres innovación en tu organización? Trabaja la cultura de tu empresa a largo plazo, no centres tus esfuerzos únicamente en contratar a trabajadores más cualificados, ni en solicitar más presupuesto para innovación.3 junio, 2013
Es la conclusión a la que llega la American Marketing Association en su estudio Radical Innovation Across Nations: The Preeminence of Corporate Culture.
Después de estudiar el estado de la innovación en 759 organizaciones de 17 de las mejores economías mundiales,Gerard J. Tellis, Jaideep C. Prabhu y Rajesh K. Chandy encontraron que la cultura corporativa determinaba el grado de innovación de la empresa en mayor medida que las políticas del gobierno del país, el capital de trabajo (colaboradores cualificados), los recursos financieros disponibles o la cultura de la nación. Por ello, el mayor predictor de la innovación en una organización multinacional será la cultura de la firma, en mayor medida que las diferencias culturales derivadas de las diferencias entre países, el número de trabajadores cualificados con los que cuente, los recursos de los que disponga o la cultura del propio país.
Otro potente resultado de este estudio indica que la innovación radical se traduce en valor financiero para la organización… ¿A qué estamos esperando para trabajar la innovación desde el enfoque cultural en nuestras organizaciones?
A la hora de comenzar a trabajar la cultura, el primer paso recomendado es el diagnóstico, ya que este aporta la foto general de la compañía basada en datos empíricos. De este diagnóstico es sencillo extraer las fortalezas y áreas de desarrollo por niveles organizativos, lo que permitirá a la dirección de la compañía tomar decisiones y poner foco en las áreas más críticas.
Una vez obtenido el diagnóstico, muchos directivos cometen el error de querer mejorar todos los aspectos de forma inmediata, especialmente las debilidades. Nosotros recomendamos comenzar a trabajar sobre las fortalezas de esa cultura, ya que solo ellas nos darán el impulso necesario para abordar las debilidades con entereza.
La mejor forma de abordar un cambio cultural es elegir dos o tres áreas críticas y comenzar a trabajar sobre ellas a largo plazo. No se trata de cambiar la cultura completamente y de forma inmediata, sino más bien de ir reorientándola a largo plazo hacia una cultura meta, instaurar metas a corto plazo y hacer uso de las fortalezas para movilizar a los colaboradores.
Resumiendo, si queremos innovación en nuestras organizaciones tenemos que abordar el tema de la cultura corporativa. Para ello se recomienda seguir tres pasos:
1. Comenzar con un diagnóstico, que nos dará una foto general de la cultura, sustentada en datos empíricos.
2. Analizar el diagnóstico desde la dirección de la compañía, valorando fortalezas y áreas de desarrollo.
3. Elegir dos o tres áreas críticas y elaborar una cultura meta sobre la que comenzar a trabajar a largo plazo, instaurando metas a corto plazo y haciendo uso de las fortalezas para movilizar a los colaboradores.
Sobre Aitana González – Consultora
Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos por la Escuela de Negocios CEF y por la Universidad a Distancia de Madrid.
Desarrolla su labor en consultoría estratégica de Recursos Humanos con Be-Up, participando en proyectos de innovación, diversidad, cambio cultural, desarrollo de directivos y mentoring. Participa además en proyectos de investigación sobre tendencias en materia de innovación en la gestión y liderazgo.
Ha visto el día a día de la gestión de recursos humanos muy de cerca, trabajando junto a uno de los socios de Avon Cosmetics, allí llamado Human Resources Business Partner (HRBP).
Participó en investigaciones internacionales sobre funcionamiento cognitivo y neuropsicología del lenguaje dirigidas en Radboud University Nijmegen (Holanda), bajo la supervisión de doctores del Donders Institute for Brain, Cognition and Behaviour.
Mi vida ha estado, desde que tengo conciencia, ligada a la investigación y al deporte. La faceta de profesores e investigadores de mis padres, me ha hecho preguntarme siempre el por qué de las cosas. Comencé como gimnasta en una pequeña escuela de las afueras de Madrid capital. Allí encontré mi espacio y fui descubriendo cómo aquello que puede parecer imposible en una primera impresión, se hace posible por medio del entrenamiento.
Con 17 años comencé a trabajar como entrenadora y pasé los años de universidad compaginando mis grandes pasiones: la investigación, el funcionamiento de las personas y su cerebro, con el entrenamiento físico. En aquella época no había descubierto aún lo relacionados que estaban estos temas.
Han pasado unos años y mis pasiones siguen ahí: la investigación, el funcionamiento de las personas y el deporte (ahora… estoy empezando con el windsurf y el trekking… ¡Hasta que llegue la próxima aventura!).
Be-Up ha supuesto para mí una gran oportunidad de desarrollo, tanto por el equipo humano que lo integra como por el excelente entorno de trabajo, en el no se dan las cosas por sentadas y en el que hacerse preguntas es un valor añadido.