Mitos acerca de la dieta vegetariana

Cinco creencias erróneas sobre las dietas vegetarianas.

La relación entre la alimentación y el bienestar es uno de los temas que más preocupan hoy en día. Son muchas las personas que dedican una especial atención a su dieta bien sea por motivos de salud, éticos, estéticos o, incluso, religiosos. En ese marco, el vegetarianismo es una opción dietética que cuenta cada vez con más adeptos. Pero, ¿en qué consiste exactamente el vegetarianismo?.

Ya sea por motivos de salud o éticos, el vegetarianismo es una de las opciones dietéticas que más está creciendo en las sociedades industrializadas. Existen abundantes evidencias científicas que relacionan muchas de las enfermedades crónicas o problemas de salud de la población con el consumo excesivo de productos de origen animal. Es el caso de la obesidad, la dislipemia, la diabetes o el cáncer.

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También hoy día el vegetarianismo se considera una buena alternativa para contribuir a la conservación de los recursos naturales tan explotados por el ser humano. Así pues, diferentes entidades y sociedades científicas recomiendan incluir más alimentos de origen vegetal en la dieta y, más aún, que sean los alimentos de origen vegetal la base de la alimentación.

Hay diferentes tipos de dietas vegetarianas. La más habitual es la que siguen los ovolactovegetarianos, aquellas personas que consumen alimentos de origen vegetal (legumbres, cereales, frutas, verduras, frutos secos) e incorporan en su dieta lácteos y huevos. También es muy común la dieta que siguen los veganos, que toman cualquier tipo de alimento vegetal y excluyen de su dieta alimentos de origen animal como las carnes, pescados, lácteos y huevos. Hay también opciones dietéticas más restrictivas, como la dieta macrobiótica (cereales) o la dieta frugívora (frutas), aunque no son tan habituales.

¿Son recomendables las dietas vegetarianas? Existen varios mitos sobre este tipo de alimentación que pueden hacer dudar de sus bondades. A continuación se plantean cinco de ellos.

1. Los vegetarianos tienen siempre estilos de vida alternativos

El primer falso mito sostiene que las dietas vegetarianas son solo seguidas por personas con estilos de vida alternativos. Es por completo incorrecto. Las dietas vegetarianas son adoptadas por miles de personas a lo largo de todo el mundo. Aunque su introducción en Europa y Estados Unidos sí pudo estar unida a motivos éticos y de cambios en el estilo de vida, hoy en día muchas personas que desean mejorar su estado de salud optan por una alimentación vegetariana.

2. Las dietas vegetarianas implican déficits nutricionales

Otro mito muy extendido afirma que las dietas vegetarianas no son saludables y pueden conllevar déficits nutricionales. Es falso. Toda dieta vegetariana bien planificada es saludable y nutricionalmente adecuada. Incluso las dietas vegetarianas pueden contribuir a una reducción en la incidencia de enfermedades crónicas en la sociedad, tales como la diabetes, la obesidad o el cáncer. Aun así, toda restricción dietética puede conllevar un riesgo de déficits nutricionales, si no se planifica de manera correcta. Una dieta ovolactovegetariana y vegana puede suponer un riesgo de déficit de vitamina B12, yodo y vitamina D, pero si la dieta está bien planificada y organizada no tiene por qué implicar ningún riesgo nutricional. Patrones dietéticos vegetarianos más restrictivos (frugívorismo o macrobiótica) sí pueden generar más riesgos nutricionales. Por esta razón, es muy importante acudir a un dietista-nutricionista para confeccionar y organizar la dieta, si se desea llevar un estilo de alimentación vegetariano.

3. Las dietas vegetarianas no aportan suficientes proteínas

Una creencia muy extendida es que las dietas veganas y ovolactovegetarianas no aportan suficientes proteínas. Y, de nuevo, es falsa. Las dietas que incluyen huevos y lácteos pueden cubrir sin problema las necesidades proteicas de adultos y niños. En el caso de dietas veganas, incorporar alimentos vegetales sustitutos de la proteína animal, como el seitán o la soja (tofu, miso, tempeh y otros derivados), junto con alimentos como los cereales, legumbres y frutos secos combinados de manera correcta aseguran el aporte proteico de la dieta.

4. La dieta vegetariana no es buena en el embarazo

También se suele afirmar que no es recomendable que una mujer embarazada siga una dieta vegetariana. Es un mito. Una dieta vegetariana bien planificada es apta para todos los ciclos de vida, incluidos la gestación y la lactancia. El embarazo requiere controles analíticos que todas las mujeres -vegetarianas o no- deben realizar. Es probable que la mujer gestante vegetariana deba tomar durante el embarazo suplementos de vitamina B12 y ácido fólico, además de seguir los controles analíticos que le recomiende su ginecólogo.

5. La dieta vegetariana es siempre saludable

Otro mito muy habitual señala que una dieta vegetariana, solo por el hecho de serlo, ya es saludable. No es así. Una dieta vegetariana puede ser igual de desequilibrada nutricionalmente hablando que una dieta no vegetariana. Esto es así porque existen múltiples opciones de alimentos de origen vegetal ricos en grasas trans o grasas saturadas y azúcares, de manera que no siempre seguir una dieta vegetariana significa llevar una dieta saludable. Muchas dietas vegetarianas pueden ser en exceso calóricas, ricas en grasas y azúcares, si se abusa de alimentos como galletas, bollería, preparados de sustitutos cárnicos ricos en grasas, cereales de desayuno azucarados, miel, azúcar y bebidas azucaradas, margarinas, helados y productos de aperitivo.

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Fuente: www.consumer.es