MAX PLANCK: Pionero de la Física Cuántica que transformó el Mundo Científico
El visionario científico alemán Max Planck dejó un legado que perdura a través de una red de institutos de investigación que llevan su nombre, representa la independencia y la innovación en la ciencia.
Las contribuciones de Planck no solo revolucionaron la teoría cuántica, sino que allanaron el camino para inventos icónicos como el horno de microondas, microprocesadores, transistores y rayos láser. A pesar de que sus primeras investigaciones generaron escepticismo, rápidamente ganó renombre como el renovador de las ciencias naturales.
Nacido el 23 de abril de 1858 en Kiel, Alemania, Max Planck demostró su excepcional talento no solo en ciencias naturales, sino también en música. A pesar de su destreza musical, optó por estudiar física, desafiando las creencias de la época que afirmaban que la física ya había explorado todos sus límites.
El tema de moda: la luz
La industria eléctrica necesitaba estándares uniformes para bombillas eléctricas. Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: La industria eléctrica necesitaba estándares uniformes para bombillas eléctricas.
En 1885, asumió su primera cátedra en física en Kiel, seguida de otra en Berlín dos años después. A fines del siglo XIX, su enfoque en la luz, motivado por la necesidad de estándares uniformes para la industria eléctrica en rápido crecimiento, condujo a descubrimientos inesperados. Planck reveló que la luz no se comporta siempre como una onda continua, sino a veces como partículas cuánticas, desafiando las creencias establecidas.
Su fórmula presentada en 1900, que incluía la constante de Planck (simbolizada por "h"), marcó el inicio de la física cuántica y le valió el Premio Nobel de Física en 1918. Aunque inicialmente dudosa, su teoría ganó apoyo crucial de Albert Einstein, quien reconoció la importancia de la discontinuidad que Planck había propuesto.
Pero lo que sucedió no estaba previsto para nada. Planck descubrió en sus experimentos que la luz no se expande siempre como una onda continua como suponía la física de entonces, sino que se comporta a veces como un conjunto de partículas, de “cuantos” de luz. El mundo de la ciencia reaccionó con escepticismo y el mismo Planck dudaba de su monstruosa hipótesis. Pero Albert Einstein, entonces un desconocido físico, se tomó en serio la discontinuidad de la que Planck hablaba.
Las preguntas que surgieron de los postulados de Planck impactaron en casi todos los ámbitos del conocimiento, incluyendo la filosofía. La constante de Planck, la relación entre la cantidad de energía y la frecuencia de una partícula, que los físicos simbolizan con la letra “h”, es una de las más importantes de la historia de la ciencia, a la par de la velocidad de la luz, la “c” de la célebre fórmula de Einstein y la constante de la gravedad, la “g” de Newton. En 1900 presentó su fórmula públicamente lo que abrió el paso a la llamada física cuántica y le valiera en 1918 recibir el Nobel de Física. Albert Einstein recibió el galardón en 1921.
A lo largo de su vida, Planck desempeñó roles clave en diferentes regímenes políticos en Alemania, buscando mantener la ciencia al margen de la política. Planck fue un funcionario público que sirvió con lealtad a la monarquía del Káiser Guillermo, a la República de Weimar, el régimen de Hitler, y la Alemania controlada por los aliados. Tuvo importantes cargos, entre ellos el de presidente de la Sociedad del Káiser Guillermo a partir de 1930. Intentó mantenerse apolítico pero cuando el físico Albert Einstein fue obligado a abandonar la Academia de las Ciencias, Planck intentó convencer a Hitler de que la emigración forzada de judíos afectaría a la ciencia alemana y que los judíos podían ser buenos alemanes. Hitler perdió los estribos y corrió al científico a gritos. Planck no se rebeló.
En su vida privada el científico vivió amargas experiencias. Siendo joven vio morir a su primera esposa de tuberculosis y uno a uno perdió a sus cuatro hijos. Su hijo mayor cayó en la Primera Guerra Mundial en 1916, sus hijas gemelas murieron ambas al dar a luz y el más joven, Erwin Planck, fue acusado de participar en el atentado contra Hitler. Pese a los esfuerzos del renombrado científico por conmutar la condena y salvar la vida de su hijo, éste fue ejecutado en 1945.
Tras la Segunda Guerra Mundial, teniendo Max Planck 87 años, comenzó lo que sería su último proyecto. Inició el fomento de la investigación científica en la renombrada Sociedad Káiser Guillermo, convirtiéndose en su presidente honorario. Por presión de los aliados ésta adoptaría en 1946 el nombre de Sociedad Max Planck. Su legado continúa a través de 80 institutos de investigación científica. Max Planck falleció a los 89 años el 4 de octubre de 1947, dejando un impacto duradero en la comprensión del mundo cuántico y la promoción de la investigación científica.