Falsas creencias y dietas absurdas, los peligros en la salud

Cuando la voluntad de bajar de peso es la cuestión, muchas veces en lugar de ponerse en las manos de un especialista en nutrición, muchas personas optan por mitos, regímenes de revistas femeninas o consejos de amigos.

Nada de esto será eficiente para el objetivo propuesto y menos para la salud. El peligro de realizar una dieta hipocalórica sin la supervisión médica. La responsabilidad sobre nuestro cuerpo.

Cada vez que pensamos en un régimen para bajar de peso, se piensa en el resultado y no en el proceso. Es decir, no hay quien no sueñe con fórmulas mágicas que en un instante logren el peso deseado. Pero, la magia no existe en ningún aspecto de la vida, todo depende de nuestro sacrificio. Entonces, cada vez que alguien proponga un plan inmediato y efectivo, la duda debe ser nuestra actitud más correcta.

La dieta de la "luna" o la de la "sopa", entre otras, sólo nos harán bajar la calidad de nuestra salud. Llevar a cabo un plan alimenticio, supervisado por un médico y con todos los controles necesarios, según nuestra historia clínica; será la única forma para lograr resultados coherentes y consecuentes.Pero, a pesar de esta premisa y las campañas preventivas, todavía existen algunos mitos y mentiras a la orden del día ya que las dietas para adelgazar se han convertido en una charla cotidiana y su popularidad más que tender a la responsabilidad ha conllevado a riesgos innecesarios.

En este sentido la nutricionista, Lic. Marcela Licata, explica cómo funciona el peligroso boca en boca de las dietas: "Cuando de bajar de peso se trata, la inmensa mayoría de las personas cae alguna vez en esas creencias populares. La pérdida de peso es un fenómeno complejo ya que no sólo es intentar realizar algo de ejercicio y quitar la grasa de la dieta. Hay una gran confusión con respecto a este tema, y es muy complejo porque hay que tener en cuenta los diferentes antecedentes de cada individuo. Pensar que la misma dieta es adecuada para todo el mundo es incorrecto, y buscar un método acelerado para poder perder eso kilos acumulados a lo largo de la vida, complica aún más esa situación".

Entonces, ¿cuáles son algunos de esos mitos tan populares como incorrectos? Uno de los más comunes en los últimos tiempos fue realizar una dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos, ¿es la mejor opción para perder peso? La Lic. Licata es contundente: "Si lo que se desea en beneficio de nuestra salud, es perder peso, se debe crear un déficit de calorías a lo largo del día realizando 5 comidas diarias, e intentando que las raciones más pequeñas correspondan a la cena, independientemente de si el tipo de calorías proviene de hidratos o las proteínas". La principal contra de estas dietas es que no pueden mantenerse a lo largo del tiempo y por ello fracasan y ocurre el conocido "efecto rebote". Además, el exceso de proteínas puede dañar seriamente el sistema renal.

Otro de los grandes presupuestos en el mundo de las dietas es que "todo alimento ingerido durante la noche el organismo lo convierte en grasa corporal". "Es falso -aclara la especialista en nutrición-. No existe científicamente un veredicto que afirme que comer por la noche engorda. Lo que si está claro, es que no comer bien durante el día nos hace cenar excesivamente e induce a consumir calorías de más. Al superar esa necesidad calórica diaria obtenemos como resultado un aumento del peso corporal. La base para las personas que realizan una dieta para bajar de peso, es alimentarse adecuadamente durante el día, y cenar ligero, así no caeremos en la tentación de consumir calorías extras. Pero no necesariamente comer en la noche engorda".

Otra frase tan popular como peligrosa es que "para adelgazar hay que pasar hambre". Esta es una de las mentiras más peligrosas ya que la persona que así lo cree puede caer en trastornos alimenticios o bien pasar períodos de ayuno y luego darse a atracones.

Los mitos y las creencias populares son aquellas mentiras estereotipadas que lejos de la verdad perjudican nuestra salud física y mental. Las buenas costumbres en la nutrición y hábitos saludables a lo largo del tiempo son la única forma de tener y mantener un peso saludable. Entonces, en lugar de escuchar a los amigos y leer la última dieta en una revista, consultemos a un médico.

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