El valor del esfuerzo en la vida de un niño llamado Mario

Mario Rodríguez vive en una casa humilde, alejada de los centros urbanos y de los sitios en dónde todo parece estar al alance de la mano. Pero para este pequeño la vida es un desafío y si existen dificultades, existen soluciones.
Diariamente cargando sus libros y cuadernos sobre su pequeña espalda, Mario camina 6 kilómetros para llegar a su escuela. Sus calificaciones en todas las materias hablan por si mismas de su esfuerzo. Un contundente 10 se lee en el boletín del último año y por su tesón, vocación y perseverancia fue honrado por el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) de Uruguay con el reconocimiento "Niño Cero Falta", por haber asistido a todas y cada una de sus clases del ciclo electivo.

Mario Rodríguez vive en una casa humilde, alejada de los centros urbanos y de los sitios en dónde todo parece estar al alance de la mano. Pero para este pequeño la vida es un desafío y si existen dificultades, existen soluciones.

Mario cuenta con escasos bienes materiales y una multiplicidad de esfuerzos que lo definen e identifican como un niño apasionado por la autosuperación como el único camino válido para trascender su origen,

Durante este verano, Mario decidió fortalecer sus conocimientos y desde su hogar ubicado en el Paraje La Calera, a 15 kilómetros de Minas, pasó las horas leyendo libros y revistas, especialmente aquellas que brindaban información acerca de los animales ya que su sueño es que al terminar la escuela pueda comenzar la carrera de veterinaria.

Los cultivos es otra de sus grandes pasiones, y el mismo plata en el fondo de su casa distintas verduras que son una ayuda para la alimentación de su familia. Mario además alimenta y cuida a los animales que viven en su casa como gatos, gallinas, gansos y conejos.

Un niño de tan sólo 9 años ha comprendido que salir adelante es sinónimo de responsabilizarse de los propios actos y en la acción de creer y crear nuevas condiciones para salir adelante está la clave de su inconmensurable esfuerzo.

Cuando la mayoría de los niños y los adultos duermen, hay un niño en Uruguay que despierta cuando todavía no ha salido el sol para comenzar a caminar hacia el sitio en donde día a día construye su futuro y acerca la realización de sus sueños.

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Por Eugenia Plano