¿El modo oscuro del celular es bueno para la vista?

El modo oscuro es probablemente una de las funciones de interfaz más populares de los dispositivos electrónicos actuales. Pero, ¿qué beneficios tiene realmente?

Desde aplicaciones hasta sistemas operativos de teléfonos móviles y portátiles, muchos de los productos que usamos hoy tienen algún tipo de modo oscuro integrado en la interfaz de usuario. En consecuencia, esto plantea una pregunta interesante: ¿el modo oscuro del teléfono celular realmente protege los ojos?

Historia del modo oscuro

Es posible que las nuevas generaciones no lo sepan, pero algunas de las primeras computadoras hogareñas usaban monitores CRT monocromáticos que mostraban texto claro en una pantalla con fondo negro. Incluso muchas máquinas de procesamiento de texto (el equivalente de ese entonces al Microsoft Word) también le permitían escribir texto en blanco sobre fondo negro.

Sin embargo, todo eso cambió en la década de 1980, cuando empresas como Xerox y la ahora desaparecida CPT Corporation comenzaron a fabricar máquinas procesadoras de texto con una pantalla en blanco y texto en negro. En la práctica, esto se hizo para reproducir la apariencia de la tinta en el papel. Las interfaces de computadora comenzaron a tener similitudes con el papel simplemente porque la gente pensaba que la pantalla negra con caracteres claros era muy extraña.

Cuando estas personas -que no eran programadores- conocieron las computadoras, se necesitaba hacer algo. A medida que las computadoras se convirtieron en herramientas importantes para todas las empresas, se comprendió que los empleados tendrían que trabajar en un entorno familiar. Y este entorno no era otro que el relacionado con el rol.

Aún así, el modo oscuro volvería a estar en pleno apogeo años después. Empresas como Apple y Google decidieron pasar al modo oscuro en todos sus productos y el mundo siguió su ejemplo. Si bien esto abrió una nueva posibilidad para los usuarios, esta característica vino con la promesa de promover una lectura menos agresiva para los ojos.

Las ventajas de usar el modo oscuro

Si bien el modo oscuro se cita comúnmente como beneficioso para la vista, es importante dejar en claro que este beneficio se limita a cuando se tiene poca luz ambiental o cuando no se planea leer durante períodos de tiempo prolongados. En la práctica, el modo oscuro puede reducir considerablemente la fatiga visual en condiciones de poca luz.

Otra ventaja del modo oscuro es que corta la luz azul que a menudo se considera dañina para los ojos. La luz azul es un espectro de luz visible de alta energía con una longitud de onda más corta. La mayor fuente natural de luz azul para los seres humanos es el sol, pero nuestros teléfonos móviles también emiten rastros de luz azul. Por lo tanto, la exposición excesiva a la luz azul puede suprimir la secreción de melatonina, una hormona importante para dormir lo suficiente por la noche.

Aún así, la principal ventaja del modo oscuro es que ahorra consumo de energía en dispositivos con pantallas OLED. En los paneles OLED, cada píxel se ilumina individualmente. De esa manera, cuando el fondo es blanco, todos los píxeles se encienden y la pantalla requiere más energía. En consecuencia, cuando los píxeles se vuelven negros, como en el caso del modo oscuro, los requisitos de energía de la pantalla se reducen naturalmente.

Es importante aclarar que esta capacidad de ahorro de energía en modo oscuro se limita a las pantallas OLED. Los teléfonos, monitores y portátiles con pantalla LCD no se benefician de esta función. Esto se debe a que las pantallas LCD se iluminan mediante un panel posterior que siempre se ilumina por completo.

Las desventajas de usar el modo oscuro

Aunque muchas personas se sienten más cómodas usando el modo oscuro en condiciones de poca luz, no siempre se recomienda hacerlo. Los seres humanos son naturalmente adeptos a ver las cosas con mayor claridad durante el día que durante la noche. Nuestros ojos han evolucionado para trabajar en entornos de abundante luz, ya sea viendo objetos en nuestro entorno natural durante el día o texto escrito en papel.

Dicho esto, un punto discutible que va en contra del uso del modo oscuro para una mejor visibilidad es que el modo claro sobre oscuro (especialmente para texto) no es necesariamente bueno para todos. Un estudio de 2014 encontró que a las personas con astigmatismo les resulta más difícil leer texto con letras blancas sobre un fondo oscuro que texto negro sobre un fondo blanco.

Parte de esto tiene que ver con los niveles de luz. Con una pantalla brillante (fondo blanco), el iris se cierra un poco más, disminuyendo el efecto de las lentes “deformadas”. Por otro lado, con una pantalla oscura (fondo negro), el iris se abre para recibir más luz y la deformación de la lente crea un enfoque mucho más difuso en el ojo.

Por tanto, si compartes estos síntomas, es posible que padezcas astigmatismo y ni siquiera lo sepas. Indirectamente, esta puede ser la razón por la que no te sientes bien leyendo cosas en tu teléfono con el modo oscuro activado.

¿Debería usarlo o no?

Dependiendo de cómo uses tu dispositivo, cada modo tiene sus propias ventajas y desventajas.

El consejo que suelen compartir los expertos es que si vas a hacer una lectura larga, mantengas activado el modo tradicional. El texto negro sobre fondo blanco contribuye a una mejor legibilidad y, en consecuencia, a una mejor comprensión de los textos extensos. En el modo oscuro, tu pupila debe expandirse para dejar entrar más luz. En la práctica, esto puede reducir tu capacidad de lectura.

También vale la pena mencionar que cuando comienzas a ver cosas en modo oscuro durante un período prolongado, como durante unos meses, tus ojos se acostumbran a dejar entrar menos luz. Por esta razón, si observas una pantalla brillante de vez en cuando, puedes sentirte incómodo. Sin embargo, si estás acostumbrado a leer constantemente en entornos con poca luz, se recomienda utilizar el modo oscuro como una forma de "equilibrar" el contraste de luz entre el dispositivo y el entorno.

Al final, depende de cada uno cambiar constantemente de modo para ver cuál se adapta a nuestro estilo de lectura. Trata de analizar textos (que a menudo son más exigentes visualmente) de diferentes tamaños para encontrar un patrón determinado. En caso de duda, consulta a un optometrista especializado.

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