Consejos para lograr una pareja saludable
Amor, atracción y dependenciaPor Natalia Barrera
:: Argentina ::
”El amor cuando se busca nunca llega y aparece cuando menos te lo esperas” comienza diciendo una popular canción. Y es así, generalmente cuanto más reacios estamos a encontrar una pareja estable es cuando una nueva ilusión golpea nuestra puerta. Con cada nueva relación amorosa aparecen un sinfín de sentimientos que nos atraviesan y penetran nuestro cuerpo, y allí es cuando aparecen otras emociones como la atracción, y hasta incluso la dependencia.
El amor es así, tiene efectos similares al de una droga. Cuando nos enamoramos, el cerebro comienza a segregar sustancias como serotonina, oxitocina y dopamina haciéndonos sentir felices, eufóricos y excitados. Pero como toda droga que se consume por períodos largos, en algún momento algo nos hace sentir que nos falta algo más para alcanzar esa sensación de plenitud.
Acción y reacción: Las fases del enamoramiento
Todo comienza por “la atracción”, esas mariposas que sentimos en nuestra panza cuando pasamos mucho tiempo pensando en el otro, en cómo será y generándonos esa imagen casi endiosada de la persona que queremos a nuestro lado. A continuación, vienen las seguidillas de citas y la posibilidad de formar una relación estable. Es aquí cuando pensamos si la otra persona realmente es una pareja ideal para nosotros.
Para que una pareja perdure en el tiempo tenemos que animarnos a cambiar la rutina, y no caer en la monotonía. Como toda relación hay que dedicarle tiempo y atención para que crezca y se haga fuerte el vínculo.
Una vez consolidada, nos cuestionamos como construir una pareja sana. Aquí existen ciertos elementos a tener en cuenta: la tolerancia, la empatía, el cómo alimentar la relación, tener proyectos juntos y diálogos profundos que nos permitan evolucionar como seres humanos.
Sin embargo, no hay que confiarse. Con el tiempo dentro de una pareja puede aparecer la dependencia emocional que nace de la inseguridad y el miedo a perderse mutuamente. Es un estado psicológico que se puede manifestar en cualquier relación, pero que se potencia en las amorosas. Toda dependencia emocional nace de una baja autoestima, miedo y desvalorización de uno mismo. Debemos entender que la primera relación que debemos consolidar es con nosotros mismos, porque si no vamos a buscar llenar esas carencias afectivas con nuestros vínculos. No nos enamoramos del otro, nos enamoramos de nosotros mismos por cómo nos sentimos cuando estamos con el otro.
Cuando la dependencia emocional aparece, debemos construir un lazo más fuerte con nosotros mismos, mejorar nuestro autoestima y tener metas personales que nos motiven, para no vivir a través de nuestra pareja.
La clave está allí, en sanar la relación con nosotros mismos. Si estoy conforme con quién soy y me siento feliz de ese modo, no voy a formar una pareja desde la necesidad.