Claves para evitar y detectar el cáncer de colon

Es uno de los tumores más sencillos de prevenir y uno de los más frecuentes en nuestro país. Si se lo diagnostica a tiempo, puede ser curable en la mayoría de los casos.
Foto: Corbis

Por María Belén Gutierrez Sieiro

El cáncer de colon es el tercer cáncer más frecuente en la Argentina, luego del de mama y próstata, y se estima que cerca de 20 personas mueren a diario como consecuencia de esta enfermedad.

Pero esto no es todo: se cree que para 2030 habrá 16.663 nuevos casos en el país y la cifra de muertes aumentaría a 10.649.

Gracias al avance de la ciencia, si se diagnostica a tiempo, el cáncer de colon puede tener hasta un 90 por ciento de posibilidades de curación. No obstante, de los 11 mil que se detectan cada año, dos de cada tres están avanzados, lo que reduce los niveles de sobrevida.

Por lo general, se produce en mayores de 50 años y el 75 por ciento de los casos se desarrolla en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares en relación con la enfermedad.

El cáncer de colon comienza con la aparición de un pólipo, una especie de pequeña verruga que crece en el intestino y se puede transformar en un tumor grande, que puede devenir en cancerígeno. Sin embargo, se desarrolla lentamente durante más de 10 años.

"No toda persona que tiene un pólipo va a tener cáncer, pero tiene un mayor riesgo de generar cáncer de colon. Será el especialista quien deberá decir si ese pólipo tiene más o menos riesgo", asegura el Dr. Mario Barugel, director de Co-Herencia, y parte del equipo médico del Hospital Udaondo.

Si estas lesiones premalignas se detectan y extirpan a tiempo, aumentan considerablemente las chances de frenar la enfermedad. De lo contrario, puede diseminarse hacia los ganglios linfáticos u órganos vecinos y hacer metástasis, lo que constituye la fase más avanzada.

Hay que tener en cuenta que si la consulta se realiza con síntomas, hay un 60 por ciento de probabilidades de curación, ya que la enfermedad se encuentra desarrollada. Pero si se realizan los chequeos correspondientes antes de que pueda evidenciar señales, tiene un 90 por ciento de posibilidades de erradicarla con tratamientos menos invasivos.

PREVENCIÓN, LA PALABRA CLAVE

Según el Ministerio de Salud de la Nación, este tipo de tumores es uno de los más sencillos de prevenir, dado que su progresión es lenta. Por eso, si se quiere reducir la posibilidad de desarrollar la enfermedad, es preciso realizar exámenes periódicos.

Si tenés cambios en los hábitos intestinales u obstrucción intestinal, sensación de defecación incompleta, sangrado intestinal o sangre en las heces, anemia por deficiencia de hierro, pérdida de peso y disminución del apetito, es necesario que consultes a un especialista.

Los médicos recomiendan que a partir de los 50 años, tengas o no síntomas, te hagas chequeos y en caso de antecedentes familiares, es probable que debas hacerlo antes.

Lo aconsejable es realizar un examen de sangre oculta de materia fecal una vez al año. Hoy en día, se está usando mucho el test de inmunohistoquímico. De la misma manera que el anterior, se puede hacer en casa pero es más sensible y detecta muy pequeñas pérdidas de sangre. Además, no hace falta hacer dieta para practicárselo, lo que lo vuelve mucho más cómodo de realizar.

Si se detecta sangre en la evacuación, se debe consultar con un especialista, quien probablemente pida hacer una colonoscopía. "Si bien la mayoría de los sangrados detectados en la materia fecal corresponden a una patología benigna, como por ejemplo hemorroides, no se puede inferir el diagnóstico sin la realización de los exámenes correspondientes. Las personas deben tratar de vencer la resistencia a realizar estos exámenes por pudor, temor al dolor o a algún hallazgo no deseado", señaló el Dr. Ubaldo Alfredo Gualdrini, Coordinador del Programa de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del Instituto Nacional del Cáncer.

Como estudio complementario, también se puede realizar una tomografía computarizada que permite examinar el colon.

A LA HORA DE LA CURA

Hoy en día hay varias alternativas terapéuticas, aunque la elección de cada una depende del estadío de la enfermedad. Si es detectado en etapas tempranas, puede ser tratado con una intervención quirúrgica menos invasiva, como la cirugía laparoscópica, sin requerir tratamientos adicionales. Incluso, en casos seleccionados, puede ser suficiente extirpar el tumor a través de la colonoscopía.

"El tratamiento por excelencia es la cirugía, que erradica la enfermedad cuando está localizada. En aquellos pacientes con alto riesgo de recurrencia se utilizan combinaciones de medicación, quimioterapia con anticuerpos monoclonales dirigidos a proteínas del tumor o a los mecanismos de crecimiento. Sin embargo, el sostén familiar, la dieta y la contención del médico son tan importantes como el tratamiento en sí y no deben minimizarse", explicó el Dr. Gustavo Jankilevich, Jefe Sección Oncología del Hospital Carlos Durand de Buenos Aires.

La terapia también puede complementarse con la aplicación de rayos (radioterapia).

Según estudios mundiales, el 50 por ciento de los pacientes con cáncer colorrectal desarrolla metástasis al evolucionar. En esta etapa se usan diferentes líneas de quimioterapia junto con terapias dirigidas a blancos moleculares específicos en algunos casos.

Sin embargo, para aquellos pacientes que ya probaron todas las terapias y la enfermedad progresó, existe otra alternativa. Un nuevo medicamento, llamado Regorafenib, fue autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) hace pocos meses y promete reducir un 23 por ciento el riesgo de muerte e incrementar un 30 por ciento el tiempo de superviviencia. Ha habido personas con metástasis que se curaron gracias a esta droga, aunque son casos puntuales y escasos. No obstante, es importante saber que no todos son candidatos a usarlo, sino solamente un grupo seleccionado de pacientes.

"Hoy en día podemos curar a pacientes que en la década del 90 ni siquiera podíamos aspirar a curar. Sin embargo, disponemos de tantas drogas que todavía estamos aprendiendo a utilizarlas", afirmó el Dr. Guillermo Méndez, médico oncólogo de la Fundación Favaloro.

Una vez más, la prevención es fundamental. Y para aquellos que padecen cáncer de colon, mantener una actitud positiva es lo más recomendable, ya que la cura dejó de ser una utopía.

Consejos para evitar el cancer colorrectal

Cambiar los hábitos también es una forma de prevenir. Por eso, tené en cuenta algunas cuestiones que pueden disminuir notablemente el riesgo de padecer la enfermedad:

• Consumí una dieta rica en fibras, especialmente frutas y verduras.

• Disminuí el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal.

• Practicá ejercicio físico regularmente y evitá la obesidad.

• Disminuí el consumo de bebidas alcohólicas.

• Evitá el tabaco y el alcohol en exceso

• Ingerí productos ricos en calcio.

• Entre los grupos de riesgo se encuentran aquellos cuyos padres, madres, hermanos o hijos padecieron cáncer colorrectal; quienes sufren enfermedades inflamatorias del intestino grueso, conocidas como colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn; y quienes hayan tenido pólipos adenomatosos..

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Fuente: http://www.revistasusana.com/1702086-claves-para-evitar-y-detectar-el-cancer-de-colon