Tendencia: la cosmética ecológica
Cada vez somos más las que buscamos incorporar hábitos naturales en todos los ámbitos de nuestra vida. Y la estética no queda afuera de esto. ¿Qué es la biocosmética y cuáles son sus beneficios? Las respuestas de una experta.Cada vez somos más las que buscamos incorporar hábitos naturales para mejorar nuestra calidad de vida. Alimentos orgánicos, ejercicios diarios y rutinas antiestrés parecen no ser suficiente. Una mayor conciencia sobre los productos de belleza que utilizamos diariamente está cada vez más presente en los consumidores. Para conocer más sobre esta tendencia y sus beneficios, Entremujeres conversó con la doctora Lelia Nudelman.
¿Qué es la biocosmética?
La biocosmética hace alusión a aquellos productos para la piel cuyos ingredientes naturales son producidos y recolectados a través de métodos orgánicos.
¿En qué se basa la tendencia de la biocosmética?
Desde hace algunos años, la tendencia de incorporar elementos naturales ha llegado a la Argentina influenciada por la cosmética europea. Surgida por la creciente atención a la salud y el bienestar, el aumento de la incidencia de las alergias y la preocupación por la seguridad de los innumerables productos químicos a los que estamos expuestos. Las personas no sólo quieren comer alimentos orgánicos sino que se proponen que todo lo que toque su piel sea amigable con el medio ambiente.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los ingredientes de origen natural prometen la misma eficacia que las fórmulas tradicionales pero con varios extras: mayor tolerancia cutánea, mejores resultados y más respeto por la piel.
¿Cuándo un producto es considerado “bio”?
Los cosméticos naturales, como los biocosméticos, son elaborados con ingredientes vegetales, pero para que un producto sea considerado bio es necesario que al menos el 95% de sus ingredientes sean de origen natural y que al menos un 10% de sus componentes provengan de agricultura biológica. Más aún, los ingredientes de origen natural deben ser compuestos vegetales (nunca animales), provenientes de cultivos biológicos en los cuales no se empleen aditivos, como pesticidas o fertilizantes químicos, en todo el proceso desde la preparación de la tierra, la siembra, la recolección, la destilación y hasta en el laboratorio. Además, para la elaboración de los biocosméticos se deben emplear procedimientos totalmente naturales.
Su fabricación debe generar un mínimo impacto ecológico en el medioambiente, al igual que su almacenamiento y transporte; no deben contener conservantes, colorantes, siliconas ni productos artificiales; ni ser sometidos a control en animales.
¿Por qué es importante que un laboratorio se interese por los nuevos procesos?
La biocosmética es una de las consecuencias de la creciente concientización de la humanidad ante el cambio climático y el incierto futuro del planeta Tierra. Supone, ante todo, un nuevo acercamiento a la Madre Naturaleza, para que sea ella la encargada de cuidarnos y mimarnos. A menudo, olvidamos que la piel actúa como filtro y barrera de nuestro organismo, y que muchos productos químicos pasan esta barrera y se acumulan en el cuerpo. Por ello, frente a la cosmética imperante –en la que intervienen productos químicos nocivos para la salud– esta tendencias atrae cada día a un mayor número de consumidores. Las sustancias vegetales y biológicamente cultivadas que se utilizan estimulan la capacidad natural de la piel para recuperarse y no suponen una agresión para el frágil equilibrio de la epidermis. De allí la importancia de que un laboratorio se incline hacia esta nueva orientación.
Asesoró: Dra. Lelia Nudelman, directora médica de Laboratorios Carthage.