¿También usted debería mejorar?
El cambio empieza por uno mismo.Hubo un tiempo en que los médicos pensaban que la sangría era la mejor manera de curar a los enfermos. Se pensaba que puesto que los malestares provenían de la “sangre mala”, extrayendo ésta se ayudaba al paciente a eliminar la causa de sus malestares. Si la condición del paciente no mejoraba, se insistía en el tratamiento, de manera que en más de una ocasión produjo su muerte. Esta “forma de curar” se practicó extensamente desde la Edad Media hasta principios del Siglo XX.
Afortunadamente, Louis Pasteur en Francia e Ignaz Semmelweis en Hungría, condujeron experimentos que concluyeron en la “Teoría de los Gérmenes” que explica la causa de las enfermedades y proporcionaba una nueva luz sobre los tratamientos que deben aplicarse. Así se dio razón a las comadronas empíricas que se lavaban las manos antes de atender un parto. Como consecuencia de estos avances en el mundo de la salud, hoy contamos con antibióticos y sabemos que el uso del agua y la limpieza van íntimamente ligados a nuestro bienestar.
No solamente el mundo de la medicina ha avanzado, la tecnología, el transporte y las comunicaciones han revolucionado nuestra vida. Nadie en su sano juicio prescindiría de estos avances. Y sin embargo mucha más gente de la que podemos imaginar, prescinde de mejorarse a sí misma.
¿Una muestra? No perciben cómo mejoraría su vida si pudieran eliminar el negativismo, el pesimismo y otras formas erróneas de usar su mente. Utilizan, por ejemplo, la crítica destructiva tal como antiguamente se utilizaban las sangrías. Creen que en esa forma “mejoran” el mundo que los rodea. Y si la situación no mejora, aumentan la dosis. Así vemos a padres bien intencionados, regañar y regañar a sus hijos con la esperanza de que este tratamiento corrija una conducta indeseada. Y esto mismo lo vemos diariamente aplicado por jefes, maestros, esposas y hasta entrenadores deportivos. Piensan que el problema está en los otros, y no en ellos mismos. Y a pesar de que no logran resultados, no sienten que deben cambiar la “medicina”.
LO NEGATIVO: Aplicar técnicas en relaciones humanas que no dan resultado, e insistir en ellas.
LO POSITIVO: Comprender que al mejoramos nosotros, todo mejorará a nuestro alrededor.