Sonia Gandhi, una mujer con actitud
Lo que aprendí de ella… Por Tini de BucourtEl destino quiso que antes de dejar la India como hogar en el año 2004, como despedida me tocó en suerte esta gran lección que paso a contarles.
La historia de Sonia es absolutamente fantástica, siendo una italiana nacida el 9 de diciembre de 1946 como Edvige Antonia Albina Maini, de Lusiana, Italia.
Mi intención no es hacerles un relato histórico que se puede encontrar en Internet o libros, quiero relatarles mi experiencia personal.
Tuve la oportunidad de conocer a Sonia Gandhi en persona en eventos oficiales.
Me queda pendiente poder hablar con ella alguna vez a solas, un sueño que quizá me sea otorgado en alguna oportunidad.
Siempre me fascinó la personalidad de Sonia, porque siendo italiana y haber llegado a ser la presidenta del partido del congreso en India, es un absoluto milagro del destino.
Sabemos que en India casarse con una o con un occidental, no es lo mejor visto para una familia india, entonces imaginarse a una mujer italiana liderando el partido más tradicional de India es casi impensable.
Los hilos de la vida quisieron que Sonia vaya a estudiar inglés a Cambridge donde se encuentra con un chico de ojos risueños profundos llamado Rajiv Gandhi, nada más ni nada menos que el hijo de Indira Gandhi, primer ministro de la India en ese entonces.
Se enamoran. Un indio con una occidental.
Lo que sigue es un relato de un amigo nuestro que fue compañero de Rajiv durante la escuela en Delhi.
Vi tantas fotos en su casa de ellos dos en Cambridge y también en India cuando ninguno de los dos sabía el destino que les iba a tocar en suerte.
Cuando Rajiv le cuenta a su madre Indira de su relación, ésta invita a Sonia a pasar un año de prueba en Delhi mientras Rajiv terminaba su último año de estudios en Cambridge.
Indira inteligente, quiso sentir a Sonia de cerca, observar su capacidad de adaptación a esta milenaria cultura.
Indira y Sonia se hacen muy amigas con lo cual Sonia es aceptada como mujer de Rajiv.
Sonia y Rajiv, un gran amor, si, de esos de los cuales hay pocos.
Para leer la historia les recomiendo el libro EL SARI ROJO de Javier Moro.
¿Cual fue mi aprendizaje?
En el año 2004 a Sonia se le presenta la oportunidad de ser la primer ministro de la India.
Con mis propios ojos la seguí horas por televisión, observando como esta mujer digna, se pasó escuchando los pedidos, súplicas y ruegos de sus seguidores para que aceptara el puesto de primer ministro de la India.
En total silencio ella escuchaba atentamente, casi inmóvil .Las horas pasaban…
En un determinado momento Sonia se levanta, se acerca al micrófono y dice:
Amado pueblo indio, mi voz interior me dice NO aceptar el cargo de primer ministro ya que no me encuentro preparada para llevar a esta gran nación al destino que se merece.
En pocas horas les presentaré quien guiará esta gran nación.
Así fue, a pocas horas, nuevamente delante de la prensa del mundo, ella presenta a quien es hoy el primer ministro, el Dr. Manmohan Singh.
En el momento que lo hace, ella retrocede tres pasos, dejando el protagonismo a quien lidera ese gran país hasta el día de hoy.
Este movimiento físico de retroceder, dejar lugar al otro, saber dar un paso al costado, fue impresionante y más aún:
QUE SIGNOS DE GRANDEZA!!!!
En la espiritualidad se dice que es grande quien sabe rechazar la mayor de las tentaciones. Hay alguna más grande que ésta?
Cuando el Dr. Singh termina de jurar como primer ministro se dirige donde Sonia Gandhi estaba sentada, se arrodilla frente a ella y dice:
Sra. Gandhi, que Dios la bendiga, nunca la defraudaré, muchas gracias por este inmenso honor.
Si Mahatma Gandhi es el padre de la nación india, Sonia es la madre. A partir de su actitud su popularidad creció sin límites.
Esta enseñanza quedó muy grabada en mi interior para siempre.