Sincronicidad: la llave para poner tu vida en sintonía

“No hay casualidades: hay causalidades”, se escucha frecuentemente. Es verdad, y obedece a la ley de sincronicidad, cuando todas las cosas parecen encajar mágicamente cuando menos lo esperas.

Por Daniel Colombo
@danielcolombopr
Master Coach Internacional

Cuenta el actor Anthony Hopkins que, cuando fue contratado para actuar en la película “La mujer de Petrovka”, buscó durante mucho tiempo la novela de George Feifer, en la que se basaba el guión. Lo necesitaba para preparar su personaje. Cansado y fastidioso por no hallarla, decidió rendirse y tomar el metro para regresar a casa.

Sentado en la estación de Leicester Square, halló un libro en un banco. Era justo ese libro. Se quedó asombrado que ni siquiera se dio cuenta de que estaba escrito en los márgenes, con anotaciones y detalles.

La nueva visión espiritual: La nueva física
👇👇 También te puede interesar esta nota 😀

La nueva visión espiritual: La nueva física

Pasaron dos años, y su sorpresa fue mayor. Durante el rodaje conoció al autor; y éste le confesó que había perdido su ejemplar con anotaciones personales sobre la obra. ¡El mismo libro que Hopkins había encontrado en el metro!

Se trata de la sincronicidad, que rige nuestra vida, si sabemos despertarla y estimularla.

Conexiones invisibles

A todos nos ha pasado de vivir experiencias así. Por lo general, nos sorprendemos por esa llamada inesperada justo después de pensar en una persona especial; o haber desistido de insistir en la aprobación de un presupuesto por un trabajo, y ¡zas!, conocemos al gerente del lugar dentro de un ascensor cualquiera. O en una librería no logramos hallar el libro indicado para una persona, justo se cae de la estantería un título, y… ¡es ese! A veces vamos conduciendo el auto, no encontramos sitio para estacionar; damos una vuelta, y aparece el espacio adecuado exactamente enfrente del lugar adonde vamos. Incluso el amor puede sorprendernos cuando menos lo buscamos.

Los hilos invisibles de la sincronicidad se mueven a su ritmo, y, si estamos atentos, podemos permitir que aparezcan para conspirar a nuestro favor.

El concepto de sincronicidad existe desde el tiempo de los Vedas (época que dio lugar a los cuatro textos más antiguos de la literatura india, base de la religión védica), y fue el psicólogo suizo Carl Jung quien lo trajo a más cerca en el tiempo. Para él, “sincronicidad es la ocurrencia temporal coincidente de varios eventos acausales (sin causa aparente).”

Jung afirmaba que en su manifestación se mueven los hilos del inconsciente colectivo, donde todo está conectado de alguna forma sutil, que no vemos hasta que las situaciones aparecen.

Es bueno recordar que funciona en positivo y en negativo. ¿Te has dado cuenta de que, si piensas mucho en negativo, la vida se pone complicada?: esto también es sincronicidad: atraes lo que generas, aunque no lo quieras.

Más allá de las premoniciones

En sueños o despiertos, los seres humanos imaginamos realidades. Muchas veces, la fuerza de estos pensamientos, el enfoque y energía que le dedicamos, producen el resultado esperado; si no exacto, quizás muy aproximado. Lo sorprendente es que la experiencia de sincronicidad viene a sorprender y, además, a completar algún ciclo de información inconsciente, o de una experiencia que anhelábamos vivir.

Por eso la sincronicidad es definida también como una coincidencia significativa entre un estado interno -usualmente una necesidad-, y un evento externo inexplicable que se corresponde con la necesidad.

Jung, la muerte y un rayo misterioso

Se sabe que el día en que Jung murió, se desató una gran tormenta eléctrica sobre su casa La tarde en que Jung murió, una gran tormenta eléctrica estalló sobre su casa en Künsnach (Suiza). Prácticamente justo en el momento del deceso, cayó un relámpago de tal magnitud que dio justo sobre su árbol favorito del jardín.

Pasaron muchos años, y el director Laurens van der Post filmaba una película sobre la vida de Jung, cuya última escena era en lo que fue la casa del psicólogo.

En el preciso instante de hablar en la filmación sobre la muerte de Jung y cuando estaba describiendo al rayo que exterminó el árbol favorito, cayó un rayo en el jardín. Todo quedó registrado en la película.

Cómo sincronizar tu vida

¿Es posible sintonizar la vida, aprovechando la ley de la sincronicidad? Si nos entrenamos lo suficiente, podemos ayudar al universo inmaterial a empezar a manifestar más coincidencias eventuales de las que imaginamos. Aquí, algunas de las herramientas que pueden ayudarte si las practicas con constancia:

  1. Lo similar atrae lo similar. Este principio de la metafísica (lo que está más allá de la física), postula que al rodearte de experiencias, vivencias, sentimientos y emociones lo más parecidas posible a lo que anhelas, es factible que en corto tiempo se manifieste la sincronicidad de traer eso que quieres a tu vida. Recuerda: no es sólo pensar o fantasear; necesitas mantenerte en acción permanente.
  2. Activa más tus neuronas espejo.Las neuronas espejo (también llamadas especulares) son células nerviosas del cerebro que están diseñadas para activarse cuando observas cualquier situación, que, en forma inconsciente, despierta tu atención y provocan que la imites.Al imitarla estás más cerca de una experiencia potencialmente parecida, y, al estar atento y sintonizado en esa frecuencia, tiene alta probabilidad de generar ese resultado.
  3. Desarrolla tu conexión interna. Desde una perspectiva de fluir, estar relajado y no forzando los acontecimientos, es más probable estimular los eventos sincrónicos en tu vida. Algunos recursos son la práctica permanente de meditación, tai-chi, observación consciente de la naturaleza, introspección, lecturas positivas y nutritivas para el espíritu.
  4. Conócete a ti mismo. La sincronicidad trae respuestas en forma de eventos sorprendentes, e incluso perturbadores. Cuanto más profundo vayas dentro de ti, podrás manifestar aspectos de tu inconsciente mediante la cooperación con lo que ocurre en el mundo externo. Estos lazos son invisibles hasta que un hecho determinado produce el resultado tangible.
  5. Sé un observador consciente. La mayoría de las personas viven reaccionando a las situaciones. Para abrirte a una mayor sincronía es necesario que dejes de luchar de esa forma, y te coloques en la posición del observador; permite reconducir tu energía de episodios desafiantes hacia algo constructivo, para, así, llamar a la sincronicidad en tu vida.
  6. Siempre utiliza lo que sucede para tu elevación y aprendizaje. Esta es otra de las formas de generar mayor sintonía vital. Resignifica los acontecimientos de forma tal que te sirvan para crecer, espera y observa con paciencia. Hay hilos invisibles que te conectan con la experiencia de tu vida, y que, por algún motivo, aún no se ha manifestado.

Daniel Colombo
Facilitador y Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 28 libros y comunicador profesional.

Más información:
www.danielcolombo.com
Facebook: DanielColomboComunidad
Twitter: @danielcolombopr
Instagram daniel.colombo
Youtube: /DanielColomboComunidad

 Síguenos en Facebook
 Síguenos en Instagram