Qué podemos hacer cada uno para enfrentar los efectos del cambio climático

En la última COP25 Chile-Madrid 2019, España se volvió el epicentro de la discusión respecto a la responsabilidad humana en el cambio climático y las medidas a tomar para enfrentarlo. El eje estuvo enfocado en siete temáticas principales: océanos, Antártica, biodiversidad, bosques, adaptación, ciudades, energías renovables, economía circular y electro movilidad.

Por Omar Romano
:: Europa ::

“Nuestro desafío es lograr una transición hacia el incremento de la acción y que sea percibida por la ciudadanía“, resonó como la visión del evento COP25 Chile-Madrid 2019.

Seguro que viendo noticias de huracanes, sequías o terribles incendios te has preguntado qué puedes hacer tú para luchar contra algo tan complejo e inmenso como el cambio climático, un fenómeno producido por la actividad humana y al que todo el mundo contribuye en mayor o menor medida.

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Pues la verdad es que se pueden hacer muchas cosas y, aunque sientas que tu contribución es pequeña, cualquier reducción de las emisiones supone en alguna medida evitar, o al menos retrasar, las peores consecuencias de este cambio climático que ya está en marcha.

La urgencia de tomar medidas requiere que apostemos por aquellas acciones que más impacto tienen sobre el clima, y por eso aquí destacamos las 10 acciones más eficaces que puedes intentar hacer tú individualmente.

  1. Cambia las lámparas: Reemplazar una bombilla tradicional por una de bajo consumo ahorra más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año. Cierto que la segunda es más cara, pero resulta más económica a lo largo de su vida. Una sola de ellas puede reducir los gastos de electricidad, según la Comisión Europea.
  2. Apaga la tele y la PC: Solo con apagar la televisión, el DVD o el ordenador cuando no estén en uso evitarás que miles de kilos de CO2 salgan a la atmósfera. No dejes los aparatos eléctricos en stand-by (espera): un televisor que permanece encendido durante tres horas al día (la media que los europeos ven la tele) y en stand-by las 21 horas restantes consumirá un 40% de la energía total en el modo de espera. No dejes el cargador de tu móvil enchufado todo el tiempo, aunque no esté conectado al teléfono, porque seguirá consumiendo electricidad.
  3. Conduce menos: Anda, monta en bicicleta, usa el transporte público. Ahorrarás 30 gramos de CO2 por cada 4.5 kilómetros que no conduzcas. Por cada litro de combustible que quema el motor de un coche, se libera una media de 2.5 kilos de CO2, según la Comisión Europea. Bruselas también recomienda no correr con el coche: gastarás menos gasolina y emitirás menos CO2. Ir a más de 120 kilómetros por hora aumenta un 30% el consumo de combustible, frente a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
  4. Revisa los neumáticos: Si la presión de tus neumáticos baja 0.5 bares, tu coche consumirá un 2.5% más de combustible y, por tanto, liberará un 2.5% más de CO2. El ahorro de cuatro litros de gasolina evita la emisión de seis kilos de dióxido de carbono.
  5. Recicla: Puedes ahorrar más de 730 kilos de CO2 al año al reciclar la mitad de la basura que se produce en casa.
  6. Evita mucho embalaje: Escoge productos con poco envase: una botella de 1.5 litros genera menos residuos que tres de medio litro. En la compra usa bolsas reutilizables. Evita las toallitas húmedas y de papel. Puedes evitar la emisión de 1,100 kilos de CO2 si reduces tu basura un 10%.
  7. Menos agua caliente: Es necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua. Instala un regulador de caudal del agua en la ducha y evitarás la emisión de más de 100 kilos de dióxido de carbono al año. Lava con agua fría o tibia y ahorrarás 150 kilos de CO2. Ahorras agua caliente y gastas cuatro veces menos energía si en vez de un baño te das una ducha. Cierra el grifo mientras te lavas los dientes. Asegúrate de que tus grifos no gotean: el goteo de uno puede hacer perder en un mes el agua suficiente para llenar una bañera.
  8. Vigila los electrodomésticos: Tapar la cazuela mientras cocinas es un modo de ahorrar mucha energía. Aún mejor son las ollas a presión y las vaporeras, que ahorran un 70% de energía. Usa la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos. Si no lo están, usa programas económicos. No hace falta poner una temperatura alta, hoy los detergentes son eficaces incluso cuando es baja. Recuerda que si el refrigerador y el congelador están cerca de los fuegos o de la caldera, consumirán mucha más energía. Si estos son viejos, descongélalos periódicamente. Los nuevos tienen ciclos automáticos de descongelación y son casi dos veces más eficientes. No pongas en la nevera alimentos calientes o templados; ahorrarás energía si dejas que se enfríen primero.
  9. Ajusta el termostato: La oscilación de dos grados centígrados en invierno y en verano ahorra más de 600 kilos de dióxido de carbono por hogar en un solo año. Bajar la temperatura un grado puede reducir la factura de la calefacción entre un 5 y un 10%. Cuando ventiles tu casa, abre las ventanas unos minutos, no dejes escapar el calor mucho tiempo. Si dejas una pequeña abertura todo el día, la energía necesaria para mantener el interior caliente durante seis meses de frío será de casi una tonelada de emisiones de CO2. Aísla bien tu casa. No abuses de los aparatos de aire acondicionado, consumen mucha energía y emiten unos 650 gramos de CO2. Y supone un coste extra en tu factura eléctrica.
  10. Planta un árbol: Un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono durante toda su vida.

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