Prioridades claras

Reincidente en el cine argentino, la actriz española Belén Rueda elogia a Darín, habla de la crisis de su país y pone por delante la crianza de sus hijos y su madurez:
Foto: Belén Rueda (la imagen no corresponde a la nota)
A punto de cumplir los 49 años y luciendo espléndida, Belén Rueda estrena su primer papel de abuela en el cine. Encarna a una mujer que recibe la visita sorpresiva de un chiquito que dice ser su nieto en Ismael, la nueva película de Marcelo Piñeyro, que se estrenará en la Argentina el 27 de este mes. Claro que se trata de una abuela muy lejana de la imagen del pelo blanco y el tejido. "En cuanto oís abuela pensás en caracterización -dice Rueda en una charla por Skype desde Madrid con la Revista-.

Pero hoy hay muchas mujeres con hijos mayores que no son el prototipo que tenemos en mente. Me gustó muchísimo del personaje esta cosa que tiene Nora de tengo todo solucionado y la vida me va estupendamente, y en cuanto rascás un poquito te das cuenta de que no le va tan bien, pero afronta los nuevos retos con ganas y optimismo." El fantasma de la imposibilidad de las mujeres para conseguir buenos papeles después de los 40 no afectó a Rueda, que viene de coprotagonizar Séptimo junto con Ricardo Darín y lidera el elenco de la serie española B&B, de boca en boca. "Ahora hay personajes interesantes para todos dentro de un entorno que puede interesar a diferentes tipos de personas, de distintas edades.

Yo sufrí ese cambio porque es cierto que decía: Estoy cumpliendo 40, ¡se acabó! Sin embargo, siguen ofreciéndome personajes que luego la gente va a ver al cine. De alguna manera se está quitando esa cosa de que si no tenés 20, sos una mujer escultural y todavía hacés locuras, no puede haber un personaje para vos. También hay mujeres -y esto se ve mucho en Hollywood, que es más agresivo- que llevan ellas mismas adelante sus propios proyectos." La actriz, que debutó en el cine con Mar adentro, siente que la experiencia tiene un valor único. "Me dicen muchas veces: ¿Te gustaría tener 20 años? Si tuviera la misma experiencia que ahora, sí; si no, no. No cambio una arruga por la experiencia. Con lo bueno y lo malo. Muchas veces de lo malo se aprende más porque le das muchas más vueltas que cuando algo sale bien, que lo disfrutás en el momento, pero parece que no te queda una cicatriz de eso." Claro que esa perspectiva es más accesible cuando se tiene un aspecto impecable como el de ella, que asegura que el secreto de verse bien está en la actitud. "Según cómo te tomás la vida, tu físico lo proyecta.

Pasé momentos muy malos y parecía que tenía más edad de la que tenía. Ahora tengo más años, pero me siento muy feliz y muy realizada en muchos aspectos, y todo eso se nota. La gente me dice estás mucho mejor. Las cosas que te suceden se ven físicamente. Aparte, tengo dos hijas y un trabajo que me gusta. Eso permite estar más activa en todos los sentidos." Como madre, la actriz dice ser muy distinta de su personaje en Ismael, quien tiene problemas de comunicación con su hijo, que se alejó de ella. "Si no sos muy claro con tus chicos, en algún momento, cuando son mayores y se van de casa, pueden quedarse con una idea equivocada de lo que querías hacer con ellos -explica Rueda-.

Por eso, ¡acá se habla todo! Lloremos, nos riamos o nos separemos, se habla todo." Sus hijas son prioridad, hasta tal punto que ni Hollywood pudo alejarla de su hogar. "En un momento me ofrecieron alguna cosa y tenía a mis hijas muy pequeñitas y no me las quería perder. Pero no me arrepiento en absoluto. Las dos mejores películas de mi vida son mis hijas."

La experiencia de rodar Séptimo en la Argentina le gustó tanto que es muy posible que vuelva al país este año para trabajar en una película de un director español. Igual de fascinada quedó con su compañero de trabajo, Ricardo Darín: "Es una persona que no sólo te queda en el corazón por lo laboral, sino que trasciende más allá. Estando con él se aprende muchísimo porque lleva muchos años en esto".

Esta estrecha relación del cine español y el argentino le parece lo más natural. "De alguna manera tenemos las mismas raíces. Quizá también la misma forma de enfrentarnos a determinadas problemáticas de nuestros países. Aparte, el idioma nos une." Rueda no pierde las esperanzas de que, a pesar de la crisis, se siga haciendo filmando en España.

"Dicen que estamos saliendo adelante, pero parece un poco ficticio. Al principio, cuando sos consciente de que hay una crisis hay mucho pesimismo, eso no te deja avanzar y te bloquea bastante. En lo que avanzamos es en quitar este bloqueo de que no se puede hacer nada, pero todavía nos queda mucho para salir."

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Por María Fernanda Mugica | Para LA NACION. Fuente: www.lanacion.com