¿Por qué los italianos comen pasta y pizza, son delgados y tienen menos diabetes tipo 2?

A pesar de que la pasta es un alimento rico en carbohidratos, Italia tiene una menor incidencia de diabetes tipo 2 en comparación con otros países.

Imágenes Ilustrativas (Freepik)

La menor incidencia de diabetes en Italia no se debe a un menor consumo de pasta, sino a una combinación de hábitos alimentarios equilibrados, moderación, actividad física y un enfoque en alimentos frescos y de alta calidad. La pasta se integra en la dieta de forma balanceada, con porciones y cocciones adecuadas, en lugar de ser un alimento principal o consumido en exceso. A continuación, te explicamos los elementos más relevantes que explican esta tendencia, en su estilo de vida y patrones de alimentación.

Dieta mediterránea

La dieta italiana se enmarca dentro de la dieta mediterránea, que incluye una alta ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, granos integrales, pescado y aceite de oliva. Este tipo de dieta es rica en fibra, antioxidantes y grasas saludables, lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y reduce la resistencia a la insulina, factores cruciales para prevenir la diabetes tipo 2. La pasta es solo una parte de esta dieta equilibrada, no el elemento predominante.

Pasta de calidad y al dente

La pasta italiana suele estar elaborada con trigo duro, que tiene un índice glucémico más bajo en comparación con otras variedades de pasta. Además, en Italia, se cocina al dente, lo que significa que la pasta se mantiene firme y no se cuece en exceso. La pasta al dente tiene un menor impacto en el aumento de glucosa en la sangre, ya que el organismo tarda más tiempo en digerirla y absorber sus carbohidratos. Este efecto ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre más estables.

Porciones moderadas

En Italia, la pasta se consume en porciones moderadas, generalmente como un plato pequeño dentro de una comida más amplia y equilibrada. Es común que la pasta sea el primer plato (primo piatto) en una comida, seguido de una porción de proteína magra o verduras. La moderación en las porciones de carbohidratos ayuda a evitar picos de glucosa en sangre y, en consecuencia, disminuye el riesgo de desarrollar diabetes.

Consumo de alimentos frescos y menos procesados

Los italianos consumen alimentos frescos y locales, evitando los productos ultraprocesados y con altos niveles de azúcar añadida, que son comunes en otras dietas occidentales. Las comidas preparadas en casa y con ingredientes naturales ayudan a mantener un control mejor de la calidad y cantidad de los nutrientes, evitando azúcares y grasas saturadas excesivas, que sí pueden contribuir al desarrollo de diabetes.

Estilo de vida activo

El estilo de vida italiano tiende a ser más activo, especialmente en ciudades donde la gente camina con frecuencia y realiza actividades físicas diarias como parte de su rutina. El ejercicio regular, aunque sea leve, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a mantener un peso saludable, lo cual es un factor clave para reducir el riesgo de diabetes.

Cultura de comer con calma y en horarios regulares

En Italia, las comidas son momentos de socialización y disfrute, y se realizan a un ritmo más pausado. Comer despacio ayuda a la digestión y permite que el cuerpo registre la sensación de saciedad antes de comer en exceso. Los horarios regulares de comida también contribuyen a regular el metabolismo y mantienen estables los niveles de azúcar en sangre.

Menor consumo de bebidas azucaradas

A diferencia de otros países donde las bebidas azucaradas y refrescos son una parte común de la dieta, en Italia estas bebidas no son tan populares. En su lugar, se prefiere el agua, el vino en cantidades moderadas, y el café sin azúcar. Al evitar el consumo frecuente de bebidas con alto contenido de azúcar, el riesgo de diabetes disminuye notablemente.

Educación alimentaria y tradición culinaria

En Italia, existe una fuerte tradición de cocina casera y educación alimentaria desde una edad temprana. Las personas aprenden sobre la importancia de los ingredientes frescos, las porciones adecuadas y la combinación de alimentos para una dieta equilibrada. Esto fomenta una relación más saludable con la comida y reduce la incidencia de hábitos que pueden contribuir a enfermedades metabólicas.

Tradiciones y horarios de las comidas

Los italianos suelen respetar horarios de comidas y evitar los bocadillos entre ellas. Esto regula el apetito y evita el exceso de consumo de calorías a lo largo del día. Además, las cenas suelen ser ligeras y relativamente tempranas en comparación con otros países.

Familia caminando por calles estrechas y pintorescas

El secreto de la pasta italiana y la diferencia con Argentina, país elegido por millones de inmigrantes italianos

La pasta italiana y la pasta argentina comparten raíces en la tradición culinaria italiana, pero existen varias diferencias que reflejan las adaptaciones culturales y el gusto local. A continuación, te detallo algunas de las diferencias clave:

1. Ingredientes y tipos de pasta

  • Pasta italiana: En Italia, la pasta se elabora tradicionalmente con sémola de trigo duro y agua, lo que da como resultado una pasta firme con una textura más resistente. Existen más de 300 tipos de pasta en Italia, y cada variedad está diseñada para combinar con salsas específicas.
  • Pasta argentina: La pasta en Argentina se elabora con una mayor variedad de harinas, incluyendo harina de trigo blando, lo cual da una textura más suave. Si bien las pastas clásicas como los spaghetti y los fideos son comunes, también se han popularizado tipos de pasta fresca, como los ñoquis y ravioles, muy consumidos en el país.

2. Salsas y acompañamientos

  • Italia: En Italia, cada tipo de pasta suele acompañarse con salsas que complementan su forma y textura. Las salsas son sencillas, y los ingredientes de alta calidad son clave. Las salsas a base de tomate, el pesto, la salsa carbonara y la salsa alfredo son algunas de las más populares, y la cantidad de salsa suele ser moderada, sin cubrir por completo la pasta.
  • Argentina: En Argentina, las salsas suelen ser más abundantes y pesadas. La salsa de tomate, la boloñesa (carne molida y salsa de tomate) y la salsa blanca (bechamel) son las más comunes, y se sirven en cantidades generosas. Además, se acostumbra acompañar la pasta con queso rallado en abundancia y, en algunas regiones, con un toque de crema de leche para darle mayor consistencia.

3. Costumbres y frecuencia de consumo

  • Italia: La pasta es un alimento básico en Italia y se consume a diario, pero en porciones moderadas. Es común comer pasta como primer plato (primo piatto), seguido de un segundo plato con carne o pescado.
  • Argentina: En Argentina, la pasta es también muy popular, pero su consumo suele ser menos frecuente que en Italia, y a menudo se reserva para los fines de semana o reuniones familiares. Un día muy característico es el 29 de cada mes, cuando se celebra el “Día de los ñoquis” y es tradición preparar ñoquis caseros.

4. Variedad de rellenos

  • Italia: En Italia, los rellenos de pasta como los raviolis o tortellini suelen ser más variados y específicos según la región. Por ejemplo, es común encontrar rellenos de espinacas y ricota, calabaza, o carne, pero con sabores sutiles y sin muchos condimentos.
  • Argentina: En Argentina, los ravioles y otras pastas rellenas suelen tener rellenos más sencillos, como de ricota y jamón, o de carne. En general, los rellenos tienden a ser más generosos en tamaño y con un sabor más fuerte, adaptado al paladar local.

5. Tiempos de cocción

  • Italia: La pasta en Italia se cocina al dente, es decir, un poco firme al morderla, lo cual ayuda a mantener su estructura y sabor. Los italianos valoran mucho la cocción exacta para obtener la textura perfecta.
  • Argentina: En Argentina, la pasta a menudo se cocina un poco más, dejándola más suave. Aunque cada vez es más común encontrar recetas y restaurantes que ofrecen pasta al dente, la cocción suave sigue siendo una preferencia culturalmente aceptada.

6. Influencia de otras tradiciones culinarias

  • Italia: La pasta italiana se ha mantenido fiel a sus raíces, siguiendo recetas y tradiciones que se han transmitido durante generaciones, aunque cada región tiene su propio enfoque.
  • Argentina: La pasta argentina ha evolucionado y se ha mezclado con influencias de otras culturas que llegaron al país, como la española y la francesa, dando lugar a combinaciones originales como el uso de salsa de crema con champiñones y platos como los canelones rellenos al estilo argentino.

La pasta italiana se caracteriza por su variedad, simplicidad y respeto a la tradición. La pasta argentina, aunque similar en sus bases, ha adoptado características que reflejan el gusto local y se ha adaptado para ser más sustanciosa, con salsas abundantes y combinaciones de sabores más intensos.

¡Preparar espagueti al dente es más fácil de lo que parece!

Aquí te compartimos el proceso y algunos trucos adicionales para lograr la textura ideal en tus espaguetis, así como algunos datos interesantes sobre esta famosa pasta.

Proceso para hacer espagueti al dente

Spaghetti al Dente, como se come en Italia

  1. Regla 1-10-100: Recuerda que esta proporción es clave para que el espagueti tenga espacio para moverse en el agua y se cocine de manera uniforme:

    • Por cada 1 litro de agua, añade 10 g de sal y 100 g de pasta seca.
  2. Hierve el agua: Coloca el agua en una olla grande y alta. Es importante usar una olla amplia para que la pasta no se quede pegada. Calienta el agua en la estufa hasta que alcance un punto de ebullición con burbujas grandes y constantes.

  3. Añade sal: Una vez que el agua esté hirviendo, agrega la sal. Es importante que la sal se disuelva bien antes de añadir la pasta.

  4. Cocción de la pasta:

    • Agrega el espagueti al agua hirviendo. Mueve la pasta después de 1 minuto para evitar que se pegue y sigue removiéndola cada pocos minutos.
    • Revisa el tiempo de cocción sugerido en el paquete y, cuando llegue al tiempo mínimo, prueba la pasta. Debes sentir una ligera resistencia al morderla sin que esté cruda ni excesivamente blanda.
    • Si la textura está al punto, retira el espagueti y drénalo.
  5. Reserva un poco de agua de cocción: Este paso es clave para darle mejor textura a la salsa, ya que el agua rica en almidón hace que la salsa se adhiera mejor a la pasta.

  6. Evita ciertos errores comunes:

    • No añadas aceite al agua de cocción, ya que evita que las salsas se peguen bien a la pasta.
    • No enjuagues la pasta una vez cocida, ya que el almidón residual ayuda a que las salsas se integren mejor con el espagueti.

Tips extra

  • Si tienes sobras, puedes guardarlas:
    • En el refrigerador: Coloca el espagueti en un recipiente hermético, añade una cucharada de aceite de oliva para que no se pegue, y consume en un plazo de 3 a 5 días.
    • En el congelador: Usa una bolsa hermética y agrega una cucharada de aceite de oliva. Retira el aire, sella y congela hasta por 3 meses.

Breve historia del espagueti

El origen del espagueti es un tema de debate. Algunos creen que se originó en Italia, mientras que otros sostienen que Marco Polo lo trajo de China. En Italia, la pasta se elaboraba con trigo duro en largas tiras, similar al espagueti moderno. Su producción masiva comenzó en el siglo XIX, y el nombre "spaguetti" proviene de la palabra italiana spago, que significa "hilo".

Un espagueti perfecto: al dente

Ahora que sabes cómo prepararlo y algunos datos interesantes, puedes sorprender a tus comensales con un plato de espagueti al dente, siguiendo los trucos y recomendaciones para que quede con la textura ideal.

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Redacción Vida Positiva