Oportunidades de exportación para las PyMES argentinas en España
En lo económico, las relaciones bilaterales entre Argentina y España han sido desde siempre muy intensas y vienen marcadas por aspectos como los flujos migratorios, la significativa presencia de la inversión española, el comercio y el turismo. La oferta comercial española tiene buena aceptación en el mercado interior argentino, aunque se enfrenta a diversas barreras de tipo arancelario y no arancelario.En lo económico, las relaciones bilaterales entre Argentina y España han sido desde siempre muy intensas y vienen marcadas por aspectos como los flujos migratorios, la significativa presencia de la inversión española, el comercio y el turismo. La oferta comercial española tiene buena aceptación en el mercado interior argentino, aunque se enfrenta a diversas barreras de tipo arancelario y no arancelario.
España es uno de los socios más importantes de Argentina, con relaciones políticas, económicas, culturales y de cooperación de larga tradición. La presencia empresarial española en el país es muy notoria. Por tamaño, Argentina es el segundo país más grande de América del Sur, el cuarto de todo el continente americano y el octavo del mundo. Argentina es un mercado de 42,9 millones de habitantes. La mayor parte de la población del país se concentra en núcleos urbanos (90%) con más de un millón de habitantes. Solo en el área metropolitana de Buenos Aires vive casi una tercera parte de toda la población nacional.
Veamos como se plantea la relación comercial entre países:
Qué le vende Argentina a España
- residuos de la industria agroalimentaria
- moluscos y crustáceos congelados
- frutos cítricos frescos
- cobre y sus aleaciones
- pescado
- productos de química orgánica
Qué le vende España a la Argentina
- equipos y componentes de automoción
- material eléctrico
- materias primas y semimanufacturas de plástico
- productos farmaquímicos y automóviles
- productos siderúrgicos
- productos editoriales
- productos de perfumería
España es el 8º cliente para Argentina a nivel global (el 2º de la UE, por detrás de Países Bajos) y el 12º suministrador de Argentina. Entre los países destino de las exportaciones españolas, Argentina ocupa el lugar nº 37 y entre los proveedores españoles el nº39.
Lo que pudo ser y no fue
La liberación de las restricciones comerciales que se fueron produciendo gradualmente con el gobierno de Mauricio Macri ofrecieron oportunidades en todos los sectores, que en su gran mayoría no pudieron desarrollarse por las dificultades macro económicas que enfrentó la Argentina.
- Los destacados fueron el sector de automoción, maquinaria agrícola, agroindustrial, alimentación y químico. Todos ellos hubiesen sido de gran importancia para la economía argentina.
- También hubo oportunidades en sectores en los que existe una importante demanda, como transporte e infraestructuras viales, energía eléctrica, construcción, gestión de residuos urbanos y bienes de equipo.
- Otros sectores presentan un interesante potencial todavía por desarrollar, como ser las energías renovables (impulsadas por la Administración Macri), petróleo (importantes yacimientos de crudo y gas), biotecnológico, turismo (con grandes posibilidades aún por explotar), la producción de software o la externalización de servicios.
La realidad de las PyMES argentinas y latinoamericanas
Las PyMES generan la mitad de los puestos de trabajo y son el 90% del tejido empresarial, pero siguen siendo ignoradas por las políticas públicas. Son nuestros héroes y heroínas. Generan empleo, innovación y crecimiento de la economía. El común denominador es que pasan por muchos fracasos antes de ver el éxito. Las PyMES de América Latina y el Caribe necesitan ayuda para poder crecer. Sus problemas son comunes a prácticamente todas las PyMES de la región. A la financiación, escasa y cara, se suman otros dos cuellos de botella: las dificultades de acceso a nueas tecnologías y la falta de recursos humanos especializados.
Pese a aportar el 51% del empleo y el 28% del PBI, las PyMES son las grandes olvidadas del ecosistema empresarial latinoamericano. La escasa información disponible en América Latina apunta a que solo el 45% de las pequeñas y medianas empresas logran sobrevivir más de dos años. En España por ejemplo, donde las compañías de tamaño reducido también tienen un peso importante sobre el universo total de empresas, casi 8 de cada 10 logran superar ese horizonte temporal.
Aunque las PyMES representan el 50% del PIB a nivel global, aún falta mucho para incrementar la eficacia, eficiencia y la competitividad de estas empresas. En la práctica, la totalidad de gobiernos en América Latina han puesto en marcha programas públicos para mejorar la capacitación de las PyMES. Sin embargo, el diseño, implementación y evaluación de los mismos arrastran todavía numerosas ineficiencias, que limitan la capacidad de la política pública para impulsar y reforzar el tejido productivo en la región.
El empeoramiento de las condiciones externas y el consecuente cambio de ciclo económico mundial abren un nuevo período, en el que la región ya no será empujada hacia el desarrollo por poderosos vientos de cola. En consecuencia, América Latina debe mirar hacia sí misma para encontrar motores de crecimiento internos que permitan continuar con los avances económicos y sociales conquistados, o al menos, hacer que la caída sea tan suave como sea posible.
Es el caso de muchos países y gobiernos, donde el pensamiento budista del Dalai Lama viene al caso: “Nuestro propósito principal en esta vida es ayudar a otros. Y si no puedes ayudarles, al menos no les hagas daño".
Argentina 2020: una nueva esperanza
En los negocios, la confianza es el adhesivo que une a los empleados y empleadores, a consumidores y compañías, y a las compañías con sus proveedores, reguladores, gobierno y socios. Y aún así, varios años después de las crisis económicas y de la recesión derivada de ella, los esfuerzos por reconstruir la confianza todavía continúan.
La mayoría de las compañías comprenden que los altos niveles de confianza dan lugar a una más fuerte reputación, ingresos sostenibles, mayor defensa del cliente y mayor retención de empleados. También es probable que las compañías con altos niveles de confianza puedan recuperarse de crisis futuras mucho más rápido que otras.
La confianza entre partes
La confianza es un activo que las compañías deben comprender, pero también administrar y cultivar a fin de tener éxito. Para comenzar, las compañías deben hacer más que simplemente cumplir con las reglas y las normativas. También se debe ver que hagan lo correcto. En segundo lugar, debemos enfocarnos en construir la confianza en el estado de derecho.
Para que, tanto las empresas y las economías puedan prosperar, necesitamos reglas claras, un alto nivel de certeza acerca de los parámetros legales de la toma de decisiones y consecuencias claras que castiguen la conducta ilegal. Esto se necesita sobre todo al ingresar a nuevos mercados, ya que todos estos desarrollos requerirán nuevas leyes, nuevas maneras de garantizar que todas las partes puedan verse de frente y saber que podrán obtener una recompensa justa por una transacción justa.
Es simple, que puedan confiar el uno en el otro. Para que puedan en verdad recuperar la confianza, lo más importante es que las compañías demuestren su dedicación a un objetivo más amplio. Deben comprobar que no sólo las impulsa el deseo de obtener ingresos rápidos, sino también los valores. Este es el nuevo orden después de la turbulenta era global de los últimos años.
En comercio exterior el tamaño de las empresas importa
Existen marcadas diferencias entre las grandes compañías y las PYMES, hablando de comercio exterior, los gobiernos no pueden aplicar los mismos criterios, como retenciones, impuestos, trabas burocráticas, etc. a los mas pequeños que a los grandes. Es un error histórico en Argentina de casi todos los gobiernos en los últimos 40 años, sumando desigualdad y frustración.
Hagamos votos para que la nueva gestión política y económica de Argentina sea diferente.
Por Omar Romano Sforza. Empresario, desarrollador, investigador, experto en Comercio Internacional y periodista. Socio fundador de Bedson S.A., primera PyME ultra exportadora de Argentina. Ex Embajador de Buenos Oficios en Comercio Internacional del Municipio del Pilar, prov. de Buenos Aires. Ex asesor en Comercio Internacional del Gobierno de la Republica del Perú. En la actualidad es Director del conglomerado de empresas peruanas Armejo Yépez y Director de la farmacéutica Ilender Corp. S.A. para Oriente Medio y Africa. Distinguido en el 2019 con el "Premio Argentinos en el Mundo", por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina y la Embajada Argentina en España. Hace varias décadas que reside en Europa.