Nutricombos: cómo combinar los alimentos
Conocé la teoría de la sinergia de los alimentos y aprendé cómo ciertas combinaciones pueden duplicar y hasta multiplicar sus beneficios.Si antes se decía que somos el producto de lo que comemos, las teorías actuales de medicina preventiva y genómica dicen que somos el producto de aquello que no comemos. Al estudiar nuestra composición genética, se descubrió que los humanos "prendemos y apagamos genes". Nuestro cuerpo es adaptativo y realiza "censos" internos para saber qué tiene y qué le falta para poder funcionar de la mejor manera posible. Si no ingerimos los nutrientes y vitaminas adecuadas, el sistema no se desempeña de la manera correcta y no puede ayudar a reparar el ADN que se rompió.
Pero entonces, ¿cómo hacer para tener todos los nutrientes necesarios sin comer como una termita hambrienta? La teoría de la sinergia de los alimentos plantea que la interacción entre dos o más compuestos de lo que ingerimos produce efectos que son mayores que la suma de los efectos individuales. Por eso no son recomendadas las dietas restrictivas extremas, sino una alimentación equilibrada (cuantos más colores haya en tus comidas, más sinergia: se indica combinar siete colores por día). Y si le sumás el descanso y la actividad física apropiada, el efecto sinérgico es mayor.
Ya sabemos que al consumir dos alimentos que se potencian podemos incorporar sus nutrientes de la mejor manera para nuestro organismo. Ahora, lo que nos falta es tomar nota del "qué con qué".
1. Tomate + palta + cebolla roja
Los tomates tienen licopeno, un antioxidante que reduce el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares, mientras que las paltas son ricas en grasas monosaturadas saludables. La cebolla roja tiene quercetina, que previene la oxidación de los ácidos grasos.
Se potencian: la grasa "buena" de las paltas permite absorber hasta siete veces más licopeno que si se consumiera solo.
2. Té verde + limón
El té verde tiene polifenoles de catequina que, a su vez, contienen el EGCG (galato de epigalocatequina) que acelera el metabolismo y ayuda a combatir el colesterol alto . El limón es portador de vitamina C, que facilita la absorción de vitaminas y minerales.
Se potencian: el limón permite la absorción de hasta trece veces más EGCG de lo que obtendríamos al beber el té sin agregados.
3. Manzana + chocolate
Las manzanas rojas tienen su piel rica en quercetina, un flavonoide antiinflamatorio que ayuda a suprimir alergias, reduce ataques cardíacos y ciertos tipos de cáncer. El chocolate negro está cargado de catequina, que disminuye el riesgo de cáncer y aterosclerosis.
Se potencian: combinarlos permite que no se obstruyan las arterias, lo que reduce el riesgo de ataques cardíacos y derrames.
4. Espinaca + limón
La espinaca (si está cruda, mejor) está cargada de hierro, un mineral esencial para que la hemoglobina lleve el oxígeno desde nuestros pulmones al resto del cuerpo. El limón, como ya dijimos, está lleno de vitamina C.
Se potencian: la vitamina C incrementa la cantidad de hierro de origen vegetal unas seis veces. Lo mismo pasa si tomás jugo de naranja recién exprimido acompañado de un tazón de cereal.
5. Banana + ananá + aceite de chía
La banana y el ananá aportan gran cantidad de potasio y baja cantidad de sodio. Además, en el ananá se destacan la vitamina C y la bromelaína, que combaten el dolor y la inflamación.
Se potencian: juntos, previenen el cáncer orofaríngeo y el renal, enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis. Sumale unas gotitas de aceite de chía para absorber mejor el aminoácido triptofano, clave en el humor y antidepresivo.
6. Brócoli + huevo
El brócoli, como muchos vegetales de hojas verdes, es un portador de calcio (que no solo está en los lácteos), un mineral importante para fortalecer los neurotransmisores del cerebro.
Se potencian: podés combinarlo con un huevo cocido ya que su yema tiene vitamina D, que facilita la absorción, además de ayudar al desarrollo óseo, al control del crecimiento celular y al funcionamiento neuromuscular.