Miradores de Darwin, el alma de la Patagonia
Un destino que deslumbra a los turistas de los 5 continentes.“No creo haber visto en mi vida lugar más aislado del resto del mundo que esta grieta rocosa en medio de tan dilatada llanura”, Charles Darwin
Así describía Darwin su impacto y sorpresa en el año 1833, cuando descubrió los miradores que hoy llevan su nombre, en Puerto Deseado en la provincia de Santa Cruz, Argentina.
Los Miradores de Darwin constituyen uno de los sitios claves para conocer el alma de la Patagonia argentina, por sus vistas panorámicas únicas en la región. Sus promontorios que se elevan a unos 42 kilómetros de Puerto Deseado, en la cuál la ría se trasforma en río Deseado y desde dónde se observan las vistas panorámicas más representativas e impactantes de la región.
El naturalista y científico inglés descubrió y visitó la región en 1833 junto a Robert Fitz Roy y por ello los miradores llevan su nombre e inmortalizaron su figura en aquel lugar en el mundo que lo deslumbró.
Una de las excursiones que reúne mayor convocatoria es aquella en la cual los turistas puede situarse en el punto exacto en donde Darwin trazó el dibujo y la ilustración, a partir de la cual retrató y relató la experiencia de su viaje a Puerto Deseado.
Una de las principales virtudes de los Miradores de Darwin es su trascendencia en el tiempo, ya que el paisaje de hoy es idéntico al que fue observado por los ojos de Darwin. Ni la fuerza de la naturaleza, ni la mano del hombre han modificado la belleza del lugar.
Desde los miradores puede observarse un gigantesco cañón marrón, formado por el lecho seco y cuarteado del río Deseado, que sólo es ocupado por agua marina durante las mareas extraordinarias que se producen cinco veces al año.
Se puede acceder a los miradores por agua o por tierra. Por vía terrestre, el recorrido se realiza desde Puerto Deseado en un camino que recorre 70 kilómetros de rutas asfaltadas y de tierra.
Otra de las posibilidades es acceder a través de botes semidirigidos y esta opción ofrece la oportunidad de avisaje de fauna marina durante el primer trecho. En cambio, en el paseo por tierra se pueden observar aves de la estepa, especialmente rapaces y choiques, y mamíferos como guanacos, liebres y piches, además de la flora típica.
Al arribar a los Miradores, además de poder observar el río que se extiende y se pierde en el horizonte hasta transformarse en ría, se puede contemplar la célebre "roca triangular" que supo describir Darwin e hizo dibujar al pintor Conrad Martens, cuando descubrió el sitio y quiso inmortalizarlo en una obra.
Deslumbrando a turistas de los 5 continentes, los Miradores de Darwin siguen conservando su verdadera esencia tras 180 años de su descubrimiento.