Mi maestro, el dolor
La vida de Carlos Requejo está marcada por el dolor. Seguir a pesar de todo es la elección de vida que aprendió de su entrañable amigo, el inolvidable Facundo Cabral. Hoy se encuentra en rehabilitación médica con muy buenos resultados.Por Martín Leonetti
:: Argentina ::
Carlos Requejo tiene 64 años. A raíz de un tumor en la médula, fue operado y actualmente se moviliza en una silla de ruedas. La peor secuela de su condición es el dolor crónico y permanente. Actualmente, Carlos se encuentra realizando un programa integral de rehabilitación en la clínica del Dr. Roberto Quiñones Molina, para bajar el nivel de dolor a niveles tolerables. Sufrió años de un dolor incapacitante que no lo dejaba dormir y era muy profundo, sobre todo en su pierna izquierda. Cuando descubrieron que el tumor era la causa y lo operaron, ya era tarde para evitar el dolor crónico. Hoy su objetivo es bajar ese dolor "de un nivel 8 a un 4".
Carlos, ¿qué fue lo que te pasó?
Surgió... Yo jugaba al tenis, practicaba Kung Fu, hacía Tai Chi y bastante actividad física. Todo empezó con el dolor en la pierna izquierda. Y los primeros estudios decían que podía ser una hernia de disco o un pinzamiento. Entonces todo se fue estirando con sesiones de kinesiología. Y el dolor era cada vez más fuerte. Hasta que llegó a ser insostenible, hasta las lágrimas, era demasiado el dolor. Y gracias a un médico del Hospital Italiano que me realiza una resonancia completa, del cerebro hasta la cintura, descubre que el origen del dolor era un tumor en la médula.
La médula estaba -según me dijo el médico- a la altura de una hoja de papel y que eso era lo que se comprimía y me causaba tanto dolor. Me operaron en el término de dos meses. Todo lo que no había tenido antes se me cruzó en esos dos meses. Gente que me ayudó mucho con el tema de la operación. La operación salió bien y el tumor resultó benigno. Luego vinieron los dolores propios de una operación en la columna y lo peor que seguía a eso era la rehabilitación.
¿Cual fue tu primer pensamiento cuando te dicen que tenías un tumor?
Yo era una persona extremadamente miedosa, sobre todo con el tema de las enfermedades. Si se hablaba alguna vez de tumor, miraba para otro lado, ya la palabra me impresionaba. La palabra cáncer por ejemplo era una palabra innombrable para mí.
Afortunadamente la vida me dio la posibilidad de conocer y ser muy amigo de Facundo Cabral, que fue una persona que sufrió de dolor permanente toda la vida y sufrió tumores. Y él lo tomaba como una cosa más que le pasaba en la vida y ahí aprendió a perderle el miedo.
Tal es así que tenía un libro que se llama "El tumor y yo", donde cuenta la historia del tumor que lo acompañó durante gran parte de su vida. Y de hecho uno de los últimos correos que me envió antes de que lo matarán, dice que los médicos le dijeron que tenía un tumor. Pero que él estaba tranquilo y que iba a entrar en la otra vida, porque sabía que su final estaba cerca; no de la manera que pasó, pero sabía que estaba cerca. A Facundo el tema del tumor no lo asustaba, entonces cuando a mí me lo dijeron, sentí lo mismo.
La plástica es una parte importante de la rehabilitación de Carlos, para mejorar la coordinación y fuerza en sus manos
A veces uno, en vez de preguntarse "por qué", debería preguntarse para qué... ¿Te hiciste esa pregunta?
Sí claro, a veces la gente se pregunta "por qué a mí". Cuando tuve la noticia del tumor, yo había aprendido de Facundo que era un querido amigo y maestro, que las cosas pasan por algo. Que no es casualidad, que es causalidad. Y aprendí a rescatar lo positivo, aún de lo que parecía negativo. El decía: "el tumor te mata, pero muere contigo y no siempre te mata, a veces te despierta". Entonces me aferré a eso para tratar de que el tumor no me matara, que me pudiera despertar. Trato en lo posible de seguir su ejemplo y creo que me ayudó bastante.
¿Cuál es la importancia de un pensamiento positivo ante una enfermedad o ante un momento difícil? ¿Qué lugar le das y cómo se sigue adelante?
Yo creo que el pensamiento y la actitud positiva son importantísimos. Sobre todo en una enfermedad, creo que el pensamiento a veces te produce la enfermedad, pero también te la puede quitar. Lo fundamental es cuando tenés un problema o -como decía Facundo- una lección, entonces no existen problemas, son lecciones. Facundo aconsejaba encararlo de una manera positiva, ayudar con tu mente a que el esfuerzo y el dolor que vas a sufrir -que es inevitable- se apacigüen con la mente positiva.
Facundo decía: "se sufre en el parto, pero se crea una nueva vida". Entonces traté de enfocarlo de esa manera. Gracias a Dios pude hacerlo, porque yo antes era distinto. Antes me daba bastante miedo.
¿Y para qué crees que te sucedió esto?
Preguntarse para qué suceden las cosas es difícil de contestar. Yo creo que es una prueba. Dios o como quieras llamarlo: energía, tao, universo... hay algo superior que te pone pruebas y ésta para mí es una de ellas. Vos decidís seguir o quedarte. Yo decidí seguir, aunque me ha costado, he pasado por momentos donde no estaba demasiado bien. Pero afortunadamente decidí seguir.
¿Cuál sería tu mensaje de vida para alguien que está atravesando un momento difícil?
Creo que la gente que tiene este tipo de situaciones en la vida, tiene que mentalizarse que sí se puede. Lo primero es la voluntad de uno. Nadie te va a poder ayudar en nada si no ponés algo de tu propia voluntad. Un amigo mío, el cantante Piero dice: "Creerlo para crearlo". Tenés que creer en lo que estás haciendo y creer en la gente que te rodea para poder lograr los objetivos. A veces no creemos en la felicidad, pero está tan cerca... que perder el tiempo en cosas sin tienen importancia no tiene sentido. Todo esto yo lo tomo como un aprendizaje.
Y rescato una frase de Facundo que decía: "La vida es un misterio, una permanente intriga. En aprender a vivir se nos va toda la vida".