Las mejores series de este 2013

Ya es un lugar común decir que lo innovador de la pantalla no está en el cine de Hollywood sino en las series de TV, con millones de fanáticos en búsqueda de la dosis semanal de su titulo favorito. Pero no todo lo que se ofrece es bueno: aquí una selección de las mejores

Es verdad: ya todos acuerdan que lo más nuevo e interesante en materia fílmica pasa por las series de TV, aunque tal vez haya que admitir que esa etapa de oro de la televisión norteamericana esté tocando a su fin. Pero ese fin aún no llegó: desde aquel reinado de HBO con Los Sopranos, Six Feet Under y The Wire hasta hoy con el brillo de la cadena AMC y sus Mad Men, Breaking Bad y The Walking Dead, el género “serie de TV” se elevó muy por encima de aquellos seriales que veíamos de chicos doblados en canales de aire al estilo McGyver o Brigada A.

Las series -producidas con muchísimo presupuesto por los canales pagos- aprovecharon su naturaleza: la extensión, horas y horas divididas en capítulos y en temporadas que permitieron desarrollar personajes inolvidables, registrar crecimientos imposibles de lograr en una película. ¿Cómo narrar, sino, la transformación de Claire Fisher en Six Feet Under de una joven rebelde a una fotógrafa casada con un yuppie si no es a través de los años, de años reales?

Y después está el encanto de compartir las idas y vueltas de la trama con amigos o desconocidos que la siguen a la vez. ¿Qué película, obra de teatro o libro nos tuvo vibrando durante meses, discutiendo con gente en las redes sociales, cuando Charlie escribió en la palma de su mano que ese no era el bote de Penny antes de morir ahogado y cumplir la profecía de Desmond en Lost? De todo eso son capaces las buenas series de TV.

La siguiente es una lista de las que hoy nadie que tenga cable o una conexión a Internet se puede perder. Algunas nuevas, otras con ya varios años del estreno, pero todas actuales y todavía filmándose.

Breaking Bad

Quizás sea la que mejor aprovecha la extensión temporal para desarrollar un personaje en detalle. Cinco temporadas emitidas durante seis años (desde 2008 hasta 2013: terminará el 29 de septiembre) que comprenden apenas dos años en la vida de Walter White, un químico gris, con un talento enorme desperdiciado dando clases en un secundario perdido de Albuquerque, a pocos kilómetros de la frontera con México. Con una mujer embarazada y un hijo discapacitado, Walter descubre que tiene cáncer de pulmón y decide -tímidamente al principio- asociarse con un ex alumno drogón, Jesse Pinkman, para fabricar metanfetamina y dejarle un buen pasar a su familia cuando él ya no esté. Todo se agrava porque el cuñado de Walter es un simpaticón agente de la DEA, que jamás imaginará que el mayor productor de droga del sur de los Estados Unidos es su propio cuñado. Breaking Bad es, esencialmente, la construcción de un villano: de tímido y humillado profesor de secundaria, Walter pasará a ser un frío y peligrosísimo traficante internacional, que no dudará en matar a cualquiera que se ponga en su camino. La segunda parte de la quinta temporada (la última) consta de ocho episodios y empieza el 11 de agosto en los Estados Unidos.

Mad Men

La ya clásica presentación muestra a un ejecutivo cayendo de lo alto de un edificio de una avenida de Nueva York y quizás esa sea la metáfora de Don Draper, un self made man, literal: un tipo lindo, exitoso, seductor que trabaja como director creativo en una agencia de publicidad a comienzos de los '60, la década en la que todo cambió para siempre. Un tipo casado con una mujer hermosa, con dos hijos perfectos, deseado por todas las mujeres, envidiado por todos los hombres, pero con un pasado oculto que volverá para acecharlo. Su caída será la de una generación que irá de la ilusión de paz consumista de principios de los '60, a la violencia de Vietnam y la lucha por los derechos civiles de los '70. En el medio, un melodrama irresistible con toda la onda y los mejores old-fashioned de la televisión mundial. La sexta temporada acaba de empezar en los Estados Unidos y es muy probable que haya una séptima, que será la última.

Game of Thrones

El género es “fantasía medieval” y eso trae a la mente a El señor de los anillos y a nerds obesos y vírgenes jugando juegos de rol. Nada más lejano a eso es esta serie, adaptación de Canción de hielo y fuego, un conjunto de cinco libros escritos por George R. R. Martin -quedan dos más para completar la saga- que relatan la historia de Westeros, un continente ficticio en el que los veranos pueden durar muchos meses y los inviernos muchos años y en el que distintas casas reales pelean por el poder en un mundo medieval que tiene condimentos de magia, dragones y hasta zombies. La serie no ahorra incestos ni crueldades y pinta un mundo perfecto y apasionante con un nivel de producción único en el mundo. Al que le tenga “idea” al género, le recomiendo mirar la primera temporada y llegar al anteúltimo capítulo. Si no se le pone la piel de gallina cuando cae esa espada, esta serie no es para él. Acaba de empezar la tercera temporada y se emite en simultáneo por HBO Latinoamérica. Es un éxito de público así que se supone que habrá unas cuantas temporadas más.

Louie

La comedia de media hora parecía agotada con Seinfeld y su continuadora, Curb Your Enthusiasm, pero llegó Louie para patear el tablero. Estructuralmente es igual a Seinfeld: un stand up comedian en Nueva York vive su vida y vemos pequeños fragmentos de su show, que hacen alusión a lo que ocurre en el episodio. Pero ahí se acaban las similitudes. Louie es un perdedor, un divorciado con poca plata que sale con mujeres que no le dan mucha bola y se ve inmerso en situaciones incómodas. No hay, desde ya, risas grabadas (ese resabio de los '90), pero tampoco hay gags propiamente dichos. La risa brota de lo incómodo, de lo triste, aún de la muerte. No se trata solamente de humor negro, esto va más allá: si el humor consiste en poner la mirada oblicua, ahí en donde no la pone nadie, Louie logra hacerlo con maestría. Ojo: esto es comedia 100% para llorar de risa. Pero no es alegre. Ya se emitieron tres temporadas y la cuarta se podrá ver recién en mayo del año que viene. Paciencia.

Girls

Se la definió como la Sex and the City hipster y quizás sea una definición un tanto apresurada pero no del todo errónea. Es cierto que la propia serie reconoce ser heredera de la legendaria Sex and the City ya desde el primer episodio, pero no hay nada más actual que Girls. Cuatro amigas y sus historias con hombres lideradas por la gordita adorable -y un poco chiflada e insoportable- Lena Dunham, creadora y protagonista de la serie. Ahí están también Marnie, linda y caprichosa; Jessa, bohemia y promiscua; y Shoshannah inocente y virgen. Las cuatro deambulan por Nueva York relacionándose con hombres y viviendo historias de sexo, droga y neurosis. Quizás sea una serie demasiado femenina y los hombres nos quedemos un poco afuera, quizás no sea una comedia tan “graciosa” como Louie, pero sin dudas es uno de los acontecimientos de esta década. Ya se emitieron dos temporadas y hay planeada una tercera pero todavía no hay fecha de estreno.

Dr. Who

En Inglaterra, Dr. Who forma parte de la cultura popular desde hace cincuenta años; pero acá, en Argentina, el placer es de unos pocos entendidos en esta historia de viajes en el tiempo, algo de humor inglés y mucha onda. El comienzo se remonta a 1963, cuando la BBC empezó a emitir un serial sobre un excéntrico doctor proveniente de un mundo lejano que viajaba en el tiempo y en el espacio dentro de la TARDIS, una especie de nave muy parecida a una cabina de policía, con el objetivo de luchar contra la injusticia en distintas épocas y mundos. Pasaron los años, la serie de transformó en un ícono popular y los doctores fueron cambiando de cuerpo y, por lo tanto, de actor. En el año 2005, después de varios años de ausencia, relanzaron la serie con Christopher Eccleston en el papel de la novena “reencarnación” del Doctor, y en 2010 empezó la versión actual con Matt Smith, ya el decimoprimer Doctor. Lo acompaña la bellísima Amy Pond (Karen Gillan) y juntos viajan en su nave a la Venecia del siglo XVI para vivir una historia de vampiros, a la Segunda Guerra Mundial para ayudar a Winston Churchill a vencer a los nazis o a un futuro lejano en el que la población del Reino Unido permanece alojada en una nave espacial porque la Tierra fue asolada por erupciones solares. Mucho ingenio, un diseño visual alucinante, actores terriblemente carismáticos y toda la onda inglesa. Actualmente está promediando la tercera temporada del “decimoprimer Doctor” y se espera un especial por el 50mo aniversario para el 23 de noviembre.

Homeland

Basada en la serie israelí Hatufim, esta versión norteamericana pone el acento más en la paranoia que en el drama familiar de Nicholas Brody (Damian Lewis), un soldado que estuvo cautivo ocho años por los iraquíes y, cuando es liberado, vuelve a su casa convertido en un héroe nacional que tiene que lidiar con su mujer que empezó una relación con su mejor amigo y sus hijos, que a su vez crecieron sin él. Pero también con Carrie Mathison (Claire Danes), una oficial del inteligencia que cree que en esos ocho años Brody se dio vuelta y volvió a los Estados Unidos como espía de los iraquíes. Homeland está hecha por los creadores de la legendaria 24 y sin dudas es su heredera: si 24 era violenta y frenética, hija directa del 9/11 y la administración Bush, Homeland es más pausada y psicológica, impensada hace diez años pero que captura a la perfección el clima de época de la administración Obama, de la posguerra y del supuesto fin de la “Guerra contra el terror”. Ya se emitieron dos temporadas de Homeland y el 29 de septiembre se estrenará la tercera en los Estados Unidos.

Por Diego Papic

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Fuente: www.glamout.com