La estructura de las emociones: cuatro características distintivas.

¿Qué es una emoción?. Lo primero que debemos saber, es que una emoción tiene diferentes características que la diferencian de un sentimiento, de un estado mental, de un estado de ánimo (mood) y hasta de una enfermedad (la depresión o el estrés, por ejemplo). Una emoción, por lo general, siempre tiene una señal propia.

Esta señal les permite a otros individuos percatarse que algo está pasando en nuestro “interior”. En contraste, un pensamiento no tiene una señal distintiva, no podemos saber en que está pensando una persona con tan solo observarla, nadie puede leer la mente. Es cierto, podemos llegar a interpretar las emociones mediante un gesto o una expresión facial, pero no podemos conocer el pensamiento que esta detonando la emoción. A manera de ejemplo: una persona acusada de homicidio que muestra una expresión o micro-expresión de miedo no necesariamente es culpable.

El miedo de pensar que uno va a ser atrapado por su crimen se refleja exactamente igual que el miedo a pensar: “no me van a creer que soy inocente”. En varias de sus obras, el Dr. Paul Ekman ilustra esta situación con el “error de Otelo”: “El pensó que el temor que mostraba su esposa (Desdémona), era el temor de una mujer sorprendida en una infidelidad. Pero en realidad, era una mujer con temor de su celoso marido. Otelo acababa de matar a quien creía era el amante de su esposa” Ekman. Cabe señalar, que existen algunas excepciones.

La vergüenza es una emoción, pero no parece existir una señal universal. Algunas personas se ruborizan, no todas. Y algunas personas de piel oscura se ruborizan también, pero no nos percatamos de ello.

Una segunda característica es la velocidad con que las emociones pueden llegar a activarse, menos de un cuarto de segundo. Esta activación es automática y se presenta en nuestros sistemas, prácticamente, sin conciencia. Sin embargo, la evaluación de nuestra reacción es impresionante:

“Cuando usted está conduciendo un coche y otro de coches gira en su dirección, en una fracción de segundo, no sólo usted reconoce el peligro, sino que evalúa qué tan rápido se está moviendo este, hace ajustes en la velocidad y el volante, y hace todo esto, sin una consideración consciente” (Ekman).

Evolutivamente, las emociones son parte de un complejo mecanismo de supervivencia.

La tercera característica es considerada como la más controversial por el Dr. Ekman y habla de una “inicial falta de conciencia” ante una emoción.

Podemos reconocer que tenemos un pensamiento en la mente o que estamos ante un estado de humor, pero las emociones pueden ser tan súbitas, que por lo general y sin un trabajo previo, nos cuesta reconocerlas. “Tenemos que trabajar muy duro para ser conscientes del hecho de que estamos emocionalmente afectados… Déjeme utilizar un ejemplo. Usted está leyendo un libro y está dando vuelta las páginas. A continuación, usted nota que está pensando en la película que vio anoche, pero aún así sigue pasando las páginas. Así, que no es que este inconsciente de sus acciones. Estuvo pensando en la película. Sin embargo, no era consciente del hecho de lo que usted estaba haciendo con el libro. ¿Por qué pasar las páginas si no las está leyendo? Eso es lo que sucede con nuestras emociones. Estamos totalmente conscientes, pero no hay ninguna parte de nuestro “yo” que está presente en lo que hacemos. Es lo que Alan Wallace llama meta-attentiveness”. (Ekman).

Finalmente, una cuarta y última característica principal de las emociones: no son únicas del ser humano, otras especies también tienen esta característica.

La única emoción que pensó el Dr. Ekman era exclusiva del ser humano, era el desprecio (Contempt). El desprecio tiene que ver con el sentirse moralmente superiores a otra persona. Sin embargo y sorprendentemente, Ekman descubrió que los chimpancés también son capaces de vivir esta emoción. “En resumen, las características de una emoción son las siguientes: Existe una señal; una evaluación automática, muy rápida de lo que está pasando y que da lugar a un impulso; hay que desarrollar una habilidad para obtener la conciencia de que uno esta emocionalmente afectado y no son exclusivas de los humanos” Ekman.

Fuentes consultadas: Emotional Awareness. A convertation between The Dalai Lama and Paul Ekman, PH.D. Holt 2008.

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Por José Manuel Guevara S. Fuente: http://enbuscadeantares.com/