Elecciones: ¿Influye la apariencia del candidato para que la gente lo vote?
¿Cuánto influye para nosotros la apariencia física en la elección de los candidatos?Ya en el año 370 A.C. en su libro “La República”, Platón afirma: "Imagínate... un barco en el que hay un capitán que es más alto y más fuerte que cualquiera de los tripulantes, pero es un poco sordo y tiene una enfermedad similar a la vista, y su conocimiento de la navegación no es mucho mejor". Platón argumenta que la tripulación (que seriamos, los votantes) no puede seleccionar un capitán competente (es decir, un gobernante) porque la tripulación está engañada, en parte, por las apariencias.
Hablemos de las apariencias
¿Cuánto influye para nosotros la apariencia física en la elección de los candidatos?, pregunta que también se hizo un grupo de científicos suizos, con la experiencia “Predicting Elections: Child's Play!” que fue publicada luego en la revista Science.
En esa experiencia participaron un total de 2.841 individuos, de los cuales 681 eran niños de 5 a 13 años, jugando una especie de juego que involucraba un viaje simulado por computadora, de Troya a Ítaca. A partir de entonces, los participantes eligieron en pocos segundos, entre más de 57 pares de caras, al capitán de su barco. Entre ellas, mezcladas, estaban las de dos diputados próximos a una elección norteamericana que ellos desconocían. Increíblemente casi en un 75 por ciento (tanto niños, como adultos) todas las selecciones de rostros, coincidieron con la elección real posterior. Eligieron al candidato que, para ellos, según la explicación, era el más competente para guiar el barco, de acuerdo a su rostro. Es decir, que a simple vista y sin conocer las características personales, partidarias, capacidades y argumentos de los candidatos, tanto los adultos como los niños usan señales similares para juzgar la competencia a partir de la apariencia facial.
Percibir la apariencia física de los otros a menudo es considerado un proceso global que incluye la forma del cuerpo, sexo, edad, vestimenta, gestos, expresiones, colores, etc., y se traduce en la generación de impresiones y evaluaciones que pueden ser agradables o desagradables, buenas o malas, etc. Y es así que la evaluación de la apariencia, como toda relación social, es objeto de un conjunto de reglas y costumbres referentes a su práctica, que competen a la moral, a la convivencia, a los estereotipos, costumbres e, incluso, a la etiqueta.
Pocos votantes en general, (menos de un 30 por ciento), se preocupa por buscar e investigar la historia personal de los candidatos, cómo piensan, con quienes se aliaron anteriormente, qué han hecho de forma individual, como es su vida, su familia, su entorno.
Todo lo que somos comunica, aunque sea inventado
Lo más importante a la hora de elegir es la imagen, por que nos influyen en las redes sociales y los medios de comunicación existentes: el escándalo y las propuestas engañosas, pero electoralmente atractivas. Por eso, los consultores políticos, se enfocan en alguna característica de personalidad que logre tener mayor impacto en la población. Lo que importa entonces es la persona y no tanto su proyecto de gobierno. Cada vez más la referencia a la cual acude un candidato para exponer sus propuestas políticas, es la derivada de sí mismo, de su carisma.
La primera impresión es la que cuenta
La primera impresión que se tiene de un político resulta fundamental para formar una percepción favorable. La presencia, vestuario y estética son características que generalmente las personas observan a detalle y con mucho cuidado.
No siempre se elige al de mas edad por experiencia, o al mas atractivo según las normas sociales actuales, sino que en general la gente elige a quien, con su imagen, muestra más capacidad de liderazgo.
Obviamente, este estudio termina con el conocimiento de dichos candidatos: las percepciones cambian cuando ya tenemos información, cuando lo conocemos actuando, sabemos de qué es capaz y cuáles son sus características personales y políticas.