GIRLBOSS, una serie que no alcanza
La nueva comedia de Netflix relata la atractiva historia de Sophia Amoruso y la creación de la marca Nasty Gal ¿Qué falla en la nueva apuesta de Netflix?Por Milagros Orlando
@miluorlando
:: Argentina ::
La moda en la pantalla funciona y muy bien: Sex and the city, Gossip Girl o The Devil Wears Prada lo demostraron a perfección. Y, a primera vista, parecía que Girlboss iba a seguir el mismo camino, pero con un poco menos de glamour. Es real, la historia de una joven emprendedora que convierte una tienda de ropa vintage de Ebay en un imperio resulta sumamente atractivo. Y más aún, si la historia está basada en un hecho real.
“La adultez es donde los sueños mueren” dice el personaje de Sophia Amoruso, encarnado por la actriz Britt Robertson , y da inicio a la primera temporada de este intento de dramedy que no es ninguna maravilla ¿A destacar? Hay muy poco: la participación de Dean Norris - Hank en Breaking Bad- que logra un poco de melancolía entre los seriéfilos, y el formato de 30 minutos que vuelve la trama más ágil (Y nos ayuda a sobrellevar a la insoportable protagonista).
Es que Britt Robertson en el papel de Sophia es realmente insoportable y, es justamente ella, el principal problema que encuentra la serie. La interpretación no logra conectar con la audiencia, así como tampoco lo hace el personaje de su mejor amiga, interpretado por Ellie Reed, que roza constantemente la exageración.
Y, aunque la corta duración de los capítulos nos ayudan a superar las malas actuaciones, también nos dejan con ganas de más y con la sensación de que los tiempos no fueron manejados correctamente por los guionistas. El capítulo colmado de flashbacks entre ambas amigas resulta innecesario cuando el reloj corre y el tiempo no alcanza para madurar el relato. En la serie, Sophia crea un imperio de un día a otro quitándole la poca veracidad que le quedaba a la historia.
¿Es entretenida? Sí ¿La voy a recordar como una gran serie? No. Ideal para un Binge-Watching de fin de semana y nada más.