Escribir a mano: ¿por qué sigue siendo esencial en la era digital?
Escribir vs teclear: ¿qué es mejor para tu cerebro?
En una época dominada por la tecnología, donde el uso de teclados y pantallas es la norma tanto en aulas como en oficinas, la escritura a mano sigue desempeñando un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y en la mejora de la memoria. La escritura manual, a pesar de parecer obsoleta frente a las herramientas digitales, ofrece una serie de beneficios que no pueden ser replicados por el uso de teclados o dispositivos electrónicos. En este artículo exploramos por qué la ciencia sigue destacando la importancia de escribir a mano y cómo esta práctica tradicional impacta positivamente en la concentración y retención de la información.
Escribir a mano mejora la memoria
Uno de los aspectos más estudiados en relación con la escritura a mano es su capacidad para mejorar la retención de información. Naomi Susan Baron, profesora emérita de lingüística en la American University, señala en una entrevista con NatGeo que "la mayoría de los estudios sobre la relación entre la escritura a mano y la memoria muestran que las personas son mejores para recordar cosas que han escrito manualmente que en una computadora".
La escritura manual implica una conexión más profunda con la información, lo que facilita que se almacene de forma más duradera en el cerebro. Esto se debe a que, al escribir a mano, el proceso es más lento y deliberado que al teclear, lo que obliga al cerebro a procesar el contenido de manera más profunda y significativa. Tomar notas a mano no solo es cuestión de escribir más despacio, sino también de hacerlo de una manera que promueve una mayor comprensión.
Activación sensorial: el papel de los sentidos
Otro factor clave en la importancia de la escritura a mano es el involucramiento de múltiples sentidos. Cuando escribimos a mano, nuestro cerebro está implicado en varias tareas simultáneamente: sostener el bolígrafo, coordinar el movimiento de la mano y formar las letras. Mellissa Prunty, profesora de terapia ocupacional en la Universidad Brunel de Londres, explica: "Sostener un bolígrafo con los dedos, presionarlo sobre una superficie y mover las manos para crear letras y palabras es una habilidad cognitivo-motora compleja que requiere mucha de nuestra atención". Este acto de coordinar mente y cuerpo refuerza la conexión neurológica, lo que a su vez mejora la capacidad de recordar lo que se ha escrito.
Este vínculo entre el movimiento y el aprendizaje es también una razón por la cual se ha demostrado que escribir a mano ayuda a los estudiantes a concentrarse mejor y a comprender de forma más efectiva lo que están estudiando. Un estudio en adultos que aprendían árabe reveló que aquellos que practicaban la escritura de las letras a mano reconocían y pronunciaban los caracteres más rápido que aquellos que solo usaban teclados o veían las letras en una pantalla. Este hallazgo demuestra cómo la activación de las vías sensoriales y motoras del cerebro durante la escritura manual puede hacer que el aprendizaje sea más efectivo.
¿Por qué el cerebro prefiere el lápiz y papel?
En un mundo donde la velocidad parece ser lo más importante, la escritura a mano requiere un ritmo más lento y reflexivo, lo que en realidad puede ser una ventaja. Audrey van der Meer, profesora de neuropsicología en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, llevó a cabo un estudio que reveló que el cerebro está mucho más activo al escribir a mano que al teclear. "Lo más sorprendente fue que todo el cerebro estaba activo cuando escribían a mano, mientras que áreas mucho más pequeñas estaban activas cuando escribían a máquina", indicó van der Meer.
Este mayor nivel de actividad cerebral durante la escritura manual sugiere que el cerebro se involucra más profundamente en el procesamiento de la información. Al usar un teclado, se eliminan muchos de los procesos cognitivos que se activan durante la escritura a mano, lo que disminuye la capacidad del cerebro para almacenar la información de forma efectiva. La complejidad del acto de escribir —coordinar el movimiento, formar letras, estructurar pensamientos— crea un entorno ideal para que las ideas se solidifiquen en nuestra mente.
La escritura manual en la educación
A pesar de la creciente digitalización en las aulas, cada vez más expertos recomiendan no abandonar del todo la escritura a mano. En países como Noruega y algunas regiones de Estados Unidos, se está debatiendo si es conveniente reemplazar la enseñanza de la cursiva por el uso de dispositivos como tablets o laptops. Sin embargo, los beneficios neurológicos de escribir a mano durante la infancia son tan grandes que varios especialistas, como van der Meer, insisten en que debe mantenerse un mínimo de escritura manual en los planes educativos. "Es muy buena para el cerebro en desarrollo", afirma la experta.
Al escribir a mano, los niños no solo están mejorando su memoria y capacidad de concentración, sino que también están desarrollando habilidades motoras finas y coordinando varias partes del cerebro de manera efectiva. Estas habilidades serán útiles no solo en el ámbito académico, sino en múltiples aspectos de su vida.
¿Deberían los adultos seguir escribiendo a mano?
Para los adultos, la escritura manual sigue siendo relevante. Aunque muchas de nuestras actividades diarias se realizan en dispositivos digitales, mantener la práctica de escribir a mano es un excelente ejercicio mental. Van der Meer sugiere que el acto de escribir puede compararse con el mantenimiento de una carretera transitada. Así como una carretera necesita reparaciones y ajustes para funcionar correctamente, el cerebro también necesita ejercicio para mantener las vías neuronales fuertes y activas.
Escribir a mano puede ser una forma efectiva de ejercitar esas vías neuronales. Cuando nos acostumbramos a escribir todo en teclados, ciertas conexiones neuronales pueden debilitarse, mientras que mantener la escritura manual activa permite que esas vías sigan funcionando de manera eficiente.
La escritura a mano como herramienta de concentración
En una encuesta con 205 estudiantes jóvenes en Estados Unidos y Europa, se encontró que muchos de ellos reportaban mayor concentración y una mejor retención de la información cuando tomaban notas a mano en lugar de en una computadora. Según Naomi Susan Baron, el tacto juega un papel vital en cómo absorbemos la información. El simple acto de escribir una palabra en un cuaderno puede hacer que el cerebro la procese de manera más significativa que si simplemente se escribe en una pantalla.
Lisa Aziz-Zadeh, profesora del Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California, añade que las regiones del cerebro relacionadas con el movimiento y el tacto están vinculadas con procesos cognitivos superiores. Esto significa que al involucrar el cuerpo en la tarea de escribir, se estimulan áreas del cerebro que facilitan la comprensión y el almacenamiento de la información.