El lado positivo de los videojuegos

La investigación afirma que su uso provee de herramientas educativas que incrementan la motivación de los alumnos y ayuda al desarrollo de capacidades como la reflexión y la participación

En los últimos tiempos es innegable la repercusión y la llegada que los videojuegos tienen sobre todos los niños del mundo. También es frecuente escuchar sobre su nivel de violencia y alienación que producirían sobre los más chicos. Pero, parece ser que también, lejos de la mala educación, puede generar aspectos positivos.

Un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares y la compañía Electronic Arts sostiene que los videojuegos podrían formar parte de la educación formal escolar.

La investigación afirma que su uso provee de herramientas educativas que incrementan la motivación de los alumnos y ayuda al desarrollo de capacidades como la reflexión y la participación.

El estudio fue probado con la supervisión de la catedrática en Educación y Comunicación Pilar Lacasa. Durante la experiencia se utilizaron algunos de los videojuegos estrella de los niños.

La iniciativa se desarrolló a partir de la implementación de un taller llamado "Jugar y aprender". Los alumnos participantes se comunicaron e interactuaron entre si, con el apoyo de los profesores a través de consolas y comunidades online.

La experiencia fue altamente exitosa, los motivos estuvieron a la vista. Los niños han incorporado los videojuegos como parte de su rutina a nivel personal y también como elemento de socialización, ya que en la actualidad es un modo de interacción entre pares. Implementar esta herramienta en la escuela de manera positiva genera entre los más chicos la sensación de juego y a la vez les provoca la satisfacción de estar aprendiendo.

En este sentido, Lacasa destacó la importancia de la incorporación de los videojuegos como una metodología innovadora para contribuir a la disminución del fracaso escolar. "Los estudiantes deberían de usar en las aulas (o actualmente en casa) los mismos medios que emplean fuera de ellas, incluidas las redes sociales, lo que facilitaría que el aprendizaje les resultara mucho más atractivo", sostiene la investigación.

¿Cuáles fueron las consecuencias positivas de esta metodología?

Los alumnos estuvieron más motivados, participaron activamente e incrementó la unión entre los chicos y lo profesores en el desarrollo del proyecto.

La investigación concluyó afirmando que los videojuegos aplicados estratégicamente sumados a una política educativa son de gran utilidad, al igual que ya lo son la redes sociales. "Los estudiantes, al aceptar las reglas de las redes sociales, comienzan a desarrollar su sentido cívico. Además, los videojuegos y las redes sociales fomentan la comunicación y el intercambio de opiniones de los alumnos", sostiene el estudio.

Un claro ejemplo de cómo aprovechar buenas herramientas para generar motivación y aprender día a día.

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