El juego del calamar: juegos inocentes con reglas macabras
La serie surcoreana de Netflix es un éxito mundial, llegando a ser una de las producciones más vistas en la última semana. Una serie que juega entre la inocencia infantil, la ambición y la desesperación de los adultos. Una crítica al sistema en el que se rige el mundo.La historia gira alrededor de un grupo de deudores que son reclutados a jugar una cadena de misteriosos juegos infantiles por una suma exorbitante de dinero, quien pierda en el juego perderá literalmente su vida.
Todas las series tienen sus distintivos en las actuaciones que hacen que conectes más con ese personaje -o en todo caso lo odies según su faceta- En este punto quiero destacar las actuaciones de nuestro protagonista Lee Jung-jae, nuestro anciano preferido Oh Yeong-su, la misteriosa HoYeon Jung y la desesperante Kim Joo-ryoung.
Lee Jung-jae, protagonista de "El Juego del Calamar"
La serie nos presenta grandes y coloridas escenografías, sin recurrir en ningún momento a los efectos digitales, herramientas de las que últimamente se abusa y no siempre resultan perfectas. Esos llamativos colores, los inocentes juegos infantiles y música de los 70/80 junto con las frías ejecuciones de los eliminados, recrean lo bizarro y los paralelismos de la crítica antisistema y humana, que quiere deja la serie como mensaje.
Un pequeño spoiler pero que seguro escuchaste nombrar en las redes sociales; el capítulo donde el juego son las canicas es el mejor momento de esta serie. Un juego tan simple con una puesta en escena maravillosa, donde nos enteramos de historias desgarradoras, giros argumentales que te ponen la piel de gallina, una dirección y fotografía alucinantes que logran expresar al máximo la idea del mensaje que nos quiere dejar.
Hwang Dong-hyuk -director y guionista de la serie- se basó al escribir esta historia en varios comics de juegos de supervivencia (mucha gente termina comparando a esta serie con los juegos del hambre), pero donde los juegos eran extremos. En esta ocasión buscó todo lo contrario, que lo extremo sea el humano y no los juegos.
Como toda producción, tiene sus puntos más bajos. Algunas de las actuaciones secundarias no me terminaron de convencer, errores en la historia que hacen un poco de ruido como el sistema de seguridad de este misterioso lugar (no sigo para no caer en spoilers) y hay otros momentos inconclusos que ojalá se desarrollen en la próxima temporada.
El final en mi opinión es uno de los puntos más bajos de la serie, pero no quiere decir que no me gustó. No me sorprendió en absoluto por un mínimo error en una toma de 3 capítulos anteriores que nos muestra quien está detrás de todo. Un final abierto que nos da un puntapié a la segunda temporada que... ¿Cuándo saldrá?
Oficialmente ni Netflix ni la productora surcoreana expresaron si habrá una segunda temporada, pero al ver el final abierto que nos dejan, historias secundarias inconclusas y sobre todo el éxito mundial que está teniendo, no pasará mucho para su confirmación. El rumor que circula es que en diciembre tendríamos la segunda temporada, aunque lo considero casi imposible.