El hombre que calculaba: El libro imprescindible para comenzar a amar las Matemáticas

Este es el libro que más veces he regalado en mi vida y siempre ha causado un impacto en los lectores que lo han recibido.

En reuniones sociales es habitual preguntar la profesión del interlocutor que uno conoce por primera vez. Habitualmente si hay un médico, lo que sigue es una breve consulta profesional sobre algún padecimiento personal o de un cercano. Un abogado a veces recibe un trato similar. Hasta hace unos años la reacción cuando uno decía matemático era una mezcla entre sorpresa, pena y admiración, pero nada más. Esto ha cambiado en el último tiempo y ahora es muy común que me pidan consejo respecto a qué hacer para que a los niños les guste la matemática.

Mi respuesta siempre ha sido la misma, que lea “El Hombre que Calculaba”. Este es el libro que más veces he regalado en mi vida y siempre ha causado un impacto en los lectores que lo han recibido de mi parte.

La primera vez que lo leí era un joven entusiasta de las matemáticas que recibió este enigmático libro de un autor con un misterioso nombre árabe, el-hadj jerife Ali lezid lzz-Edim ibn Salim Hank Malba Tahan o en versión corta simplemente Malba Tahan. Rápidamente me sumergí en las andanzas de Beremir y Hanak por Bagdad y me encanté y obsesioné con los misterios y acertijos presentados en la obra. Esta obra ha sido reeditaba más de 63 veces.

La primera vez que decidí regalárselo a alguien para motivarlo por la matemática me encontré con la gran sorpresa que el verdadero nombre del autor era Julio César de Mello y Souza, profesor y escritor brasileño. En Brasil es considerado el único profesor de matemáticas que ha llegado a ser tan famoso como un jugador de fútbol. Pero lo cierto es que casi resulta incorrecto decir que Malba Tahan es su seudónimo. Él mismo se identificaba como Malba Tahan e inclusive escribía ese nombre en caracteres Árabes y de hecho Getúlio Vargas, Presidente de Brasil, autorizó a Julio César a poner ese nombre en su tarjeta de identidad.

Era un crítico mordaz de la metodología brasilera de enseñanza de la matemática, en sus palabras “el profesor de matemáticas es un sádico, que ama hacer todo tan complicado como sea posible”. A pesar de ello, recibió muchos galardones, entre ellos el prestigioso premio que le confirió la Academia Brasileña de Letras. Fue miembro honorario de la Academia Brasileña de Letras.

Este sabio, que falleció en 1974, escribió 103 libros, que incluyen ciencia ficción, libros científicos y textos escolares que han vendido más de 2.6 millones de copias.

Actualmente hay muchos videos de YouTube con explicaciones animadas de los acertijos del Hombre que Calculaba, pero realmente la única recomendación posible es leer la obra original con sus 187 páginas y 34 capítulos.

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Por Pierre Romagnoli | Fuente: www.guioteca.com