Dr. Abel Albino, el hombre que materializó la paz luchando contra la desnutrición infantil

Una personas puede transcurrir gran parte de sus días sin sobresaltos o acontecimientos que cambien el curso de su biografía. Pero, existen momentos en los cuáles se produce una ruptura con la zona de confort, y un pequeño instante puede cambiar toda una vida.
Una tarde cómo tantas otras, el Dr. Abel Albino (Médico Pediatra) se encontraba en España, en dónde realizaba una especialización en Biología Molecular en la Universidad de Navarra y camino a su casa encontró un diario tirado en el piso.

El Dr. Albino tomó el periódico y allí encontró una entrevista a la Madre Teresa de Calculta. Si, bien él conocía su obra y su inconmensurable aporte, aquella lectura le impactó de manera tal que desde entonces despertó ante una nueva misión en su vida.

En aquella entrevista la Madre Teresa afirmaba que la mejor forma de encontrar la paz no era mirándose o contemplándose a si mismo, sino sirviendo a las personas con mayores necesidades y así, en la entrega plena y absoluta se encuentra la verdadera fortaleza de los seres humanos.

Aquellas palabras no sólo no le pasaron desapercibidas sino que se convirtieron en una causa personal, transformándose en una vocación que guío cada uno de los pasos hasta el día hoy.

El Dr. Albino decidió volver a la Argentina, en dónde miles de niños se encontraban atravesados por la pobreza y la desnutrición. Allí dónde había nacido y crecido, era el escenario para materializar soluciones concretas a favor de quienes más sufrían.

Su conocimiento científico y su pasión por la solidaridad serían las herramientas para comenzar a ejercer el cambio. Se radicó en la provincia de Mendoza y los inicios fueron muy difíciles. Debió renunciar a su trabajo y hasta llegó a hipotecar su casa para concretar el proyecto de crear una fundación capaz de brindar respuestas efectivas contra la desnutrición.

El Dr. Albino creyó firmemente que sólo con la ciencia no se logran resultados a largo plazo, había que comprender la manera de vivir, sentir y pensar de las comunidades más pobres de su país. Así fue como visitó y convivió en los barrios y villas de emergencia más vulnerables del país y finalmente, concluyó que además de asistencia médica había que realizar una enorme tarea en términos educativos.

Con enormes esfuerzos, a principios del año 1993 finalmente obtuvo los recursos para organizar un congreso que contó con la presencia de los profesionales médicos más destacados del mundo en el único trastorno neurológico creado por el hombre que no sólo se puede prevenir sino revertir: la debilidad mental producto de la desnutrición.

Para el Dr. Albino era inadmisible que las estadísticas en torno a la desnutrición infantil sigan incrementándose en el país y así fue como el 4 de septiembre del 1993 creó la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil).

“Un país con igualdad de oportunidades, donde todos puedan desplegar su potencial genético, donde todos sus miembros pueden optar con libertad el camino a seguir, no limitados por incapacidades intelectuales provocadas por la misma comunidad” este fue el mensaje y el objetivo de su fundador y hoy máximo referente en la región en la lucha contra la desnutrición infantil.

A través de CONIN, 100.000 niños recibieron tratamiento y revirtieron cuadros graves de desnutrición. Su modelo de abordaje fue replicado en 44 centros en 15 provincias Argentinas. Además, sus 13 programas de rehabilitación fueron implementados en Paraguay y Perú y en otros dos países de África a través de un Manual de Procedimiento (normas ISO 9000) aplicado con capacitaciones y auditorias.

Por su labor, recibió la máxima distinción por parte de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación (AEN), que destaca los desarrollos orientados a superar los problemas de nutrición en diversos países del mundo y así le otorgó el premio a "la mejor iniciativa institucional a favor de la nutrición", y lo designó miembro de número de esa academia.

Hoy en la Argentina existen 260.000 chicos de 0 a 5 años con algún grado de desnutrición, y la Fundación los asiste, los cuida y los cura. A partir de un trabajo en conjunto con las familias afectadas, CONIN establece una lucha contra el hambre, priorizando la educación y protegiendo y promoviendo la salud.

El Dr. Albino es una persona que no cree en las soluciones simples, mágicas e inmediatas. Desde hace 20 años ha logrado demostrar con sus acciones que trabajando a largo plazo a través del el contacto personal y del día a día con los que más sufren los destinos de las personas más vulnerables no se encuentran signados por la fatalidad. Brindando su experiencia médica y humana, existe un hombre llamado Abel Albino que desde Mendoza está cambiando el mundo.

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Eugenia Plano | www.vidapositiva.com