Consejos para mantenerse saludable con un sistema inmune débil
En tiempos de coronavirus, aquellas personas inmunodeprimidas que se encuentren dentro del espectro de población más vulnerable, deben incluir hábitos de prevención extra en su rutina diaria. Aquí algunos consejos.La mayoría de las veces, el sistema inmune protege al cuerpo de las infecciones. Sin embargo, algunas personas tienen un sistema inmune débil que puede hacerlas propensas a infecciones frecuentes.
Los glóbulos blancos, los anticuerpos y otros componentes, incluidos los órganos y los ganglios linfáticos, conforman nuestro sistema inmune. Muchos trastornos y/o enfermedades pueden debilitar el sistema inmune y hacer que una persona se vuelva inmunocomprometida. Estos trastornos de inmunodeficiencia, que varían de leves a severos, pueden estar presentes desde el nacimiento o pueden ocurrir como resultado de factores ambientales e incluyen:
- VIH
- ciertos tipos de cáncer
- desnutrición
- hepatitis viral
- algunos tratamientos medicos
A veces, un trastorno de inmunodeficiencia puede ser tan leve que una persona puede no ser consciente de ello durante años. Otras veces, el trastorno es más grave y hace que una persona experimente infecciones frecuentes a lo largo de su vida.
Consejos para mejorar nuestras posibilidades de mantenernos saludables.
Síntomas de un sistema inmune débil
El síntoma principal de un sistema inmune débil es la susceptibilidad a la infección. Es probable que una persona con un sistema inmune débil contraiga infecciones con más frecuencia que la mayoría de las personas, y estas enfermedades pueden ser más graves o más difíciles de tratar. Estas personas también pueden encontrarse lidiando con una infección que una persona con un sistema inmune más fuerte no contraería. Las infecciones que las personas con un sistema inmune débil suelen tener incluyen:
- neumonía
- meningitis
- bronquitis
- infecciones de la piel
Estas infecciones pueden reaparecer con una alta frecuencia. Otros síntomas de un sistema inmune débil pueden incluir los siguientes:
- trastornos autoinmunes
- inflamación de los órganos internos
- trastornos o anormalidades de la sangre, como anemia
- problemas digestivos, incluida la pérdida de apetito, diarrea y calambres abdominales
- retrasos en el crecimiento y el desarrollo en lactantes y niños
Consejos para mantenerse saludable
Buena higiene
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan practicar una buena higiene, que incluye lavarse las manos con frecuencia y especialmente en los siguientes horarios:
- antes, durante y después de preparar comidas y meriendas
- antes de comer
- después de sonarse la nariz, estornudar o toser
- antes y después de tratar un corte u otra herida abierta en la piel
- después de tener contacto con alguien que no está bien
- después de usar o ayudar a un niño a usar el baño
- después de cambiar un pañal
- después de tocar un animal o alimento o desperdicio animal
- después de tocar la basura
El lavado de manos adecuado reduce significativamente las enfermedades.
Según los CDC , el lavado de manos con agua y jabón disminuye los casos de diarrea infecciosa en un 58 por ciento en personas inmunodeprimidas. También afirman que ayuda a proteger a los niños y minimizar el número de muertes por neumonía y enfermedad diarreica en menores de 5 años.
Evitar el contacto con las personas enfermas
Las personas inmunodeprimidas deben evitar el contacto cercano, abrazarse o besarse con cualquier otra persona que tenga un resfriado u otra infección. Los virus y otras enfermedades infecciosas pueden propagarse a través del contacto cercano. También se pueden propagar expulsadas al aire al toser o estornudar.
Desinfectar objetos de la casa
Los gérmenes que tienen el potencial de causar enfermedades pueden vivir en algunas superficies del hogar, como manijas de puertas y controles remotos. Se recomienda desinfectarlos regularmente.
Manejar el estrés
El estrés puede debilitar aún más el sistema inmune y hacer que una persona sea más susceptible a la enfermedad. Algunas investigaciones muestran que una persona que está bajo un estrés excesivo tiene más probabilidades de enfermarse. Las prácticas que pueden reducir y controlar el estrés incluyen:
- yoga
- meditación
- masajes
- practicar hobbies
- practicar deportes
Algunas investigaciones muestran que una persona que está bajo un estrés excesivo tiene más probabilidades de enfermarse
Dormir lo suficiente
Según la National Sleep Foundation , la falta de sueño tiene un efecto similar en el sistema inmunológico del cuerpo que el estrés. La falta de sueño interrumpe la producción normal de glóbulos blancos, un componente crucial del sistema inmune del cuerpo.
Según los CDC , los adultos deben aspirar al menos a 7 horas de sueño por día, mientras que los bebés y los niños necesitan entre 8 y 17 horas de sueño, dependiendo de su edad.
Comer una dieta saludable
Los médicos generalmente recomiendan una dieta rica en verduras y frutas. Se recomienda tomar medidas adicionales para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos en aquellos pacientes inmunocomprometidos, por ejemplo por estar bajo un tratamiento contra el cáncer.
Estas medidas pueden incluir:
- lavar todas las frutas y verduras antes de pelarlas
- evitar carnes, pescados y huevos poco cocidos
- refrigerar la comida puntualmente
- elegir jugos pasteurizados y productos lácteos en lugar de productos no pasteurizados
Hacer ejercicio regularmente
El ejercicio regular mantiene el cuerpo sano. Además de fortalecer el cuerpo, hace que libere endorfinas que reducen los niveles de estrés. Sin embargo, aquellos con sistemas inmunes débiles deben tener cuidado de no esforzarse demasiado, ya que esto puede debilitar aún más el sistema inmune.
Por lo tanto, evitar hacer ejercicio en las siguientes condiciones:
- a una intensidad demasiado alta
- con demasiada frecuencia
- por períodos prolongados sin parar a descansar
Considera tomar suplementos
Algunas vitaminas y minerales afectan el sistema inmune. Por ejemplo, una persona que tiene una deficiencia de vitamina C puede tener una inmunidad debilitada.
Otras vitaminas y minerales que pueden afectar la función inmune incluyen:
- vitamina A
- vitamina D
- vitamina E
- hierro
- ácido fólico
- zinc
Cuando sea posible, es mejor obtener estos nutrientes de fuentes dietéticas, pero si esto resulta desafiante, los suplementos o multivitamínicos pueden ayudar con la inmunidad.