Cómo descubrir mentiras a simple vista: señales que debes conocer
Detectar una mentira es un desafío, especialmente cuando se basa únicamente en la observación de la comunicación no verbal.
Aunque hay gestos y signos que pueden levantar sospechas, es importante recordar que no deben tomarse como indicadores absolutos. La interpretación de estas señales debe hacerse siempre en contexto y teniendo en cuenta la subjetividad de cada situación.
La mentira, según la Real Academia Española (RAE), es la expresión contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. Las motivaciones para mentir son variadas: desde proteger las apariencias y evitar herir los sentimientos de otros, hasta buscar beneficios personales o evitar consecuencias negativas. Esta contradicción entre la honestidad y el engaño plantea un reto en las relaciones humanas, donde se valora la transparencia y la sinceridad. En este contexto, surge la pregunta: ¿es posible detectar a simple vista si alguien está mintiendo?
Señales de la comunicación no verbal que podrían delatar una mentira
La comunicación no verbal es la transmisión de mensajes sin usar palabras. Gestos, expresiones faciales, posturas y hasta sonidos pueden comunicar significados profundos. Aunque ciertos gestos pueden sugerir que alguien está mintiendo, los expertos advierten que no hay certeza absoluta, y el contexto es crucial para una interpretación adecuada.
"Podemos sospechar que alguien miente, pero no podemos afirmarlo con total seguridad", explica Axel Persello, experto en Programación Neurolingüística y comunicación no verbal. "Por ejemplo, tocarse la cara en ciertos momentos puede despertar sospechas. El área que se toca suele estar vinculada al mensaje que se quiere transmitir. Si alguien se toca la oreja, podría ser una señal de que no le gusta lo que escucha; tocarse la nariz podría indicar que algo huele mal, mientras que tocarse la boca podría sugerir que la persona está tratando de callar algo".
Incongruencias en el lenguaje corporal: una pista clave
Persello también señala que las incongruencias entre el lenguaje verbal y no verbal son indicativas de posibles mentiras. "Si alguien dice que no tiene nada que ocultar pero se cruza de brazos, es un indicador de que podría estar cerrándose emocionalmente, aunque verbalmente diga lo contrario. El cruce de brazos, el cierre del rostro o el cruce de piernas pueden ser signos de que la persona no está siendo totalmente honesta", explica.
Otro gesto relevante es rascarse la nuca, un signo de incomodidad. Este gesto puede ser significativo si ocurre mientras la persona escucha algo que le resulta incómodo o mientras habla, lo que podría indicar que está incómoda con lo que dice. Sin embargo, es esencial no tomar estos gestos como verdades absolutas, ya que podrían simplemente reflejar inseguridad o nerviosismo, no necesariamente una mentira.
El impacto del miedo en el cuerpo: una ventana a la verdad
Desde Colombia, la experta en comunicación verbal y no verbal, Rita Karanauskas, autora de libros como “Cazamentiras” y “No te atrevas a mentirme”, destaca el papel del miedo en la detección de mentiras. "Cuando mentimos, experimentamos miedo, lo que provoca la liberación de neurotransmisores como la adrenalina y el cortisol, que a su vez generan cambios en nuestro cuerpo", explica Karanauskas. Estos cambios pueden incluir sudoración, dilatación de las pupilas y alteraciones en la postura corporal.
Sin embargo, Karanauskas subraya que no se puede detectar una mentira solo observando estos cambios. "Es crucial hacer preguntas adicionales después de notar signos de estrés o cambios en la postura corporal, ya que estos pueden ser causados por diversos factores, no solo por la mentira", advierte. Por ejemplo, los movimientos de los brazos suelen disminuir cuando alguien miente, mientras que los tics, como tocarse el cabello o jugar con un objeto, aumentan en situaciones de estrés. Pero, nuevamente, el estrés no siempre está relacionado con la mentira.
La importancia de la congruencia en la comunicación
Marcelo Sola, especialista en comunicación no verbal, resalta la congruencia entre el lenguaje verbal y no verbal como un factor clave para detectar mentiras. "El cuerpo siempre dice la verdad", afirma Sola. "Cuando alguien es honesto, hay una coherencia entre lo que dice y cómo lo dice, incluyendo el tono, la velocidad y el ritmo de la voz. Si hay una incongruencia en estos aspectos, podría ser un indicio de falsedad".
Sola también menciona que los movimientos oculares pueden ofrecer pistas sobre la veracidad de lo que se dice. "Una persona que recuerda algo suele mirar hacia arriba a la izquierda, mientras que si está inventando, tiende a mirar hacia arriba a la derecha", explica. Este detalle puede ser útil al evaluar la veracidad de una declaración.
La comunicación no verbal: más que palabras
Es importante recordar que la comunicación corporal representa el 55% de nuestra comunicación total, mientras que el tono, la velocidad y el ritmo de la voz constituyen el 38%. Solo el 7% de nuestra comunicación está compuesto por palabras. Esto subraya la importancia de prestar atención a cómo se expresan las ideas y emociones, más que a las palabras en sí mismas.
El papel de la psicología en la detección de mentiras
Desde la psicología, el doctor Francisco Guerrini, médico psicoanalista, añade que la mentira puede ser vista como un mecanismo de defensa. "En algunos casos, como en los pacientes mitómanos, no hay un deseo consciente de mentir; es una compulsión que está más allá de la intencionalidad. También es importante considerar los secretos familiares, que pueden ser una forma de mentira por omisión", reflexiona Guerrini.
La teoría de Paul Ekman, explorada en la serie "Lie to Me", sugiere que los microgestos pueden revelar mentiras. Sin embargo, Guerrini advierte que esta teoría es una generalización que no siempre es aplicable. "Hay pacientes que responden en voz baja y con la cabeza agachada, no porque estén mintiendo, sino debido al trauma que han sufrido. Para los psicoanalistas, la mentira es un síntoma que tiene un fondo de verdad. Recordarla permite analizarla y trabajar en su elaboración", concluye Guerrini.