Cómo criar niños optimistas
El optimismo bien entendido, empieza por casa.Si hay una deseo que comparten todos los padres del mundo, es sin dudas, lograr que sus hijos sean felices. Miles de preceptos se nos vienen a la mente para lograr esta meta. Pero, quizá en una sola premisa esté la clave: dar el ejemplo.
Así, lo confirmó un estudio elaborado por las universidades californianas, Jacksonville y Davis. Su conclusión fue que los niños comprenden el optimismo a través de sus padres. Es decir, la mayoría de los chicos cuyos padres son más propensos a las actitudes positivas en su vida cotidiana, son más felices.
En este sentido, para lograr que el optimismo sea una cualidad en el niño, es fundamental dar el ejemplo. El estudio comprobó que si ante alguna dificultad del niño, como por ejemplo caerse y hacerse daño la rodilla, si el padre actúa con naturalidad, ayudándolo y asistiéndolo, en lugar de generar un escándalo, el chico se recupera rápidamente y sin angustia.
En la investigación participaron un total de 90 niños de entre 5 y 10 años y a través del relato de fábulas y cuentos cada uno de ellos fue instado a elaborar una conclusión sobre el mensaje que transmitían estos textos. Los niños, que pudieron establecer una conclusión positiva fueron aquellos cuyos padres se caracterizan por tener esta actitud en su vida diaria, y no sólo en la enseñanza de sus hijos.
El optimismo no es sólo una virtud positiva para enfrentar los problemas cotidianos, a largo plazo genera una mayor tolerancia a la frustración, como así también forma personas más seguras y con una autoestima sana.
Así, lo formulan Bob Murray y Alicia Fortinberry, en el libro de su autoría “Como criar niños optimistas”, en el cual establecen una serie de pautas para fomentar el optimismo en los más chicos. Los autores aseguran que una crianza sostenida en actitudes positivas por parte de los padres generará en sus hijos ser adultos seguros y equilibrados a nivel emocional, lo que les permitirá a futuro afrontar sanamente, cualquier reto que se les presente.
Los psicólogos estadounidenses fueron los creadores del Método Fortinberry Murray, que en la actualidad no sólo se enseña en las universidades de todo el mundo sino también se ha aplicado con éxito en hospitales y clínicas especializadas en salud mental para niños. Los autores sostienen que todos los padres expresan la voluntad de promover una vida optimista para sus hijos, pero ninguno sabe como hacerlo. Los especialistas coinciden con el estudio realizado por las universidades de Jacksonville y Davis, los niños sólo aprenden a partir de la observación de lo que sucede en su entorno inmediato y cotidiano, siendo la familia el principal modelo de sostén emocional.
Entonces, como primera medida son los adultos los que deberían fomentar una conducta positiva para si mismos y luego así, ser coherentes en el mensaje que se le transmite a los niños.
Al contrario de lo que a veces suele creerse, estimular estas actitudes positivas no está vinculado con postergarse permanentemente o hacer lo que el niño desea, sino todo lo contrario. Dar el ejemplo es poner límites, y estas normas son positivas para el desarrollo. “Una familia ideal, no está centrada en satisfacer las necesidades del niño a expensas del propio desarrollo personal y de las relaciones con la pareja y amigos, sino en crear un ambiente que nutra a toda la familia y fortalezca todos los vínculos“, explican los autores.
Bob Murray y Alicia Fortinberry consideran que existen 5 factores claves para hacer del optimismo una realidad en el hogar:
• Lograr estabilidad y armonía familiar
• Brindar tiempo y atención suficiente para los niños
• Establecer un estilo de crianza empático y congruente
• Promover valores familiares compartidos
• Tener acceso a un medio natural
Sobre este último factor, los autores creen de gran importancia que los niños tengan contacto con la naturaleza ya que se ha comprobado que combate la depresión y los desordenes de conducta.
Dar el ejemplo, ser coherentes, lograr la empatía con los hijos. Tres factores esenciales para que el optimismo sea protagonista desde la más temprana edad.