Cáncer, nueva perspectiva
Con el espíritu del libro «Historias con semilla que pueden cambiar al mundo», de Claudio PensoEsa madrugada de verano había una fiesta a bordo de un yate en la costa de Córcega. De pronto, el príncipe Víctor Manuel de Saboya, sin motivo aparente, disparó contra Dirk Hamer. Tenía 19 años y murió pocos días después en Alemania.
Ese acontecimiento afectó profundamente la vida de sus padres y probablemente el futuro de la ciencia. El Dr. Hamer y su esposa contrajeron cáncer. El estaba convencido que su enfermedad y el hecho traumático de su hijo tenía una relación directa. Pasó los siguientes años investigando hasta concebir un nuevo enfoque para la enfermedad y la curación. Le retiraron la licencia como médico, fue exiliado y lo enviaron a prisión. Nada lo detuvo y siguió batallando contra todos, gritando al mundo sus descubrimientos.
¿Cuál es su concepción?
Todo cáncer ó enfermedad equivalente se origina de un DHS (Síndrome de Dirk Hamer). Es un choque serio, agudo, altamente dramático y vivido en soledad, que toma al individuo de manera completamente inesperada. El choque del conflicto ocurre simultáneamente en la psique, el cerebro y en el órgano correspondiente.
En el momento preciso de un DHS, producido por una separación, una pérdida, un enojo o cualquier hecho no digerido, el choque de conflicto alcanza un área específica en el cerebro, provocando una lesión que tiene la forma de un grupo de anillos concéntricos. Es visible en una tomografía computarizada del cerebro (TC). Esa lesión fue llamada por sus detractores como “Los dudosos Focos de Hamer”. Esto lo atribuían a fallas en los equipos. Luego demostró que hay una relación directa entre la localización de los anillos y la naturaleza del conflicto.
Hamer afirma que la solución del conflicto es el punto crucial que inicia la curación. El progreso de esta fase se lleva a cabo de manera sincrónica en los tres niveles como cuando se contrajo.
En los hechos traumáticos que afectan profundamente la vida y las expectativas, algunas personas encuentran un propósito que las impulsa, las conduce a alturas insospechadas.
El final está abierto. Como tantos, Hamer recibió la oposición y la persecución de sus colegas. Sin embargo, si sus investigaciones prosperaran, podría ayudar a explicar con más claridad el misterio de nuestra emocionalidad.
El dolor afecta a todos, pero para algunos, es sólo un inmenso gatillo.