La mamá de un niño con síndrome de down creó la primera serie animada argentina que estimula la inclusión

Ana Clara recuerda que cuándo nació su hijo las personas no sabían si felicitarla o compadecerla. Y por ello, tomó consciencia de la ausencia plena de información que existe a nivel social acerca de cómo vive, siente y piensa un niño con síndrome de down
Hay quienes ante la ausencia elijen la creación y en un camino pleno innovación generan nuevos escenarios, sueños y horizontes para miles de personas.
 
Esta es la historia de Ana Clara Tortone, la mamá de Augusto, un niño de 9 años con síndrome de down que no encontraba un medio de comunicación que represente sus vivencias y cotidianeidad junto a su familia, su escuela y sus amigos y decidió poner manos a la obra.
 
Ana Clara recuerda que cuándo nació su hijo las personas no sabían si felicitarla o compadecerla. Y por ello, tomó consciencia de la ausencia plena de información que existe a nivel social acerca de cómo vive, siente y piensa un niño con síndrome de down.
 
Desde estonces, su misión fue la inclusión y sobre todo la desdramatización sobre este tipo de discapacidad, ya que son niños que se comunican con grandes y chicos, juegan, disfrutan, practican deportes y estudian, ejerciendo la vida como todos.
 
Así nació la idea de crear un proyecto que diera a conocer una visión nueva y genuina sobre la realidad de los niños con síndrome de down.
 
Ana se unió a su sobrino Dante Sorgentini, quien es director de cine y juntos crearon la miniserie “Beto”, un proyecto de stop motion (animación foto a foto) que tiene como protagonista a Augusto que le presta la voz a un niño que contará a través de sus vivencias historias en primera persona que instan a la solidaridad y al compromiso por la inclusión.
 
“Beto” ya es un éxito ya que ganó la edición 2012 del concurso “Series de Animaciones Federales con Orientación Temática” patrocinado por INCAA y ya son cuatro los capítulos que están listos para su emisión.
 
Una de las principales características de la serie es que todas las historias que verán los televidentes le ocurrieron a Augusto y a su familia, y este estilo testimonial tiene como objetivo transmitir espontaneidad y veracidad en pos de crear conexión y unión con los espectadores.
 
El proyecto también tiene como meta ayudar a los niños y a sus familias, por ello fue creado a través de la técnica de stop motion que favorece y contribuye a la estimulación cognitiva de chicos con Síndrome de Down o con problemas de aprendizaje.
 
Madre e hijo se unieron para mejorar el mundo, y convertirlo en un lugar en el cuál los prejuicios cedan a la inclusión y a la unión a través del fortalecimiento de las capacidades.

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Por Eugenia Plano