La importancia de los buenos hábitos alimenticios durante la infancia
La Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas llama a un cambio cultural en este sentido y así convoca a los padres y a los responsables de los kioscos en las instituciones educativas a propiciar buenos hábitos alimenticios a partir de la venta o suministro de productos que favorezcan a la salud de los más chicosEn la Argentina el 31,5 % de los niños presentan sobrepeso y que 10,4%sufren de obesidad. Así, lo informó la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (Aadynd) que además advirtió la importancia de revertir estos índices ante la probabilidad que poseen los chicos de sufrir en la adultez hipertensión y diabetes y otras dolencias.
La entidad difundió estas estadísticas que hablan de un avance en los índices de sobrepeso y obesidad con el fin de establecer acciones y campañas que fomenten los buenos hábitos alimenticios en la infancia como garantía de un crecimiento y desarrollo saludable en el presente y en el futuro.
La ausencia de una cultura alimentaria óptima durante la niñez también fue objeto de estudio del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni) que determinó por edad los índices de sobrepeso infantil. En este marco, el 24% de los preescolares, el 37% de los escolares y el 27% de los adolescentes argentinos se encuentran excedidos de peso.
Las causas de los altos índices de sobrepeso en la población infantil argentina se encuentran vinculados a los malos hábitos alimenticios y la ausencia de una rutina que respete la realización de las 4 comidas diarias. Se debe prestar especial atención al desayuno siendo la primera comida del día y fundamental para que el niño tenga energía y cuente con todo los nutrientes que necesita para su buen desempeño físico e intelectual.
Además, la base de la alimentación entre los niños y los adolescentes en el país se sustenta en el consumo de comidas rápidas como las salchichas y hamburguesas, desplazando de la dieta alimentos ricos en nutrientes, cuyo consumo es excluyente para su óptimo crecimiento.
El CESNI advirtió además que los niños argentinos de entre 9 y 13 años consumen el doble de las calorías necesarias para su edad. En el marco de estos resultados, el estudio informó que un niño obeso tiene cuatro veces más riesgo de ser un adulto obeso, y posee mayores probabilidades de desarrollar cáncer, diabetes tipo 2, colesterol y enfermedades cardíacas.
Cambio de hábito
Uno de los hábitos actuales que se presentan como un factor que incide negativamente en la salud de los niños, es la ingesta de colaciones ricas en grasa. Especialmente, en los recreos de la escuela los chicos optan por golosinas altas en calorías y con valor nutricional nulo. La Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas llama a un cambio cultural en este sentido y así convoca a los padres y a los responsables de los kioscos en las instituciones educativas a propiciar buenos hábitos alimenticios a partir de la venta o suministro de productos que favorezcan a la salud de los más chicos. Algunas opciones son las frutas, las barritas de cereal, el yogur o los jugos naturales.
Todos estos alimentos aportan nutrientes claves como calcio, vitaminas A y C, fibra, hierro y zinc, que hoy son excluidos de las dietas infantiles y son decisivos para el desarrollo físico de los niños en plena esta de crecimiento.
"El calcio, presente en los lácteos por ejemplo, es importantísimo para el crecimiento de la masa ósea. La falta de vitamina A deteriora la visión nocturna. Las fibras previenen enfermedades como la diabetes, el sobrepeso, el colesterol. La falta de hierro perjudica el desarrollo intelectual, y la de zinc retarda el crecimiento en la talla", especificó la Dra. Cecilia Brett en la conferencia organizada por la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas.
La recomendación es incorporar a la dieta diaria todos los grupos de alimentos y al menos una vez al día los niños deberían consumir cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
Con respecto a los lácteos, para garantizar el porcentaje requiero de calcio por día, un niño debe tomar dos tasas de leche y una porción de queso; de carnes (pescado, pollo o roja) o un huevo.