Hoy en la Argentina se celebra el Día de la Tradición

Definida por la Real Academia Española como un “Conjunto de doctrinas, costumbres u otros hechos históricos, transmitidos y conservados de generación en generación”.

La biografía política, social y cultural de un país, se escribe a través de sus orígenes, raíces, idiosincrasias, saberes, sentires, acciones y palabras que construyen su identidad. Somos quienes somos, por obra de la tradición. La cultura ejerce su fuerza a nivel social e individual, y aunque los habitantes de un país no perciban conscientemente su influencia, la memoria colectiva es la que guía cada paso. Hoy es el Día de la Tradición en la Argentina, una fecha que reivindica y conmemora el conjunto de costumbres, ritos y símbolos que conforman su cultura popular. El 10 de noviembre es el día de la identidad nacional, un homenaje a la argentinidad.

La fecha coincide con el nacimiento de José Hernández, el escritor y periodista que supo reflejar con enorme virtuosismo y exactitud los usos, costumbres y tradiciones del país. Su prosa gauchesca, el Martín Fierro, transmitió un legado social, cultural y político que hasta el día de hoy es la obra más leída en las escuelas y es uno de los libros argentinos más traducidos en el mundo. José Hernández nació el 10 de noviembre de 1834 y su biografía fue el principal motivo de inspiración para escribir el Martín Fierro. Cuando tenía tan sólo 11 años, fallece su madre Doña Isabel Pueyrredón y la tristeza y la desolación atravesó su realidad. Por recomendación médica, su padre don Rafael Hernández, lo lleva a vivir al campo, un escenario que le cambiaría la vida. Allí toma contacto con la naturaleza y con sus habitantes, los gauchos, quienes calaron hondo en la identidad de este niño de 11 años. Quiso conocerlos, acompañarlos, compartir sus aventuras, costumbres, lenguaje y una cultura que lo deslumbró al instante, por su enorme riqueza.

Desde su niñez, José Hernández no sólo quiso conocer las tradiciones folklóricas que definían a la identidad gaucha. Se interesó especialmente por las injusticias y la precariedad en la cuál vivían aquellos hombres, que a través de sus palabras y acciones, estaban construyendo la identidad nacional. Esa inequidad y los atropellos del poder contra los gauchos fue su principal motivación para convertirse en escritor y periodista. José Hernández decidió ser un hombre que haría todo lo posible por transformar la realidad de la cultura que le devolvió la fuerza para seguir adelante, tras las muerte de su madre.

Su labor periodística comenzó en el diario El Nacional Argentino, dónde publicó una serie de artículos en los que investigó y denunció el asesinato de Vicente Peñaloza, caudillo de La Rioja, a quien describió como un héroe sencillo y modesto. “Era una de, aquellas almas inspiradas sólo en el bien de los demás, uno de aquellos corazones que no conocen jamás, el odio, el rencor, la venganza ni el miedo. Si sus enemigos hubieran abrigado un átomo siquiera de los generosos sentimientos que él atesoraba en su alma, no habrían sido jamás, tan injustos y tan crueles con él”, escribió el autor en uno de sus artículos. Su sentido de la justicia y reivindicación de los derechos esenciales para la libertad de un país, fueron el sello desde los comienzos de su profesión periodística. En su espíritu por transformar la realidad, también decidió ejercer la vocación política y se desempeñó como diputado y luego como senador de la provincia de Buenos Aires. Llegó a convertirse en presidente de la Cámara de Diputados, en dónde defendió su máximo proyecto y aspiración, lograr un país federal.

Durante toda su trayectoria periodística, literaria y política, Hernández luchó por las garantías de las provincias argentinas, reivindicó su autonomía y derecho a no depender exclusivamente del gobierno de Buenos Aires. Su clara ideología federal, no sólo generó resistencias en el poder, sino también fue víctima de la censura y la proscripción. En 1872, prohibido por el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento, Hernández se refugió en el Gran Hotel Argentino y comenzó a escribir poesías de amor basadas en sus recuerdos de aquella infancia junto a los gauchos. Nacía "Martín Fierro", el libro que signaría la historia de la literatura nacional.

Su prosa reunió todos los elementos que conforman la cultura popular argentina: las luchas por la identidad nacional, las injusticias y las conquistas, los amores y desamores de un pueblo que respetó y ejerció su derecho a hacer historia. “Él anda siempre juyendo, siempre pobre y perseguido, no tiene cueva ni nido, como si juera maldito, porque el ser gaucho.... barajo! el ser gaucho es un delito“, esta estrofa fue una de las tantas en las cuales José Hernández transmitió la realidad que atravesaban los gauchos argentinos y el libro se convirtió rápidamente en un símbolo de las zonas rurales.

El campo sintió por primera vez que alguien los había entendido y escuchado. Cada palabra reflejó el sentir del gaucho y del paisano, que históricamente había sido relegado y subestimado por el poder. José Hernández fue quien rindió un homenaje a una de las máximas figuras de la representatividad cultural e identitaria de la Argentina. Martín Fierro, no sólo es una excelente pieza literaria, es una obra política, sociológica e histórica de su tiempo. José Hernández, poeta, escritor y periodista; un hombre que vivió para defender la identidad argentina, instando a la unión nacional y luchando por los derechos de todas las provincias que conforman el territorio argentino.

Dedicó toda su trayectoria a defender la tradición. Rendirle un homenaje es nuestro legado para las actuales y próximas generaciones.

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