Feng Shui: cómo nos influyen los puntos cardinales
Amor, salud, éxito, dinero, protección, estudios, espiritualidad y trascendencia. Estos son los ochos ingredientes para tener una vida plena. Con un sencillo método de reorganización espacial, conducí la energía que late en el living de tu casa.La buena suerte viene con el viento (feng) y se acumula en el agua (shui), pero también la mala, dicen los chinos. De acuerdo con la Escuela de la Brújula, desde cada orientación cardinal nos llega un tipo de energía o Chi para impulsar ciertas metas. Dentro de la casa, esas energías se pueden localizar espacialmente dentro del living y desde allí ser controladas para que su calidad sea la óptima y adecuada a nuestras aspiraciones vitales.
El método en sí es sencillo, pero para que sea efectivo debemos compenetrarnos con la filosofía en la cual se asienta: la casa es un reflejo de nuestro interior y modificando el afuera podemos originar cambios psicológicos y espirituales del ser. Se trata de colocar afirmaciones en nuestro entorno que promuevan la llegada de energías benéficas, la activación de actitudes positivas y la capacidad de actuar en consecuencia.
Las ocho aspiraciones vitales
Para comenzar, dibujamos un plano de la sala de estar de la casa dentro de un cuadrado o rectángulo, según sean sus proporciones. Luego lo dividimos en nueve porciones iguales trazando una cuadrícula con dos líneas verticales y dos horizontales equidistantes. El cuadrado del centro nos indica dónde debemos ubicarnos en el living para medir desde allí con una brújula las ocho orientaciones: Norte, Sur, Este, Oeste, Noroeste, Noreste, Suroeste, Sureste. Cada orientación abarca un ángulo de 45 grados. Las anotamos en el plano. En verdad, no es imprescindible manejarnos con un papel pero es una ayuda para hacer anotaciones y visualizar rápidamente los ocho sectores vitales del living.
La siguiente etapa consiste en recorrer cada sector y analizarlo con la guía del Feng Shui para hacer, si es necesario, las correcciones aconsejadas. El recorrido es el siguiente:
Sector Norte: es la energía de la fama, del reconocimiento social. Nos está revelando cómo nos mostramos a los demás y cómo nos perciben. Se activa con la energía del fuego, así que aquí debemos colocar objetos de color rojo, velas, la estufa, alguna lámpara de sal, pero también es favorable la energía del elemento madera representada por la presencia de una planta saludable, los colores verdes y las formas verticales. En este sector afirmamos positivamente nuestra autoestima, recordamos lo importante que es respetarnos y amarnos a nosotros mismos.
Sector Noreste: recibe la energía de la riqueza, este sector nos está mostrando nuestra relación con el dinero y nuestra capacidad de merecimiento. Su elemento favorable es la energía de la madera y la del agua. Entonces aquí podemos combinar los tonos verdes con el celeste o azul, colocar objetos de madera y de vidrio, usar formas rectangulares y onduladas. Los cuadros propicios son los de paisajes acuáticos (cascadas, ríos cristalinos) o campestres. El ambiente de este sector debe afirmar nuestra conciencia de merecimiento, haciéndonos sentir prósperos en todo sentido, dignos de la abundancia del Universo.
Sector Noroeste: nos revela el estado en el que se encuentra nuestra vida amorosa. Aquí son favorables los elementos fuego y tierra, representados en velas rojas, piedras rosadas, objetos de cerámica, formas cuadradas, colores terrosos, amarillo y naranja, ocre, beige. Las esculturas o cuadros de parejas en actitud romántica son muy propicias. Los objetos o figuras de a tres deben quitarse. Nuestra afirmación ambiental debería recordarnos a diario que somos receptivos al amor verdadero, capaces de construir relaciones duraderas, sanas y felices.
Sector Sur: aquí podemos trabajar la energía de la carrera, el trabajo y la vocación con los elementos agua y metal. Es el área ideal para el televisor o un equipo de audio, imágenes acuáticas, diplomas, medallas o trofeos, decoración en colores azul, celeste, blanco, y objetos de metal y vidrio. Afirmamos desde la energía del Sur que tenemos una importante misión en la vida y talentos para desplegar a través del estudio y el trabajo.
Sector Sureste: de esta orientación llega la energía para desarrollar la capacidad de autoconocimiento y evolución espiritual. Se activa con los elementos tierra y fuego, es decir, con los colores rojo, amarillo y beige, con los adornos de cerámica, las velas, las lámparas o la imagen del sol. Aquí es propicia la figura de un buda dorado meditando, símbolo de sabiduría absoluta. La energía de este sector debe afirmarnos como seres iluminados, lúcidos y compasivos.
Sector Suroeste: de aquí vienen las personas útiles o benefactoras y se activan los viajes. Su energía se nutre del metal y de la tierra. Es un área para colocar campanillas de metal, carrillones, piedras de color amarillo u ocre, formas circulares y cuadradas, estampados en blanco y tabaco, gris y mostaza. El Suroeste bien armonizado funciona como una afirmación protectora que nos lleva a vincularnos con personas que pueden ayudarnos a progresar o a vencer dificultades, también nos lleva a concretar viajes.
Sector Oeste: para activar la aspiración de la creatividad y la descendencia a la cual pertenece esta dirección, necesitamos también tener representadas las energías del metal y la tierra en la aspiración anterior. Es ideal hacerlo con portarretratos metalizados con fotos de los hijos, esculturas o adornos artísticos fabricados en cerámica o metal, cuadros en tonos ocre, cortinas blancas o natural. El sector debe inspirar nuestra fecundidad, nuestra capacidad de crear y trascender a través de nuestras iniciativas.
Sector Este: aquí la energía de la madera y el agua estimulan la aspiración vital de la salud y la familia. Podemos ver en esta zona cuál es el estado de bienestar físico y afectivo del grupo familiar y su sistema vincular. Las plantas saludables de hoja redondeada, las fotografías de la familia unida en situaciones felices, los adornos de vidrio, las telas con motivos ondulados en colores verde y celeste revitalizan el sector. La afirmación resultante de la armonía en esta área nos hace sentir plenos de vitalidad y unidos en fraternidad.
Antes de mover de lugar
Sin dudas, reactivar el living implica cambiar algunas cosas de sitio, quitar otras e incorporar nuevas. Esto representa una gran movilización de la energía personal y ambiental y es un excelente ejercicio de autoanálisis. Así que lo mejor es tomarnos un día tranquilo para revisar el estado de nuestras aspiraciones vitales que se ven reflejadas en la energía de la casa. Les sorprenderá descubrir cómo vamos depositando en el espacio pensamientos y creencias que operan inconscientemente.
Un requisito básico para comenzar es desbloquear primeramente la circulación de la energía, para ello hay que realizar una limpieza de muebles, pisos y objetos, quitando la acumulación agobiante o lo que ha quedado entorpeciendo el desplazamiento fluido. Lo que está roto debe repararse o tirarse, lo que ya no agrada, quitarse (por algo nos incomoda). Seguramente exista resistencia a la reorganización, ya sea por apego, costumbre o miedo a cambiar. Salir de la zona de confort requiere vencer la inercia cotidiana que se nutre de todo lo que hemos depositado a nuestro alrededor. Por eso, periódicamente debemos revisar el Feng Shui de nuestro hogar, así como todos los años visitamos al médico para controlar nuestra salud. Tu hábitat es la representación tridimensional de tu estado energético, por lo tanto, debes cuidarlo como lo que es: tu espacio vital.
Patricia Traversa, especialista en Feng Shui, autora del libro “Cambie su vida con Feng Shui” e integrante del Centro Oficial de Feng Shui Profesional.
Vía: Entre Mujeres