Conciertos de música clásica en bodegas, capillas e iglesias, la propuesta de Mendoza para Semana Santa

La serie de 50 conciertos, que se llevarán a cabo desde el 12 y hasta el 20 de abril, incluyen orquestas y músicos que arribarán a la Argentina desde países como México, Colombia, Estados Unidos, Costa Rica, Cuba, Chile, Finlandia, Francia, Israel e Italia.
Con el fin de elevar su oferta turística, creando alternativas novedosas para Semana Santa, la provincia de Mendoza, en la Argentina presentó la iniciativa “Caminos del Vino” que en su edición 2014 se caracteriza por la realización de un Festival de Música Clásica.

La serie de 50 conciertos, que se llevarán a cabo desde el 12 y hasta el 20 de abril, incluyen orquestas y músicos que arribarán a la Argentina desde países como México, Colombia, Estados Unidos, Costa Rica, Cuba, Chile, Finlandia, Francia, Israel e Italia, convirtiendo a este evento en uno de los festivales de música clásica más importantes de América Latina por su multiculturalidad y número de presentaciones.

Otro de los grandes valores agregados de Caminos del Vino es la elección de los escenarios para desarrollar los conciertos. El público podrá disfrutar de las presentaciones de los artistas locales e internacionales en bodegas, capillas, iglesias y sitios patrimoniales e históricos de la provincia de Mendoza.

En este sentido, el Ministerio de Cultura de la provincia organizó recitales en sitios sanmartinianos, con motivo a la conmemoración de los 200 años de la designación del General San Martín como gobernador intendente de Cuyo.

Además, la 14° Edición del Festival estará dedicada especialmente a rendir un tributo los 100 años del nacimiento del compositor argentino Guillermo Graetzer y a destacar la genialidad del compositor alemán Richard Strauss, al cumplirse 150 años de su natalicio.

Con respecto, al homenaje a Graetzer, la organización del festival destacó la importancia de difundir la historia de un compositor y pedagogo argentino que nació en Viena, Austria y se radicó en la Argentina en 1959, para huir del nazismo.

Vivió en Buenos Aires donde adoptó la nacionalidad argentina y durante una trayectoria de más de 60 años escribió piezas instrumentales para solistas, obras de música de cámara, canciones, obras corales y obras orquestales.

Graetzer fue un férreo defensor de la cultura latinoamericana y sentía un profundo respeto por la sabiduría maya, a la cuál recreó y difundió a nivel internacional a través de su mayor obra “Oratorio Ballet”.


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Por Eugenia Plano