Okinawa, la isla de la longevidad

¿Qué hace que la gente de Okinawa sea el grupo de humanos más longevos de la tierra? ¿Cuáles son sus costumbres que los hace vivir un promedio de 100 años en excelentes condiciones físicas y psicológicas?

Recientes estudios determinaron que la población de la Isla japonesa de Okinawa es la más longeva alrededor del mundo. En promedio, sus habitantes viven 20 años más que en otros países y en mejores condiciones psicofísicas.

Para entender este fenómeno muchos investigadores han visitado el lugar para aprender y analizar sus costumbres y determinar qué los diferencia del resto de los mortales. Entre ellos, el documental «Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules» realizado por Dan Buettner, explorador de National Geographic, que investiga las famosas “zonas azules”. Así se denominan a cinco puntos en el planeta en donde las personas llegan a vivir 100 años gracias a su estilo de vida.

¿Y cuál es el secreto para alcanzar una vida más larga y sana?

En realidad, no es una sola característica, sino que es la sumatoria de algunos hábitos que los ayuda a alcanzar ese récord sin buscarlo.

En primer lugar, “somos lo que comemos” sería la primera razón. En Okinawa la alimentación se basa en tubérculos como la patata dulce (batata), la remolacha, la zanahoria y algunas legumbres, la tinta de calamar en sus sopas y guisos y el queso de soja, el tofu, que preparan ellos mismos y que tiene muchísimos beneficios comprobados para bajar el colesterol entre otros.

Las enfermedades están relacionadas directamente con la calidad y cantidad de comida, y en ese lugar, estadísticamente tienen un bajísimo índice de enfermedades gracias a la alimentación, lo que les permite vivir mucho mejor.

Consumen también un alga que está presente en la dieta a diario, que es propia de esa zona: La mozuku, que tiene importantes propiedades para la salud y previene la obesidad, debido a que es una fuente natural de fucoidan. Se encuentran en la mozuku altos niveles de esta rara molécula, que tiene poder supresor de tumores y propiedades anti-coagulantes. Ha mostrado entre otras características, por ejemplo, propiedades contra el cáncer.

A esto, le suman el método Hara Hachi Bu, una filosofía japonesa relacionada con la comida que se centra en la moderación y el equilibrio y que resulta efectiva, La traducción literal de este método es "ocho partes del vientre" lo que significa comer hasta el 80% de la capacidad del estómago. Consiste en dejar de comer un poco antes de sentirse saciado, sin llegar a estar lleno.

Razones para vivir

Otro punto importante es tener un Ikigai, es un término japonés que puede traducirse como un propósito, “la razón de ser” o "tener una razón para vivir”. Combina las palabras ikiru, cuyo significado es “vivir”, con kai, que viene a significar algo así como la realización de lo esperado. Todos los habitantes de Okinawa que superan los 80 años, incluso jubilados, tienen sus actividades fijas diarias, trabajan en huertas, o en el mercado, hacen ropa a medida, hacen instrumentos de pesca, o musicales, es decir, tienen un motivo para levantarse cada día. Dicho por su propia voz: cuando uno no tiene ikigai, se muere.

El gimnasio no existe

La siguiente característica, es bastante obvia no fácil de practicar, sus casas tienen pocos muebles, casi ninguna silla o sillón, los pobladores se sientan generalmente en el piso, en alfombras y almohadones, cruzados de piernas, es decir que, incluso con más de 70 años, se agachan y se levantan desde la altura del suelo muchas veces al dia, reforzando así sus extremidades inferiores, movimiento que se traduce como si hicieran más de 20 o 30 sentadillas por dia.

Este ejercicio mantiene la actividad sanguínea para todo el cuerpo incluso sin hacer gimnasia.

No están solos

Otra base de su longevidad, quizás la más importante, es el Moai: forman grupos de amigos que se reúnen y prestan ayuda mutua. Son auténticas redes sociales. Son apoyo para quienes están solos, por ejemplo, y ofrecen todo tipo de contención, incluyendo la de tipo económico y emocional.

Contribuyen a sentirse aceptados, útiles y seguros frente a las adversidades. Como ellos dicen: “Nunca se sienten solos”. Para tener buena salud es fundamental tener tiempo para relajarse y relacionarse con los demás y rodearse de las personas adecuadas, tener amigos y personas que nos contengan y con quienes podamos reír a diario.

Después de sus actividades diarias, se reúnen en la casa de uno u otro, a veces solamente para charlar, escuchar música o bailar, o para jugar a las cartas, pero sobre todo para compartir un rato, y evitar la soledad.

En el resto del mundo, la soledad y las enfermedades mentales derivadas de esa ausencia y angustia, son las nuevas pandemias y estadísticamente está comprobado que la soledad y sus emociones de frustración y tristeza, reducen entre 15 a 20 años la duración de vida.

Como leemos, no es una sola característica la que hace que Okinawa sea una de las zonas azules del planeta, pero está claro que día a día, las pequeñas acciones que implementan en su vida, sobre todo las de comunicación emocional, hacen una GRAN DIFERENCIA.

¿De qué serviría ser eternos si estamos solos?

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Gentileza, María Belén Castellino, Especialista en Oratoria y Kinésica | IG: @belucastellino