19/10/2017
El poder de las emociones
Detrás de todo síntoma físico se oculta una emoción que no pudo ser expresada.
Cada persona es única y a pesar de que todos somos seres biológicos, percibimos el mundo de manera diferente y codificamos la información de manera distinta. Es por esta razón que podemos presentar el mismo síntoma físico habiendo vivido situaciones completamente diferentes o vivir la misma situación y que una persona lo viva de una manera traumática y que otra ni siquiera lo haya vivido como un shock.
Para descubrir por qué una persona tiene ese síntoma, lo primero que debe preguntarse es: ¿desde cuando tengo el síntoma? y segundo ¿para qué me sirve el órgano implicado? Por ejemplo:
Gastritis. Detrás de todo síntoma que termina en ITIS, sabemos qué hay inflamación y que la persona lo vive con una connotación de ira o bronca. Generalmente ocurre que la persona con gastritis dice que SI, a cosas que quiere decir que NO. Dice que SI para que los demás no se enojen, para no sentirse culpable. Básicamente es una persona que hace lo que los demás quieren y no lo que siente hacer. La mejor solución es aprender a decirle NO a los demás y empezar a decirnos SI a nosotros mismos. Si uno mismo no se prioriza, menos lo van hacer los demás.
Los dolores de cabeza muchas veces aparecen porque nos sentimos DESVALORIZADOS intelectualmente, es decir, tenemos pensamientos de desvalorización con nosotros mismos. La cabeza es símbolo de AUTORIDAD, la pregunta es: ¿Quién es una autoridad para esa persona? Puede ser el padre, un jefe, la madre, Dios, la propia desvalorización de la persona. Esa voz limitante que le impide SER quien quiere SER, que le dice "no sirves", "no puedes", "no eres lo suficientemente bueno”. La cabeza duele para que esa persona deje de pensar en una situación puntual. El inconsciente, con el objetivo de bajar el estrés, va a mandar una solución para que la persona deje de pensar y es ahí cuando aparece el dolor de cabeza. Los límites están para ROMPERLOS. Quizás la cabeza DUELE porque está tratando de romper esos límites. La única receta EFECTIVA en estos casos es empezar a CONFIAR en uno y dejar de CULPAR a los demás de los fracasos propios. Si crees que NO eres bueno, es porque ALIMENTASTE esa creencia y ahora debes REINVENTARTE para SER quien te gustaría SER, diciéndote que SI vas a poder, dejando las excusas de lado y accionando hacia tu objetivo. Es importante decirse cosas lindas y accionar para generar un CAMBIO.
La nariz sirve para oler, reconocer y preveer peligros. Por ejemplo: cuando presentamos un síntoma como sinusitis, que tiene que ver con una inflamación de los senos paranasales y produce secreción acuosa (agua que sale de la nariz), es un conflicto de irritación frente a una separación con peligro. Me siento irritada por una situación donde hay un peligro que me separe de algo que quiero. Cuando hay mucha mucosidad, inconscientemente siento que no puedo oler el peligro y me siento confundido. Habitualmente este síntoma aparece después de una separación inesperada, ejemplo: estoy de novia, muy enamorada y llega mi pareja y me dice "no te quiero más". En ese momento puedo codificar este bloqueo emocional "no pude oler que él ya no me amaba más", mi nariz anda mal! (no olvidemos que el amor entra por la nariz debido a las feromonas), es por esta razón que el cerebro manda la señal de segregar más mucosidad, porque cree que algo está impidiendo su buen funcionamiento.
Cuando hablamos de faringitis, hablamos de tragar y comunicar. La inflamación se puede producir cuando se expresó algo que hace tiempo la persona se estaba tragando y esto que expresa presenta ira y enojo.
Un ejemplo podría ser "callarme, porque es mi jefe", si digo lo que siento se van a enojar conmigo, entonces mejor me lo trago. El tema es que no lo digiero, me queda a mitad de camino, ¿lo paso o no lo pasó?
Una bronquitis denota un conflicto de falta de espacio; "no me siento libre donde estoy", "no tengo mi lugar en esta casa", o un conflicto de miedo bajo amenaza; "tengo que terminar mi proyecto porque mañana viene mi jefe a evaluarnos". El proyecto es mi territorio, si el proyecto está bien logro quedarme en mi trabajo, mi jefe. Y la evaluación es mi miedo: ¿qué va a pasar si no le gusta, si no lo aprueba?. Los pulmones se relacionan con el espacio, la libertad y los miedos. Una bronquitis puede desencadenarse por no sentirme libre con respecto a mi pareja "es muy celoso y no me deja salir sola, no tengo mi espacio de soledad, esto me irrita.... pero me aguanto porque lo amo".
Si hablamos de cistitis, que es la inflamación de la vejiga urinaria, hablamos de un conflicto de no tener mi territorio, estar desorganizada en mi territorio (casa, lugar de trabajo, etc). A veces este síntoma se presenta cuando la persona se siente desorganizada por la llegada de una persona a su casa, "tenía mi vida organizada y entonces mi hija se separó y vino a vivir a mi casa". Otro ejemplo: estoy viviendo con mi suegra y "siento que no tengo espacio en este territorio". A veces se presenta una cistitis en plena mudanza o cuando siento que no puedo marcar mi territorio; "qué lugar ocupo yo en en esta casa, en este trabajo". La clave es la sensación de desorganización y la falta de espacio. Lo mejor es pasar a la acción, marcar mis límites y organizarme.... aunque eso implique tener que alejarme de alguien que quiero, pero que me estresa, porque me desorganiza.
Detrás de todo síntoma hay una creencia inconsciente con la cual nos justificamos para no hacer lo que queremos hacer. Aprender a ser coherentes con nosotros mismos es el primer paso para lograr sanarnos.
Si pienso rojo, siento verde y hago azul, mi cuerpo va a presentar un síntoma debido a la incoherencia que se presenta. Debemos comprender que la enfermedad es la expresión de un desequilibrio causado por un conflicto emocional repetitivo que no logramos resolver. Un shock inesperado que vivimos en soledad y sin solución aparente, como una muerte, accidente, separación o perdida.
Natalia Barrera es fundadora y directora de la Escuela Nefer. Comenzó su carrera como descodificadora de síntomas, estudió e investigó varias disciplinas como neurociencias, epigenetica, hipnosis, neurobiología, física cuántica, programación neurolingüística y psicogenealogia entre muchas otras, con el objetivo de comprender cómo funciona nuestra mente, porque nos enfermamos y porque no logramos nuestros objetivos.
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Redacción
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