04/05/2023

El lenguaje de nuestro cuerpo en las entrevistas de trabajo

Nuestro cuerpo dice con gestos, lo que nuestra boca no puede expresar por diplomacia. ¿Cómo funciona nuestro lenguaje no verbal? Te lo explicamos en este artículo.

¿Te pasó alguna vez que tuviste una entrevista de trabajo, y desde el día anterior estabas ansioso, nerviosa, te dolía el estómago, no lograste descansar a la noche, y unos minutos antes te sudaban las manos, se te secaba la boca y parecía que no podías pronunciar palabra?.

Tranquilo, es normal, esas sensaciones las tiene el 90 por ciento de las personas que tiene que hablar frente a un extraño, o frente a un grupo de personas, incluso siendo profesional.

Se llama miedo oratorio, y es un proceso mental que nos muestra que somos responsables, que queremos que todo salga bien, que nos genera expectación y nos muestra cuánto nos importa lograr un buen resultado. Porque por más preparados que estemos para hablar de nosotros mismos, nuestra comunicación es mucho más amplia que las palabras o frases que decimos.

Nuestro cuerpo dice con gestos, lo que nuestra boca no puede expresar por diplomacia. Esas emociones que nuestro cuerpo manifiesta, se llama LENGUAJE NO VERBAL. Y lo más importante es que el cuerpo no miente nunca. Jamás.

Así que si tenés una entrevista de trabajo, y estás nervioso, tu cerebro se va a encargar de mostrar a través de tus gestos todo aquello que no podés manifestar verbalmente.

¿Cómo funciona nuestro lenguaje no verbal?

Cuando estamos a punto de ser entrevistados, de ser observados, y nos sentimos expuestos, nuestra mente lanza una alerta. Ese estrés repentino lo incomoda y no es capaz de diferenciar si eso que va a suceder es real o lo creamos en nuestra imaginación. Por lo tanto, reacciona químicamente poniendo al cuerpo en acción para hacerle frente al momento de tensión que se avecina, sin poder entender si es un ladrón que nos viene a robar o una entrevista de trabajo que para nosotros inconscientemente es una amenaza a nuestra tranquilidad cotidiana.

Entonces nuestra supervivencia humana reacciona, se prepara para defendernos de la amenaza o huir de ella. Y ese proceso físico-químico, se manifiesta corporalmente con mayor circulación sanguínea, y por lo tanto palpitaciones, los nervios se tensionan como los músculos, para estar listos para correr y se llenan de sangre haciendo que nos sonrojemos, las palmas de las manos y los pies transpiran más de lo normal, se seca la boca por que empezamos a respirar diferente, como agitados, el tono de voz se eleva haciéndose más agudo porque las cuerdas vocales también son músculos y se tensionan, se traba la lengua y no podemos pronunciar las palabras libremente o nos trabamos al querer decir algo.

Al notar que nos está ocurriendo todo eso, y que los demás pueden vernos, más nerviosos nos ponemos, como un círculo negativo, y la entrevista puede terminar en un verdadero desastre ya que el objetivo, que era estar tranquilo y hablar libremente de uno mismo, no se concretará si no nos controlamos.

¿Cómo lo podemos superar el miedo oratorio?

La única solución posible es respirar conscientemente. Una respiración profunda y lenta. Eso le dice al cuerpo y a la mente que se calme, que la amenaza no es tan grave y que todo de a poco se va acomodando. La adrenalina baja, y los músculos se van relajando. todo gracias a la respiración.

Tomar el control del cuerpo es la única salida exitosa, sentarse erguido y bajar, relajar los hombros libera esa tensión y hace que se relaje el cuello. También es importante hacer más pausas al hablar para respirar antes de cada idea, eso hará que baje el tono de voz. Las voces graves venden más y mejor, ya que se perciben como más seguras.

¿Qué gestos debo hacer en una entrevista de trabajo?

La mente es muy poderosa y lo que le dicta al cuerpo, el cuerpo lo cumple, solo hay que tener confianza en uno mismo y aprender a controlarla.

Algunas señales de lenguaje corporal típicas durante una entrevista de trabajo

Pensamiento negativo del entrevistador, alerta.

Las manos entrelazadas representan la descarga de nervios.

Reclinarse para atrás y las palmas entrelazadas representan facciones de inseguridad.

Nadie mejor que usted sabe que puede decir de usted mismo para beneficiarse en cada entrevista.

Gentileza, María Belén Castellino, Coach en Oratoria y Kinésica

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