17/06/2013
Top Ten de creencias irracionales
Ya en la antigüedad el filósofo Epicteto decía que no nos afecta lo que nos sucede sino lo que nosotros nos decimos sobre lo que nos sucede
Resumen de la última conferencia en Can Déu (27 de septiembre de 2010)
Cuando tenemos malestar emocional, tenemos que analizar nuestro diálogo interno, ¿qué nos estamos diciendo a nosotros mismos para causarnos ese malestar? Hay que cambiar este diálogo interno.
Cuestionar las creencias irracionales que tenemos. Cuando nos encontramos mal, en nuestro diálogo interno, nos decimos que lo que nos está sucediendo o lo que nos podría suceder es o sería terrible. Cuando estamos mal valoramos muchas cosas de las que nos suceden como terribles.
¿Lo que nos sucede es realmente terrible? En la vida hay muy pocas cosas terribles. Si dejamos de terribilizar, las emociones nos van a acompañar y nos vamos a tranquilizar.
Buscamos la felicidad, la felicidad es un estado emocional que se caracteriza por 3 aspectos:
- Sosiego interior,
- Capacidad para relacionarse,
- Saber disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Top Ten de las creencias irracionales:
- Necesito tener a mi lado a alguien que me ame, de lo contrario, qué vida más triste !!!
No necesitamos tener a nadie a nuestro lado para ser felices. Además si utilizamos la fantasía, ésta no tiene límites, ¿a cuanta gente más necesitamos para ser felices?. Nadie en el mundo necesita eso. Si se tiene bien, pero no es necesario. Lo único que necesitamos para vivir es tener la comida y la bebida del día. La creencia racional a esta creencia irracional es la siguiente: Me gustaría tener a alguien que me ame a mi lado, pero si no lo tengo puedo ser igualmente feliz.
- Tengo que tener una vida emocionante, de lo contrario es un aburrimiento.
La creencia racional a esta creencia irracional es la siguiente: Me gustaría tener una vida emocionante pero si no la tengo aún puedo hacer muchas cosas valiosas. Es bueno intentar tener una vida emocionante, pero no hay que meterse presión. El pensamiento de blanco o negro no nos favorece. Cuando estamos mal emocionalmente tendemos a clasificar las cosas de forma errónea (blanco o negro).
El pensamiento de si no me importa algo, eso ya no vale la pena, es una creencia irracional. Tenemos miedo a dejar de dar importancia a las cosas.
- No puedo tolerar que la gente me menosprecie. Debo saber responder y defender mi imagen.
No pasa nada si la gente no nos trata bien, no es terrible. La creencia racional sería: Me gustaría que la gente me tratara bien pero no lo necesito para ser feliz, aún si la gente no me trata bien puedo hacer cosas valiosas en mi vida por mi y por los demás.
- Debo tener un piso en propiedad.
Cada vez más la sociedad y la televisión nos transmiten necesititis, sólo necesitamos para vivir el agua y la comida del día. Cuantas más necesidades nos creamos nos hacemos más débiles.
La creencia racional sería: Me gustaría tener un piso en propiedad, pero si no lo tengo no es terrible y puedo hacer otras cosas en mi vida maravillosas.
- Sería terrible tener una enfermedad grave y sobre todo morirse joven.
Lo primero en esta vida no es la salud, lo primero es ser feliz. Todos vamos a perder la salud en algún momento y moriremos. Por lo tanto hay que aceptarlo. Sobre la salud hay que tener una preocupación razonable, si pese a todo me pusiese enfermo pues mala suerte, hay que aceptarlo.
Todas las cosas las tenemos que evaluar en su justa medida, así las emociones nos van a acompañar. La vida no es una lucha, la vida es para disfrutarla. No hay que luchar contra nuestro diálogo interno, hay que hacer un trabajo de comprensión hasta hacer que ese diálogo interno sea un diálogo racional.
Los pilares de las personas fuertes es que su diálogo interno está basado en:
- Necesito muy poco para ser feliz (cuando no tengo las cosas estoy sereno y cuando las tengo las disfruto).
- Nunca calificar de terrible lo que nos suceda, por malo que sea lo que nos suceda siempre lo podremos soportar y siempre podremos ser felices.
Este diálogo interno no sólo hay que repetírselo sino que hay que convencerse. Por mal que estemos siempre hay opciones para hacer cosas valiosas, siempre que dejemos de quejarnos. Hay que tener un diálogo interno realista: “Cuando lo que me ha pasado es malo , si puedo lo arreglo, pero si no lo puedo arreglar lo acepto y seguro que aún puedo hacer cosas valiosas por mi y por los demás”. Tenemos que fijarnos en lo que puedo hacer y en lo que tengo y no fijarnos en lo que no puedo hacer y en lo que no tengo.
Lo que nosotros pensamos es lo que sentimos. No es lo que nos sucede lo que nos afecta, es lo que nosotros pensamos sobre lo que nos sucede.Hay que fijarse en nuestro diálogo interno y cambiarlo a un diálogo racional.
Detrás de cada malestar emocional hay una creencia irracional.Todas las creencias irracionales que tenemos las podemos agrupar en 3 grupos:
- Debo hacer las cosas bien.
- La gente me debe tratar bien.
- El entorno me debe ser favorable.
Estas tres creencias irracionales eran preferencias que hemos transformado en exigencias y por tanto en necesidades. Cada necesidad que nos creamos nos hace más débiles. Con tanta exigencia la felicidad es cada vez más difícil. Hay que tener objetivos no necesidades y aceptar que la vida es imperfecta porque así viviremos en armonía con la realidad.
En nuestro diálogo interno estas creencias irracionales las tenemos que transformar en racionales y por tanto dejarán de ser exigencias para pasar a ser preferencias. Las debemos transformar en:
- Me gustaría hacer las cosas bien.
- Me gustaría que la gente me tratara bien.
- Me gustaría que las cosas me saliesen bien y el entorno me fuera favorable.
Pero si todo esto no ocurre, aún puedo hacer cosas valiosas en mi vida por mi y por los demás.
Por Rafael Santandreu | Fuente: http://rafaelsantandreu.wordpress.com
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