09/02/2025

The Creator: una joya visual con alma de máquina

The Creator deslumbra con su estética futurista y su épica bélica entre humanos e inteligencia artificial, pero ¿logra ir más allá de su espectacular envoltorio?

El hombre vs. la máquina… en terreno conocido

Gareth Edwards, el director detrás de Rogue One, nos sumerge en un futuro donde la humanidad libra una guerra encarnizada contra la inteligencia artificial. En el centro del conflicto está Joshua (John David Washington), un soldado con la misión de eliminar a The Creator, el enigmático arquitecto de la tecnología que amenaza a la raza humana. Pero la sorpresa llega cuando descubre que la clave de todo es una IA con forma de niña (Madeleine Yuna Voyles).

Un mercenario endurecido que encuentra su humanidad a través de un niño. Sí, ya hemos visto esta premisa en incontables historias (Terminator 2, The Last of Us, Chappie, District 9…). La pregunta es: ¿aporta The Creator algo realmente nuevo o solo recicla con un mejor empaque?

Un festín visual con poca novedad narrativa

Si hay algo que The Creator hace mejor que la mayoría de las producciones actuales es verse espectacular. Desde sus paisajes hasta la integración de los efectos especiales, cada encuadre es una obra de arte. Edwards, con un presupuesto menor al de los grandes blockbusters, consigue un universo vibrante que mezcla la distopía urbana de Blade Runner con el caos bélico de Apocalypse Now.

El problema es que una gran estética no basta si la historia se siente demasiado familiar. The Creator toma inspiración de muchas películas, pero en lugar de reinventar o profundizar en sus ideas, simplemente las ejecuta sin demasiada sorpresa.

Actuaciones: un viaje irregular entre la emoción y la frialdad

John David Washington cumple con su rol, pero su interpretación es más funcional que memorable. Su Joshua es un hombre atormentado, aunque su viaje emocional no logra generar la profundidad que el guion intenta transmitir.

Por otro lado, la revelación de la película es Madeleine Yuna Voyles, la niña IA que carga con el corazón de la historia. Su naturalidad y carisma logran que cada escena en la que aparece tenga un peso emocional que muchas veces falta en el resto del elenco.

Ken Watanabe, siempre imponente, aporta solidez con su presencia, aunque su personaje parece más un accesorio emocional que una pieza realmente esencial en la historia.

¿Qué nos quiso decir realmente The Creator?

La película pretende reflexionar sobre la deshumanización de la guerra, el alma dentro de la inteligencia artificial y la difusa línea entre héroes y villanos. Sin embargo, su guion nunca llega a profundizar en estos temas con verdadera originalidad.

En su búsqueda de ofrecer un espectáculo accesible, The Creator evita tomar riesgos narrativos. Su discurso sobre la IA y la humanidad resulta predecible, sin los giros o dilemas filosóficos que podrían haberla convertido en un hito del género.

Veredicto: impresionante pero sin alma

¿Es The Creator entretenida? Sin duda. ¿Deslumbra visualmente? Absolutamente. ¿Es una historia que deja una huella profunda? No tanto.

Funciona como una película de ciencia ficción bien ejecutada, pero su falta de innovación en la narrativa la hace sentir más como un producto eficiente que como una obra maestra. Como una máquina bien diseñada, cumple con su propósito… pero nunca te hace sentir realmente vivo.

Redacción

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