27/11/2018

“Somos lo que hacemos, no lo que decimos que hacemos”

Desde hace unos años y sobre todo a raíz de la desaceleración económica, se ha observado como las organizaciones y sobre todo las grandes empresas, han recurrido a sus valores para luchar y mantenerse, ahora más que nunca, unidos ante estos contratiempos.

Los valores son ideas o conceptos a partir de los cuales juzgamos y actuamos. Los directivos son quienes tienen que escogerlos y definirlos, para ellos lo aconsejable es que consulten también a los empleados, que se sientan integrados dentro de este proceso.

¿Qué queremos decir cuando hablamos de valores empresariales?

De las múltiples definiciones que el diccionario de la Real Academia Española da a la palabra “Valor” nos podemos quedar con “Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros”. Se trata de una guía de principios morales, sobre los que los propietarios de la empresa quieren que se basen las relaciones, tanto internas, como respecto al mercado y el entorno.

La tenencia de unos valores claros y definidos, ha sido la clave en empresas que han conseguido perdurar en el tiempo

Debemos entender que los valores son el punto de partida, los cimientos que marcan las restricciones y la línea de trabajo, sobre las que la propiedad de la empresa construye la definición de su estrategia. En consultoría somos conscientes de la importancia que reviste una definición clara de los Valores, tanto en la formulación del Plan Estratégico, como en la definición de protocolo familiar, o en procesos de adquisición y en general con lo que respecta a la organización.

La toma de decisiones empresariales está estrechamente ligada a los valores que se desea transmitir, tanto al exterior como a nivel interno

Aunque pueda parecer una obviedad, no todas las empresas entienden que tener una lista de valores corporativos no sirve de nada si no los aplicas en cada decisión llevada a cabo. Los valores internos y externos están cada vez más vinculados a la responsabilidad social corporativa. Los trabajadores quieren formar parte de empresas socialmente responsables, que tienen en cuenta temas como el medio ambiente, la paz mundial, y por descontado los derechos de sus trabajadores.

Somos lo que hacemos, no lo que decimos que hacemos

Definir valores que reflejen los objetivos de la empresa y las motivaciones de su personal crea una identidad corporativa que promueve su integración, compromiso, una mayor productividad y un ambiente laboral positivo. Estos valores no deben plasmarse solo en papel, es decir en declaraciones de misión y visión que representen solo una imagen, sino vivirse dentro y fuera de la organización, de manera que guíen la toma de decisiones y sirvan de inspiración. Tan importante es su definición como su comunicación a los empleados, proveedores y clientes.

Algunos ejemplos de valores trascendentes son:

Como pilares, los valores no sólo necesitan ser establecidos sino que las organizaciones deben mantenerlos, promoverlos y divulgarlos constantemente para que sus trabajadores comprendan sus significados y los pongan en práctica en sus labores cotidianas.

Por Omar Romano

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