14/11/2020

Siete formas de conseguir energía solar

Los paneles fotovoltaicos son los más conocidos, pero no son la única forma de aprovechar la energía del sol.

La energía solar se puede aprovechar de muchas formas, algunas muy conocidas y otras, futuristas: paneles fotovoltaicos para viviendas y grandes instalaciones, fijos y móviles, con materiales flexibles y de bajo coste, sistemas térmicos y termodinámicos, de concentración, tinta y tejas solares, sistemas híbridos, placas instaladas en el espacio u hojas artificiales. Diversas empresas y grupos de investigación, algunos de ellos en España, trabajan para generalizar estos sistemas y aprovechar esta fuente de energía limpia e inagotable, incluso de noche.

1. Paneles fotovoltaicos "clasicos" y vanguardistas

Los paneles fotovoltaicos son los más conocidos para conseguir energía solar. Se basan en células fotoeléctricas que transforman los rayos solares en electricidad. Estas placas pueden ser fijas, las típicas de los tejados, o dinámicas, gracias a los seguidores solares. Estos dispositivos mejoran el rendimiento de los paneles al seguir la trayectoria del Sol. Los paneles se pueden instalar para autoconsumo en viviendas particulares o comunitarias, o a gran escala, como los denominados huertos solares, que venden su electricidad a la red.

La tecnología fotovoltaica avanza cada vez más y estos clásicos paneles de silicio se podrían reemplazar en unos años. Los expertos hablan de hasta cuatro generaciones para referirse a la evolución de los paneles. La denominada "energía solar de bajo coste" podría dar lugar a paneles delgados y flexibles como una lámina y muy baratos de producir, basados en materiales muy diversos, como los paneles plásticos. Algunas empresas empiezan a colocar estos materiales en otras partes de las viviendas, como las ventanas solares.

Los paneles fotovoltaicos no tienen por qué estar de forma necesaria en tierra firme. Diversos proyectos, algunos de ellos españoles, proponen ubicar sistemas fotovoltaicos en el agua y en el aire para aprovechar aún más la energía solar.

2. Térmica: aprovechar el calor

La energía solar térmica aprovecha los rayos solares para producir electricidad y calor. Se puede aprovechar como calefacción, para calentar el agua en viviendas, piscinas, para cocer alimentos o secar productos. Además de los sistemas domésticos, se utiliza en grandes plantas termosolares (España tiene algunas de las más potentes del mundo).

Los sistemas térmicos convencionales funcionan de día. La tecnología solar termodinámica, fruto de la unión de la térmica y la bomba de calor, aprovecha según sus defensores el calor del viento, la lluvia y el sol, incluso de noche, y consigue agua caliente de manera más eficiente que ambas tecnologías.

3. Concentrar los rayos solares

La "Concentración de Energía Solar" (CSP) consiste en una gran cantidad de espejos que siguen al sol y concentran su calor en un punto. Se genera así vapor que impulsa una turbina para producir electricidad. Estas instalaciones funcionan incluso de noche, ya que parte del calor se almacena en aceite o sal derretida. España es pionera en esta tecnología, con plantas como una construida a las afueras de Sevilla.

Este sistema también se puede utilizar a pequeña escala: la micro-CSP. Su diseño es mucho más sencillo y de dimensiones más reducidas y se puede instalar en el tejado de un gran edificio, fábricas o centros comerciales.

La tecnología fotovoltaica de concentración (CPV) se basa en células solares con materiales más eficientes que el silicio convencional. Al ser más caros, se instalan células muy pequeñas y espejos, lentes, prismas, etc., que concentran los rayos solares sobre las células para ampliar su potencia. EE.UU., Alemania y España son los países más avanzados del mundo en este ámbito.

4. Tinta solar

Diversas empresas y grupos de investigación trabajan en el desarrollo de la "tinta solar". Utilizan nuevos materiales, basados en la nanotecnología, que pueden pintarse o imprimirse en superficies y que convierten los rayos solares en electricidad. Los consumidores podrían pintar sus techos, paredes o ventanas y generar su propia energía.

5. Tejas solares

Las tejas solares se parecen a las convencionales en forma o color, pero además producen electricidad o calor. Funcionan como los paneles fotovoltaicos clásicos, pero con nuevos sistemas y materiales, como el silicio amorfo o monocristalino, para ser flexibles y adoptar esa forma. Diversas empresas estadounidenses y europeas comercializan, también en España, varios modelos utilizados ya en ciudades como Venecia. Su mayor precio y su rendimiento inferior al de los paneles convencionales les hace solo recomendables cuando la estética es prioritaria.

6. Sistemas híbridos

Empresas de todo el mundo prueban varios modelos híbridos que unen lo mejor de la fotovoltaica y la térmica para ser más eficientes. En la Villa Olímpica de Beijing (China) se pudo ver uno de estos modelos. Otra posibilidad híbrida es la unión de la fotovoltaica con otros sistemas renovables, como la eólico-solar.

7. Futuristas: ¿algún día serán posibles?

¿Extraer energía solar desde el espacio? La idea consistiría en colocar paneles solares en órbita y transmitir con microondas o láser la energía lograda a una estación en tierra para distribuirla a la red. Sus elevados costes lo hacen inviable, pero unos combustibles fósiles cada vez más caros y escasos y el avance de la tecnología podrían volverla interesante.

Otra idea futurista pasa por imitar a quien mejor aprovecha la energía del sol: las hojas de los árboles. Algunos investigadores trabajan ya en prototipos de hojas artificiales y en reproducir en laboratorio el proceso de la fotosíntesis. No es una tarea fácil, ya que su aparente sencillez esconde un complejo sistema y los desafíos tecnológicos y económicos son grandes.

Fuente: Eroski Consumer

 Síguenos en Facebook
 Síguenos en Twitter
 Síguenos en Instagram