10/05/2022

¿Si no es ahora cuándo? Vivir y valorar el momento presente es uno de los mayores regalos que podemos darnos

¿Quién quiere saber cuándo morirá?. Lejos de mi referirme a esta nota desde el drama o el miedo. Todo lo contrario, no tengáis terror a la pregunta.

Ann Richardson escribió un artículo más que interesante para el medio Sixty and Me. Ann es una escritora que tiene 80 años y sigue produciendo junto a su marido. No hace mucho, su esposo le dijo de manera bastante casual: “Ojalá supiera cuándo voy a morir”. Un deseo importante, de hecho. él tiene 81. Pero su preocupación no era ni espiritual ni existencial. Se preguntaba si valía la pena someterse a una operación de reemplazo de rodilla.

Los últimos años de la vida tienen muchos aspectos diferentes. Algunas personas lamentan el hecho de envejecer, detestan las muchas vicisitudes del envejecimiento y tienen un fuerte miedo a la muerte. Ann no. Siempre se ha centrado en lo positivo a cualquier edad en la que se haya encontrado. Esto incluye el ahora, el hoy. Es cierto que con los años se tiene menos energía. Los cuerpos comienzan a mostrar su edad de una forma u otra, o quizás deberíamos decir de muchas formas.

Volviendo a la pregunta de su marido y su duda sobre la operación de rodilla. Como muchos ya sabrán, las operaciones de rodilla no son nada fáciles. A. Veces salen mal y quedan peor que antes. La recuperación y rehabilitación es todo un tema de paciencia y esfuerzo. Los pensamientos del esposo eran muy sensatos: “Si supiera que me voy a morir en un año, no valdría la pena todo el problema. Pero si tuviera cinco o diez años, valdría la pena pensar en eso”. Y tiene razón. Es una decisión difícil. Seguramente hay muchos más en la misma situación, o preguntándose si mudarse de casa, o si embarcarse en alguna otra empresa importante, etc, etc.

Durante toda nuestra vida, se nos enseña a sopesar las decisiones con cuidado, teniendo en cuenta los costos y los beneficios, incluido el tiempo disponible de vida

Pero su simple pregunta envió a Ann una serie de ondas en su estanque mental. Y se preguntó: ¿Realmente querríamos conocer hasta cuándo viviremos? Sí, pensó ella, hay algunas decisiones en las que una fecha clara de partida de esta tierra sería útil. Podríamos tomar decisiones médicas más sensatas. Y tal vez algunas otras. Sabríamos exactamente cuándo nuestras cosas debían estar en orden. Podríamos despedirnos a tiempo.

Cuenta una historia sobre Sócrates – que tal vez no sea cierta- que, habiendo sido condenado a muerte se le debía administrar una dosis de cicuta (un veneno conocido y letal). Mientras se preparaba, pidió que le permitieran terminar de aprender una melodía particular en su flauta. Cuando se le preguntó por qué quería hacer esto, se dice que dijo: “¿Cuándo más lo aprenderé?”. No sé si esto es apócrifo, pero es una buena historia.

La respuesta de Ann fue: “Vale la pena hacer algo significativo, que nos guste, hasta el último día de nuestras vidas”. O en otras palabras » Si no es ahora, ¿cuándo?.

Lo más importante para cualquier persona, especialmente, para los que se encuentran en la etapa final de la vida es sentirse felices, satisfechos y en paz consigo mismos y con el ambiente que los rodea, es decir, haber alcanzado la “salud espiritual”, la cual es posible conseguir y acrecentar incluso cuando el bienestar físico, psíquico y social esté deteriorado irreversiblemente.

¿Cómo lograrlo?

  1. Si deseas hacer algo, hazlo ya. Tanto si es un viaje, cambiar de trabajo, darle un giro a tu vida. No pienses que el día de mañana será mejor que ahora. Si estás seguro de algo no lo pienses, ¡solo hazlo!
  2. No pienses en lo que pueda pasar, disfruta de lo que tienes ahora, lo que tenga que pasar, ¡pasará!
  3. Sé realista en tu presente y no idealices un futuro imaginario. Si quieres un futuro que se cumpla, debes hacerlo presente ahora.
  4. Acepta que no tienes el control de todo lo que te sucede. Muchos de los eventos cotidianos se escapan de tu control y eso está bien. Por tanto, identifica aquellas cosas que se escapan de tus manos y cuáles no, una vez que las reconozca pregúntate: ¿qué sentido tiene preocuparse por aquello que no puedo controlar? Y, en caso de tener el control, ocúpate en vez de preocuparte.

Un fuerte sentido de la libertad individual, combinado con la felicidad personal, es un factor crítico para sobrevivir hasta una edad avanzada con salud y dignidad . Por lo tanto, el secreto para alcanzar y permanecer dignamente es lograr una vida física, psicológica, social y espiritual sana y activa durante el mayor tiempo posible.

Por Omar Romano

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